Capítulo 30

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Nota: No me juzguen porfavor. jajajajajajajaja lo sientoooooo, el trabajo y la maternidad no me dejan ni respirar. 

te quiero. te quiero muchoooooo.

capitulo recién horneado. perdón si perdí el hilo en la manera de narrar.

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Su postura es desmoralizada, tanto que mientras yace sentada a la orilla del edredón rosa, su espalda se curva en una joroba que, más que cansancio físico, denota su lasitud emocional.

Entiende que, en su vida, la cual aún no es tan larga, no le debiesen estar adviniendo problemas tan inapropiados. Hace tan solo un par de días que todo se ha torcido de una manera brusca e inesperada.

Estruja con ambas manos la tela de la cama y cierra los ojos con más fuerza de la necesaria, no obstante, aguantar la presión del impulso biológico que implica llorar, se le hace una tarea imposible. La humedad brota de sus ojos con fuerza e intensidad, en un llanto roto y desconsolado.

Piensa en lo pequeñita que se siente ante el escenario que le aqueja. Sus intenciones egoístas se encuentran a la par de sus recuerdos de infancia y su conciencia benévola. Abraza sus piernas deseando que todo hubiese sido diferente desde un principio.

Si bien la medida que el ninja vengador ha decidido tomar es algo que beneficia sus deseos personales, sabe que no es la mejor opción y el sentimiento de culpabilidad le llena por completo.

De modo inopinado, limpia las lágrimas y en el rostro femenino se dibuja una expresión fría. No puede tener dubitaciones respecto a su decisión. Tiene fe de que, con su infinito amor y el paso del tiempo, el rubio aprenderá a vivir feliz, sin ese lazo tóxico y dependiente que siempre le ha atado al otro, porque pese a todo, reconoce que esos sentimientos a los que ella llama insanos, vienen desde que ambos hombres eran parte del equipo 7 y que todos debieron ser muy estúpidos para no haberlo percibido.

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Le acaricia el rostro en un roce íntimo y sonríe mañoso por la expresión puritana del otro al dormir, muy contraria a la erótica y fatigada que tenía apenas unas horas atrás.

Desliza con toda confianza sus dedos toscos por los cabellos lisos. Es la primera vez que le toca con tanta libertad y no puede manifestar con palabras la sensación tan liberadora y placentera que le representa dicho acto.

Estoy muy enamorado.

Lo piensa, pero a diferencia de otras ocasiones, en esta no hay un trasfondo pesaroso en la oración citada, no lo ha pensado como un sacrificio, sino como una enorme dicha.

Ha llegado a la conclusión de que ya no puede cargar el peso de semejante amor y es por eso que ha resuelto rendirse, rendirse y comenzar una nueva lucha, una nueva lucha donde el objetivo será buscar la felicidad a lado de la persona que ama

Besa con dulzura los labios entreabiertos sin miedo alguno a despertarle y ser sorprendido en el acto. Poco a poco, a lo largo de la noche anterior, mientras le poseía una y otra vez hasta el punto de dejarle inconsciente sin guardarse ni un poco el inusitado deseo que el otro le despertaba, fue quitándose el peso de la espalda y desenmarañando el nudo oscuro de su pasado, hasta llegar a su última resolución.

Ama a Konoha y a cada uno de sus habitantes, y ese amor no está condicionado a lo mal que le pudiesen haber tratado en el pasado, no obstante, ha advertido que hace tiempo que ya no se siente en su sitio muy a su pesar, nada le ata allí. Concluye que su hogar está donde su otra mitad este.

La mirada de carbón le saca de su profunda reflexión y piensa que el su corazón acelerado saltara de su pecho en cualquier momento, pues no encuentra la frialdad usual en esta. Es completamente cálida y atontada, pues el otro recién ha despertado.

AMBIVALENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora