Capítulo 21

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Nota: Espero que llene las expectativas, no había mucha inspiración para la cochinada  jajajajajaajaja

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—Hazlo—le coge por el mentón y los predadores orbes añiles le erizan la piel—Come.

La obscenidad usada en las palabras ajenas hace arder la hoguera de su aún inexplorado, libido. Magnetizado por la obnubilada mirada hedonista del héroe ninja, acata la orden y abre sus tremulantes labios para dar la bienvenida al enhiesto falo.

—Aght—el inevitable gemido vibra en la garganta cuando su carne se apoya en la lengua húmeda e inexperta de su dulce obsesión—Abre más la boca.

El sabor ignoto inunda sus papilas. Hay algo indescifrable, hay algo deleitoso, hay algo morboso en un acto tan vulgar como lo es sorber el miembro de su más grande rival. Encuentra que le gusta esa acción tan humillante, encuentra que estar subyugado a los pies de alguien a quien considero estúpido por muchos años, le pone muy duro y alimenta su alma fracturada, como si hubiese hallado un gusto retorcido por ser pisoteado, pues comprende que la situación se ha dado por su voluntad propia. Hay un sentimiento nuevo y placentero en el hecho de ponerse en las manos del otro por completo.

Los ojos nocturnos lagrimean profuso cuando las venosas manos le afianzan por los cabellos con más fuerza de la necesaria y en su garganta se derrama el fluido pre seminal una y otra vez, mostrando el estado de excitación del rubio.

—Muy bien, lo estás haciendo muy bien—jadea y acaricia su cabeza con afecto—Mira como lo tragas...tan buen chico.

—Mght—el aire le falta y Naruto le asfixia con dolo. Siente que morirá cuando su nariz topa con los ensortijados vellos dorados y el aroma varonil a sudor le inunda por completo.

El vaivén sobre la abusada cavidad del ex desertor se hace frenético y el punto de mayor enardecimiento llega cuando el rubio detalla la pálida faz ahora entintada de un erótico carmesí, la saliva se escapa grotesca y abundante por las comisuras y le parece muy satisfactorio la manera en que la humedad se desliza de los llorosos ojos negros mientras las arcadas de la garganta aprietan su hinchado pene haciéndole llegar a la cumbre del éxtasis.

Por instinto intenta empujar por la cadera al otro en busca de oxígeno, aunque no está aplicando la suficiente fuerza, pues sus sentidos también están abatidos por la lujuria. Los ojos oscuros se desorbitan cuando el simiente caliente desciende por su garganta, atragantándole en el acto. Finalmente, la mano pesada le libera y se aleja tosiendo profuso.

Le mira rencoroso y antes de que pueda llamar "imbécil" a su perpetrador y asestarle un buen puñetazo, su mejilla se ve aplastada contra el frio suelo de manera tosca.

—Shhhh—le acalla con suavidad, aunque sus movimientos sean bastante bruscos. Hay algo pasivo-agresivo en la manera en que actúa Naruto y puede asegurar que nadie que le conozca, se imagina al héroe de Konoha en una situación de esa inmoral índole. Sonríe satisfecho ante ese posesivo pensamiento.

En tanto su cuerpo es desvestido con impaciencia, su mente cavila respecto a lo que está pasando, ¿Naruto fue siempre así?, suspira tembloroso cuando una lengua curiosa traza sin pudor su columna vertebral y la dura mano le mantiene la cabeza pegada al suelo haciéndole arder la mejilla. ¿Podría la linda Hinata lidiar con alguien como Naruto?...por supuesto que no, ella era el prototipo de mujer a la cual seguramente le gustaría que le dijeran "te amo" y le miraran a los ojos con dulzura mientras le hacen el amor con gentileza, ella jamás disfrutaría las mordidas dolorosas y punzantes que en ese momento el áureo repartía por toda su dermis como si de un perro hambriento se tratase. ¿Y qué hay de la fuerte ninja médico? Ella tal vez sería una mejor opción... Pero no, al final cuando está enamorada se convertía en una mujer melosa y debilucha.

Reacciona en cuanto ágilmente la han dado la vuelta con violencia y su ahora espalda desnuda arde contra el suelo, pues las mordidas de su piel friccionan dolorosamente contra la superficie.

Quiere ser el único capaz de calmar los instintos más bajos de su lazo más importante, de esta manera nunca le abandonaría.

Todo el deseo acumulado a través del tiempo, todo el anhelo por poseer al otro y esos largos años en que le hizo llorar lágrimas de sangre persiguiéndolo para hacerle retornar, cada pensamiento de tristeza y la manera en que se sintió abandonado por Sasuke cuando deserto... Toda y cada una de sus acciones las pagaría en tan ansiado momento.

Su único brazo es atrapado por sobre su cabeza y el blanquecino cuello es devorado con afán. Un largo sendero de desesperados besos desciende por su pecho y muerde sus labios cuando la húmeda lengua serpentea sobre unos de sus pezones masculinos, mandando deliciosas descargas por todo su sistema nervioso. Su mano es liberada y con ella se aferra a las hebras doradas con codicia—No soy una mujer, imbécil—y la queja muere en su boca cuando el rubio le muerde estirando la sensible piel rosada.

La vorágine de sensaciones novedosas es insoportable para alguien como él, quien se había mantenido lejos de sus instintos sexuales por tanto tiempo.

—Aghtt ¡Naruto! —gime al clamor, pues su miembro es frotado por la mano del rubio en un exquisito vaivén que le hace eyacular muy rápido haciéndole sentir ridículo.

—Eso fue muy pronto, teme dattebayo—espeta burlón mientras recoge la esencia seminal del otro con sus dedos medio y anular.

Intenta dar su venenosa réplica, pero en su lugar da un súbito respingo cuando los dedos del otro se aventuran a acariciar su virginal orificio, cada tramo muscular de su estética anatomía se tensa ante el desconocido contacto.

—Imbécil, ¿qué...? ¿Qué haces? —tartajea tremulante y el recelo tiñe su voz, y no es que no hubiese imaginado la posibilidad, simplemente nada prepara a un Uchiha para eso.

—Relájate Sasuke...

Continuará .....

AMBIVALENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora