Sorpresa

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Aun no le respondían a Pete de su entrevista final, había aprobado el examen pero faltaba una entrevista con los jefes de servicios.

Tendría que esperar otra semana para que deliberaran, mientras tanto había terminado sus trámites de titulación en la universidad y aunque eso tardaría un par de meses, en este momento estaba por iniciar su ceremonia de graduación.

Se acomodo en su asiento con sus toga y birrete, mirando alrededor. Le había dicho a sus padres sobre la ceremonia, no le prometieron nada pero intentarian asistir. Como era día entre semana posiblemente no consiguieron el permiso en sus respectivos empleos, no los culpaba, así sucedía a veces, él sabia cuanto lo querían aun sin estar ahí.

Llamaron su nombre y paso al estrado a recoger su folder. Posó para la foto que les tomaban a todos y finalmente volvió a su lugar. Al salir del auditorio escucho como llamaban su nombre.

-¿Por que no me llamaron?- les pregunto a ambos despues de correr a darles un abrazo.

-Lo siento, llegamos cuando ya había empezado hijo- le dijo su madre apretando sus mejillas- pero a tiempo para verte a ti-

-Pensé que no vendrian, por el trabajo- admitió algo triste.

-Pero aquí estamos. Muy orgullosos de ti mi pequeño- su padre le dio un abrazo.

Se tomaron algunas fotos juntos para después ir a buscar algo de comer.

Los padres de Pete no sabían nada en absoluto de lo que habia sucedido, ellos solo sabían que él estudiaba muy duro y mantenía buenas notas para conservar su beca. Ni siquiera se enteraron que tuvo novio durante tres años, mucho menos de todo lo que le sucedio en ese tiempo.

El día termino más rápido de lo que hubiera querido, extrañaba mucho a sus padres pero sabia que si volvía a casa no encontraría un mejor empleo.

-Con cuidado papá, aun es buen tiempo, no creo que lleguen muy tarde- le dijo cuando subieron al auto para ir de regreso a casa- Llamame cuando estén en casa- se despidió una última vez.

Subió a cambiarse de ropa al dormitorio por algo cómodo, para después salir al supermercado cerca, le hacia falta un par de cosas. Muy ocupado estaba revisando el estante de las leches qué su carrito del super choco con otro. Se disculpo un momento antes de mirar al frente. Su cuerpo se tenso y sintió algo de sudor formarse en su frente.

-Disculpa- le dijo al chico que sostenia el carrito antes de desviar su mirada para no hacer contacto visual con el otro y salir de ahí- Todavía sigue con él- se dijo a si mismo cuando se sintió lejos.

Su relación de tres años se fue para abajo y termino, pero no porque él pusiera un alto como hubiese querido, al contrario, le costo aceptar que iba a terminar. Se autoengaño los últimos meses de ésta, aunque muy en el fondo supo cuando su novio empezó a engañarlo. Fácil, había dejado de tocarlo, después ya no había ni besos, ni llamadas, mensajes. Solo iba por el y lo llevaba de regreso al departamento. Cuando intento hacer qué lo tocara y el lo rechazo entendió que ahora si se había quedado solo, a pesar de que se dejo hacer a su antojo, termino cansado y busco a otro.

Después de intentar volver a él un par de veces más fue cuando reaccionó diciéndose qué debía salir de ese círculo en el qué había estado encerrado.
Acepto su problema, fue a su primera sesión de terapia y poco a poco dejo de sentir esa necesidad de buscarlo de nuevo. Incluso no se lo había encontrado en absoluto desde que ese idiota lo abandono por mensaje de texto después de dejarlo en su edificio.
Andaba muy tranquilo por ahí después de como lo destruyo en todos los sentidos. Soltó un suspiro negandose a caer de nuevo, el era una persona renovada. Aunque debía admitir que fue una sorpresa encontrarlo justo aquí y tan de frente, lo consideraría como una prueba. Una qué sintió qué superó porque a pesar de que aun le afectaba un poco, no cayo presa de un ataque de panico como siempre pensó que lo haria, solo paso de largo.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora