Capítulo 26

1.3K 162 47
                                    

Nota: Amigos me costo muchisimo sacar este capitulo, no se por que.  Es un fic muy pesado, se que suena bien extraño esto, pero a veces me produce como cierta sensación de pesades. En promedio escribo un capitulo en 40 o 45 minutos ya que son chiquitos, pero por alguna razón, cuando acabo de escribir algún capitulo de este fic, termino bien cansada jajajajajajajaja.

te quiero mucho. 

quien siga maldito alfa, mañana actualizo jajaja ese fic fluye sólito.

*******************

Esto hace enfurecer al ninja oscuro en demasía—Ya entiendo—le escruta de arriba hacia abajo con desdén—Tú quieres estar en mi lugar, ¿no es así?

El orgullo de hembra herida, le tiene hirviendo de la rabia, pues lo que el otro ha dicho, tiene su parte de veracidad.

—Yo no voy a negar que amo a Naruto...—aprieta los puños, mientras busca en su interior el valor para contestarle—Pero, a diferencia de ti...a diferencia de ti, ¡Yo le quiero de verdad!

—¿De verdad? —ríe, sin embargo, solo quien bien le conoce, puede reparar en la amargura de sus palabras—¿De la misma manera que decías quererme a mí? —Sakura reconoce el trasfondo rencoroso de ese reclamo.

—¡Todos estuvimos ahí para hacerte regresar! —explota dolida y al final baja la voz para susurrar—Yo te esperé mucho tiempo..., todos lo hicimos..., Naruto, Kakashi sensei e incluso Sai...

—Pero solo Naruto permaneció hasta el final—los ojos negros le atraviesan como dagas y no es difícil dirimir, que el ex renegado tiene muchas dolencias emocionales y guarda rencores a los que alguna vez le quisieron.

Las emociones encontradas, saturan la ya de por sí afectada mente y tiene la sensación de que el otro está siendo verdaderamente desagradecido, pues ella también sufrió su partida y jamás recibió palabras amables de su parte—¡Y aun así intentaste matarle! —clama con la bella faz desecha en llanto—Y ahora...y ahora pretendes arrastrarle...arrastrarle en eso...en esas malas artes—y por muy valiente que se sienta, no logra llamar las cosas por su nombre.

—¿Te refieres al sexo? —le descoloca descubrir ese fulgor perverso en los despiadados ojos negros. Como si tratase de restregar el inmoral hecho.

—Tú no eres Sasuke...—tiembla de la ira y en su interior se desata una vorágine conformada de celos y tristeza—Has caído tan bajo.

—¿Tanto te escandaliza que dos hombres tengan sexo, Sakura?

—Eso es...eso es...¡Naruto no es así!

Y el vengador sabe que tiene la carta de triunfo absoluta y que la mujer en el fondo lo sabe... Todos lo saben o al menos pudieron llegar a intuirlo en algún momento determinado durante esos casi 4 años.

—¿Él hubiese hecho lo mismo por ti? —el ataque es implacable, le ha dañado, y en virtud de ello, la sensible chica se toca el pecho como queriendo retener las fisuras que se van profundizando en su latente corazón—¿Hasta dónde hubiese llegado Naruto si hubieras sido tú quien se marchara?

La susceptible joven puede divisar en su mente, como esta proyecta una película generada por su frustración y dolor. Naruto le hubiese buscado, claro que lo hubiese hecho, pero no con el mismo fervor y pasión...no con la misma devoción... Jamás hubiese prometido morir con ella, porque Naruto se aferraría a la vida mientras Sasuke viviese.

No necesita dar réplica a la pregunta que el ninja de la luna le ha hecho, porque su rostro lo dice todo, por ello insiste en su argumento principal—Tú no le traerás nada bueno... ¡Arruinarás su futuro!

—¡No te entrometas! —espeta entre dientes, pues el sentimiento de dependencia que el rubio le produce, le ha convertido en un ser egoísta. Ya no le importa más, que Naruto renuncie a su sueño mientras le pueda tener. Y pensamientos siniestros hacia cualquier persona que intentara alejarle del otro, comienzan a ser comunes en su mente. A esas alturas Sasuke no es capaz de dimensionar, lo tóxico del extraño nexo que le une al héroe de Konoha.

****************************

Mira el techo idiotizado y pese a saber que la naturaleza de sus sentimientos no es saludable, las mariposas revolotean en su vientre, como si su amor fuera puro e inocente.

Ya es suyo por completo, y aun así... Siente que no es suficiente. Sabe que esa manera de amarle, es fruto de carencias y traumas que ha arrastrado desde la infancia. Nunca tuvo nada que pudiese llamar suyo y desde que le conoce, para él, Sasuke es la adición faltante para completar la ecuación de su soledad. Ha estado rodeado de gente que sabe, le estima genuinamente, no obstante, el hueco de la misma, le ha acompañado fielmente aun siendo el actual héroe de Konoha, y solo los momentos con el renegado le caen como un remanso, aliviando a su niño interior abandonado.

El temor a que Sasuke se le saliese de las manos, ha ido mermando poco a poco, pues la noche anterior ha comprobado que, ya no hay rastro de voluntad en el otro y Naruto está seguro que por más daño que le hiciese, el vengador se seguiría aferrando a él como última esperanza.

Cierra los ojos, dispuesto a dormir una siesta, pues en poco tiempo tendrá que relevar a su amiga. Aún tiene dubitaciones respecto a la presencia de Sakura cerca del pelinegro y admite ante sí mismo que no sabe cómo lidiar con ello. Por más basura que se considere, no quiere herir a la muchacha, debido a lo cual ha comenzado contemplar la idea de confesarle sus sentimientos, ocultando la parte negativa, pero el temor de que esta no le pueda perdonar, le aterra.

*******************

En medio de su siesta, tocan a su puerta y se levanta con el cuerpo pesado. La noche anterior y el sexo mañanero, le están pasando factura.

—¿Sakura-chan? —se despereza al instante—¿Se me ha hecho tarde? —indaga curioso, puesto que no entiende la presencia de su amiga a esa hora donde aún debiese custodiar al Uchiha.

—No—niega mirando al suelo—Quise adelantarme porque hay algo que quiero decirte.

—¿Pasa algo? —el tono apagado de la mujer no pasa desapercibido.

Levanta la mirada y el rubio detalla los verdes ojos, enrojecidos e hinchados, evidente seña de que ha llorado.

—Lo sé todo—y las lágrimas brotan de nuevo mientras hace una pausa para poder continuar sin romperse—Sé...sé lo que tú y Sasuke hacen...

Lo que justamente quería evitar, se evidencia frente a sus ojos y le golpean en la conciencia, las lágrimas de la ninja.

—Lo siento, no es esta la manera en la que quisiera que lo supieras.

El hecho de que Naruto no intentase negarlo, le desquicia y de manera súbita, le toma con descomunal fuerza por el brazo—¡Él debe estar obligándote! ¿Cierto? — pone sus sentimientos sobre la razón, intentando vedar lo obvio. —¡Dímelo! —exige saber.

Con suavidad toma la mano de la mujer y la retira de su brazo. —No, Sasuke no me ha obligado a nada.

La palma de la mano femenina se impacta en la mejilla bronceada y el otro no intenta defenderse, pues siente que es un poco de lo que merece.

—¡Mientes! ¡Solo intentas defenderle!

Continuará ....

AMBIVALENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora