Una eternidad después...
ya ni me voy a justificar por que hasta pena me da JAJAJAJAJAJA
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El vengador no advierte el momento en que la tibia cavidad del rubio se apodera de su pene expuesto y solo atina a sostenerse de uno de los hombros con su único brazo para no caer. El rubio se saca el rosáceo trozo de carne de la boca con un sonido lascivo, para volver a mirarle—No puedo hacer esto con Sakura, ella no tiene pene'ttebayo.
—¡Callet.....ahhh! —no logra terminar de hablar, pues el héroe de Konoha ha vuelto a replicar la placentera e impúdica operación.
Le ha quedado inasequible continuar con su protesta, pues ahora es gobernado por la sensación satisfactoria que le brinda la codiciosa boca del ninja rubio.
Los dedos se clavan en los glúteos blancos con apasionada saña y el par de cielos que tiene por ojos, cintilan con fulgor al detallar los pómulos teñidos de un carmín que se extiende hasta la punta de las orejas. Este desbordamiento de placer que causa en el otro, le hace tener el irracional deseo de querer meter más profundo el trozo de carne en su boca, pese a las arcadas que emergen de su campanilla y hacen vibrar su garganta.
Se sabe el primer y único dueño de las inusuales expresiones eróticas del vengador y el pensar que alguien más pudiese llegar a mirarlas, causa en él, descomunal irá.
Le succiona con ímpetu hasta sentir el sabor del semen inundar su boca y le toma en brazos cuando el moreno se ha derrumbado en virtud de la debilidad postorgasmica.
Con el pecho resollante, intenta mitigar su respiración, pues al albor del placer abrumador ha sido incapaz de escapar de los fuertes brazos del héroe de Konoha y ahora que la conciencia retorna, se da cuenta de la humillante posición en la que se encuentra.
Pretende incorporarse aún con las piernas laxas e inestables, cuando advierte sobre sus labios el beso violento del otro. La lengua húmeda se enreda con la suya y en las papilas percibe el sabor de su propio semen, y este acto que a los ojos ajenos pudiese parecer indecente, despierta de nueva cuenta su libídine. No obstante, sabe que ha sido demasiada perdida de dignidad debido a los terribles y monstruosos celos que le causa la cercanía de Sakura y el idiota de Naruto.
Coloca su única palma en el pecho del rubio a manera de palanca para zafarse de su agarre, lo cual no hace más que ocasionar una risita socarrona en los labios del áureo, dado que adivina el sentimiento de rebajamiento que invade al moreno y decide molestarlo presionando aún más sus labios contra los contrarios.
—Suéltame—exige, pero no hace el esfuerzo necesario para quitárselo de encima y le es imposible no ceder a las sensaciones eróticas de los besos de Naruto.
Si bien, el deseo sexual le quema por dentro, sabe qué ha hecho uso del cuerpo pálido la noche anterior y esa misma mañana, por ello, pese a tratarle y manipularle de la manera en la que lo hace, en el fondo es incapaz de lastimarle, al menos en el ámbito sexual. Le suelta con suavidad y en un extraño, pero confortable mutismo, le ayuda a vestirse.
Está inmerso en su maraña de pensamientos y reflexiones, por lo que no siente la mirada oscura puesta sobre él, únicamente reacciona a la voz apocada.
—Naruto...
No le responde, pero le mira como invitándole a continuar.
—A ti...—intenta actuar indiferente por lo que finge buscar algo en el armario a espaldas del rubio y así no hacer notar su interés—¿A ti te importa que...Konoha supiera... Esto? —y dice "esto", porque no sabe cómo llamar a lo que sea que tiene con Naruto—Sakura lo sabe y si tú...llegas a ser Hokage, algo como esto puede...
—Ya no quiero más...
Esta contestación ágil y despreocupada le hace virarse y ahora ya no oculta su evidente interés—¿A qué te refieres?
—No me interesa más ser Hokage.
—¿De qué hablas imbécil? —y la pasión con la que Sasuke le reprende, le hace sentir como si un bálsamo aliviara su fracturado corazón, pues pese a todos los crueles embates de la vida que han convertido a ambos huérfanos en los hombres que son ahora, el sueño de Naruto, aún es custodiado y guardado en las profundidades del corazón del ninja de la luna.
—No quiero ser Hokage'ttebayo...
Y a Sasuke solo se le ocurre un motivo por el que un ninja del nivel de Naruto se negaría a cumplir su más grande sueño, por ello no evita lo que tiene atorado en la punta lengua dejándolo salir en seco.
—¿Es por mi causa? —indaga en un susurro—¿Lo es?—en la última pregunta percibe el tono semiquebrado.
Los orbes añiles le miran con estupor, ha develado ante el otro sin pretenderlo, parte de sus vívidos sentimientos.
—No, no eres la causa—se niega con vehemencia, sin embargo, la parte límpida que aún se refleja en los ojos de cielo, hace que el vengador constate lo que ha preguntado.
Una vez más, como tantas otras, Naruto abandona todo por él...
No dice nada más. Acomoda sus ropas y sale de la estancia en completa calma, como si la conversa jamás se hubiese llevado a cabo.
Y por primera vez, Naruto ignora totalmente lo que pasa por la mente del moreno.
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La belleza natural de la muchacha, es opacada por las sombrías ojeras que surcan sus usualmente fulgentes ojos de esmeralda.
Tras pasar la noche en vela, se ha visto obligada a cumplir con el mandato del Rokudaime y custodiar a Sasuke Uchiha, aunque en ese momento prefiriese estar en cualquier otro sitio antes que en la casa de la persona que justo ahora siente como un completo extraño.
A estas alturas, los sentimientos que Sakura alberga por el renegado son más confusos que nunca. Pareciese que todos los recuerdos bonitos e infantiles a lo largo de su estadía en el equipo siete, se ven cruelmente mancillados por el resentimiento que ha comenzado a anidarse en su corazón.
Y el pico de incomodidad llega a lo más alto, cuando se da cuenta de que, pese al confronta miento del día anterior con el otro, este está inusualmente callado, más de lo que es común en el adusto Sasuke Uchiha, por ello pega un bote en el sillón, cuando la voz grave rompe el engorroso silencio.
—Sakura...
—¿Qué? —la voz femenina es fría e impersonal.
—No me agradas—verbaliza apacible y sin mirar los ojos verdes ni un solo momento—Pero hay algo que tenemos en común...
—Habla...Uchiha—y Sasuke ha dejado de ser Sasuke-kun desde el día anterior.
—Ambos...—aprieta con su puño la tela de su pantalón, pues lo que tiene en mente, le hace sentir como si su corazón fuese arrancado de tajo de su pecho, causándole un vacío que sabe, nunca podría ser llenado de nuevo... Porque para ese vacío no existe remplazo—Ambos queremos proteger su sueño...—y no es necesario que el vengador diga el nombre de quien se refiere, pues ella ya lo sabe.
La chica asiente turbada, pues no imagina a dónde quiere llegar el moreno.
—Es por eso que... Es por eso quiero... quiero pedirte que...—cierra los ojos atigrados con fuerza y en su mente intenta mantenerse cuerdo y firme—Que me ayudes a desaparecer...
Continuará....
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AMBIVALENCIA
FanfictionLe ama tanto como le odia. Le quiere follar tanto como le quiere humillar. Le va a doblegar hasta conseguir romperlo. Entonces será completamente suyo. NaruSasu. Universo SemiCanon . +18 Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.