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-¿Cuales son los planes?- le pregunto un compañero de turno mientras caminaban a la salida.

-¿Planes para que?- pregunto de vuelta Pete confundido.

-Bueno.. te vas de vacaciones ¿Qué harás?- le dio un ligero empujón.

-Nada. Creo que solo descansare en casa, necesito eso- soltó un suspiro.

-Ah.. con el novio qué tienes, dudo que te deje descansar mucho, al menos no por las noches- le dijo en un tono sugerente saliendo del hospital.

-Callate, no es asunto tuyo- lo golpeo en el hombro en medio de una sonrisa nerviosa- Te veo en dos semanas-

Se despidió caminando hacia donde usualmente Vegas lo esperaba en el auto.

-¡Papi!- Pete sonrió al ver como el pequeño Venice corría hacia él.

-Ten cuidado, te puedes caer- lo tomó en sus brazos para cargarlo.

Después de la visita al padre de Vegas donde lo llamo de esa forma por instinto, se volvió más natural qué el pequeño lo identificará de esa forma. A Pete no le molestaba, estaban bien con eso.

-Si pero.. mira..- el pequeño extendió su mano para mostrarle un chocolate.

-¿Quien te lo dio? Se ve delicioso- termino el recorrido hasta el auto.

-Para ti- dijo simplemente el pequeño entregandoselo.

-Que lindo mi niño- beso su mejilla- gracias- lo ayudo a entrar al asiento trasero.

-Yo los compre, falta mi agradecimiento- le reclamo Vegas abrazandolo contra la puerta cerrada del auto.

-Ah.. si- despacio se acerco a besarlo con lentitud. Separandose segundos después.

-Me estas provocando- susurro Vegas en medio de un suspiro.

Pete sólo soltó una risa entrando al asiento del copiloto. Si, era cierto, lo provocaba a propósito, mientras más tiempo lograron pasar a solas, él fue conociendo las debilidades de Vegas, como seducirlo, atraparlo y hacerlo perder el control. A veces Pete se sentía mal pero no podía evitarlo, ver como su novio lo recorría descaradamente de pies a cabeza subía un poco su autoestima, se sentía deseado, nunca pensó que disfrutaría esa situación, hasta ahora. Sin duda esas cosas dependían de la persona, con el correcto no sentía nada forzado ni incomodo.

-¿Qué quieres hacer en tus vacaciones?- le pregunto Vegas cuando llegaron al departamento.

-No lo se, tu tienes trabajo, Venice tiene clases y Macau igual.. creo que solo me quedaré a descansar en casa- comentó mientras entraba a la habitación buscando un cambio de ropa cómoda.

-Puedes decirme si quieres hacer algo, veremos la forma de cumplirlo- le dijo repitiendo sus acciones.

-Estoy bien, no hay nada en especial qué quiera hacer. Solo dormiré mucho- dijo divertido.

La tarde paso con normalidad, comieron juntos y esperaron a Macau para la cena. Llego más temprano de lo habitual, la historia era que su querido Chay vendría a pasar la noche con él, no era un secreto, Pete y Vegas sabían que fue lo primero que hizo al mudarse, pero nunca lo había mencionado tan directamente.

-Quiero ir- mencionó Venice con un puchero.

-¿A donde quieres ir?- pregunto Pete recogiendo los platos.

-Quiero ir con tío y Chay- se quejó viendo a Macau- ¿Si?-

-No, no puedes ir con ellos- respondió Vegas bajandolo de la mesa.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora