Eran vacaciones de verano y habían conseguido coordinar algunos días de vacaciones laborales al mismo tiempo para poder hacer un viaje juntos.
Así que ahí se encontraban, en una playa, con una habitación en un hotel con vista al mar.
Acababan de llegar así que aun estaban deshaciendo maletas y conociendo las instalaciones. Vegas y Pete tomados de la mano con un Venice caminado detrás con sus airpods a todo volumen, con una clara señal de desinterés. Algo qué les costo acostumbrarse al principio, pero ellos ya no se sorprendían, cosas de la adolescencia, Vegas veía eso todo el tiempo en el colegio. Muy normal en chicos de 15 años.
Detrás venían Macau y Chay con el silencioso Win entre ellos mientras se sostenia de la mano de Chay. Era un niño muy centrado, listo, no problemático, no violento, muy paciente y callado. Cosa contrastante con el desastre que era su padre desde su infancia. A sus 11 años aun le gustaba caminar de la mano de sus papás sin vergüenza.
Iban preparados y listos para entrar a jugar al mar, con alguna pelota. Llegaron a la playa sentándose debajo de una sombrilla libre y colocando toallas en la arena.
Venice de inmediato se puso unos lentes de sol y se quedo ahí acostado aun escuchando música.
-Primo.. vamos a jugar- lo movió con cuidado Win.
-No quiero. Ve tu solo- respondió sin hacerle caso.
-Vamos, no seas así..- intento persuadirlo Pete.
-No quiero- contesto cortante.
Pete compartió una mirada con Vegas, siendo abrazado después. La última semana antes de salir, eso había estado sucediendo, respondía con hostilidad pero siempre más hacia Pete.
-Ven, yo voy a jugar contigo- escucharon a Chay decirle al pequeño.
-Yo también- Pete se separo del agarre y los siguió al agua. Dejando a ambos hermanos con el adolescente.
-¿Por que le respondes así? Solo te hizo un comentario- lo regañó Vegas.
-Pues nadie le pidió su comentario- respondió concentrado en el teléfono.
-¿Qué dijiste?- Vegas se lo quito de las manos haciendo qué Venice se sentara de golpe.
-Dame mi telefono- exigió quitándose los lentes de sol para mirarlo.
-No, deja tus actitudes. Lo lastimas y no te hace nada malo- la voz de Vegas también era firme.
-Tu no sabes nada. Bien, no me lo des- se giro dándole la espalda.
Macau soltó un suspiro abriendo una lata de cerveza para dársela a su hermano.
Se quedaron así un rato hasta que vieron a los otros regresar. En busca de algo de beber.
-¿Te divertiste?- le pregunto Macau a su hijo.
-Si, ahora tu ven a jugar conmigo- lo jaló del brazo haciéndolo pararse.
-Esta bien... pero papi Chay también- lo tomó de la mano jalandolo.
-Oye.. pero estoy.. cansado- dijo entre risas pero dejándose llevar de todos modos.
-Tiene mucha energia- se dejo caer a un lado.
-Lo se.. y tan tranquilo qué es todo el tiempo- respondió Vegas abrazandolo.
-Estuve pensando en algo- le dijo Pete.
-¿Qué es? Cuentame- respondió besando su mejilla.
-Para navidad..- Vegas solto una risa.
ESTÁS LEYENDO
Inesperadamente
RandomVegas es finalmente feliz y libre de las ataduras de su padre desde hace algunos años. En cuanto se graduó de la universidad y consiguió un empleo se mudo a un departamento. Lejos de los negocios turbios, eso era lo mejor, estaba harto de los confli...