Capítulo 19

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Nota: Advertencia de capítulo mediocre ehhhh jajajaja, me costó mucho redactarlo porque lo que miraba en mi mente no lo logre plasmar como me hubiese gustado.

Los te quiero mucho. 

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Toda marcha a la perfección, finalmente y tras quince largos días de arduo seguimiento y acecho, han logrado llegar al destino de los maleantes. Aún había muchas dudas respecto al contenido del pergamino, pero no era algo que les preocupase en demasía. Lo importante era la misión había llegado a término. Con gran algarabía retornaban a su amada aldea, pues el espionaje fue exitoso y a esto le sumaban que el supuesto pergamino estaba en sus manos.

Acampan cuando el chakra ya no les da para más y comienza a anochecer. Naruto acepta que todos esos días fuera de Konoha han sido bastante liberadores, pues hace mucho tiempo que ese espíritu aventurero había quedado relegado a puro sufrimiento tras tantas perdidas en el mundo shinobi. Anhela las pueriles emociones de sus días de genin, donde a pesar de su calamitosa infancia, las ganas de llegar muy lejos le hacían levantarse cada día con una sonrisa sincera en el rostro, tan fuerte era, tan solo siendo un niño, que ni cargar con el odio de una aldea entera, le hizo retractarse o desistir de su camino ninja.

Y no es que en la actualidad ya no tuviese los mismos ideales, pero es verdad que hace mucho el querer llegar a ser Hokage había quedado relegado a segundo plano. Aún ambicionaba la paz del mundo ninja y entonces le atacaba este ápice de compunción. ¿Cómo alguien que ocultaba sentimientos tan egoístas podría dirigir una aldea? ¿Con qué moral podría castigar los malos actos?

El sonido de las hojas quebrándose al ser pisadas le hacen centrar su atención en la persona que se ha sentado junto a él.

—Oh Sakura-chan, ¿no puedes dormir? —verbaliza despacito, pues la princesa Hyuga duerme profundo.

Mira la luna fijamente y responde susurrante—No tengo sueño.

—Ya veo—repite la acción y admira el satélite natural.

—Naruto—el visaje de la preciosa muchacha se torna taciturno—¿Tú sabes muy bien la razón por la que ella y yo estamos aquí, cierto? —se refiere a la otra y conecta la mirada esmeralda con los ojos azules.

—Sakura-chan yo...

—A veces puedes ser un poco idiota, pero sé que lo entiendes —ríe bonito y Naruto acepta para sí mismo, que, si no fuera por la existencia de Sasuke, probablemente correspondería los sentimientos de su amiga con mucha facilidad, pues hay una sensación de familiaridad cuando le tiene cerca.

El ninja rubio asiente con nervios y mira al suelo apenado.

—Sé que no nos ves de esa manera...a ninguna de las dos—admite abatida—Pero quiero que sepas... Que mis sentimientos por ti son reales, Naruto—le coge de la mano con sedosidad y su pecho late eufórico al sentir la piel cálida de su excompañero de equipo—Yo...yo te demostraré que puedo estar a la altura de ....

—Sakura—le para en seco y no por descortesía sino porque el cariño genuino que siente por la médico no le permite ser feliz viéndola perder la dignidad de esa manera—No necesitas estar a la altura de nada'ttebayo—acaricia el delicado dorso femenino con su pulgar—Eres una ninja increíble, eres hermosa y valiente, por todo eso... Por todo eso mereces a alguien mejor que yo.— de modo irrecusable y ante palabras de dicho calibre, Sakura se percata que Naruto es ahora un hombre y el semblante maduro lo revela.

—No...—las hebras rosas caen por el rostro melancólico tapando la mirada decidida—Yo no me pienso rendir.

Sin que el otro pudiese evitarlo, los brazos delicados de la mujer enrollan el cuello tostado en un movimiento brusco y busca los labios ajenos con dulzura. El cuerpo del rubio zorro se tensa instintivamente y en su mente pasa la idea de empujarle, pero no le puede tratar de esa manera. Por no humillarle mueve un poco los labios y lo hace con consideración, pues en los suaves belfos encuentra la inexperiencia marcada en cada movimiento.

Toma las mejillas tintadas y separa el rostro femenino con blandura. Le mira a los orbes glaucos con una mistura de afecto y pena. Sakura reconoce en esa mirada el cariño genuino, pero no la clase de cariño que ella anhela. Por su parte, el muchacho no quiere seguir hiriendo más a su amiga, por lo que decide revelar una pequeña parte de lo que hay en su pútrido corazón.

—Yo...yo estoy enamorado dattebayo—cierra los ojos, pues espera un buen puñetazo, pero este no llega.

La entonación quebrada de la muchacha le hace sentir más miserable—Acaso... ¿Estás enamorado de Hinata?

—No...

—¿Quién es? —rebate exigente.

—Eso...eso no es algo que pueda decir.

Sin mencionar nada, la kunoicihi se incorpora y camina hacia su bolsa de dormir. Se mete en ella y da la espalda al héroe de Konoha quien se dispone a seguir haciendo guardia.

Lágrimas silenciosas mojan la pálida faz, pues ha escuchado la conversación de los otros dos y saber que el corazón de Naruto es ocupado por alguien más, termino por romperle.

Cierra los ojos verduscos con fuerza e intenta dormir, pero la reciente conversación le mantiene con la cabeza caliente. La instintiva mente trabaja a toda velocidad y aun aplicando toda la intuición femenina que posee su género, no logra dilucidar quién puede ser su rival por el amor del ninja hiperactivo. Al día siguiente arribarán a Konoha y está decidida a preguntarle a la única persona que conoce a Naruto más que nadie.

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Ha llegado por la mañana y ha entregado el reporte de la exitosa misión. Se alista para retirarse, pero le han detenido.

—Naruto—le llama firme e interiormente titubea, pues nunca ha sido precisamente bueno para ahondar en la vida personal de sus seres cercanos—Hay algo que quiero conversar contigo.

—Diga Kakashi sensei—contesta alegre y en ese momento, el mayor nota algo que había pasado inadvertido. ¿En qué momento Naruto comenzó a reír falsamente? Las sonrisas que algún día fueron naturales, de un tiempo a la fecha carecían de espontaneidad.

—Es sobre Sasuke...

De manera inevitable, as cejas rubias se arquean y las pupilas se dilatan rápidamente, denotando interés—¿Qué pasa con él?

—Yo quiero preguntarte lo mismo—la inusual expresión severa del Hokage enciende sus alarmas—¿Qué pasa con Sasuke, Naruto?

Continuará ..... 

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