Un papá de cuidado

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Vegas tenia muchos exámenes qué calificar al ser final de semestre. Llevo todo al auto para hacerlo en casa, ya era hora de ir por Venice.

-¿Qué sucede?- le pregunto al pequeño al verlo caminar despacio hacia él. 

-Lo siento papi- Vegas se puso de rodillas para quedar a su altura.

-¿Por que?- pregunto levantando su rostro.

-No.. niño, no pude...es mas grande- los ojitos del menor empezaron a humedecerse- colores y juguito... se tomo mi juguito ne manazana-

-Ya... tranquilo- parecía comprender qué era lo que sucedía. Cargo al pequeño en sus brazos y se acerco con una de las maestras a pedir explicaciones.

-No señor, fue una confusión. El otro niño simplemente tomó por error la caja de jugo, pero a Venice se le dio otra nueva- justifico- Los niños comparten cosas, quizás solo esta confundiendo las cosas, es pequeño-

-No. Mi hijo es lo suficiente compartido como para entender eso. Que casualidad que siempre es el mismo niño el qué hace las cosas contra él. Ustedes me pidieron una lista de cosas para MI hijo, aquí las tiene todas con su nombre así que ¿por que permiten qué las usen otros? En ese caso exijan a esos padres qué vuelvan a traer lo que sus hijos ya no tienen en lugar de simplemente hacer a los otros compartir a la fuerza. ¿Por que tiene mi hijo que llorar al no poder usar su color favorito mientras otro simplemente se lo quita? Les pago lo suficiente porque se prometen como un lugar de cuidado y miren lo que recibo- molesto era poco, admitía qué era una tontería lo que estaba reclamando, pero a Venice nada ni nadie lo iba a hacer llorar.

-Cálmese señor, se les cuida bien a los niños. Solo son cosas materiales- intento tranquilizarlo la mujer.

-¿Cosas materiales? Hay cosas que tienen valor sentimental ¿Usted sabe porque mi hijo solo bebe jugo de manzana? ¡No! Solo piensa que es fácil darle otra caja y listo... porque para usted es algo material pero para nosotros no. Espero que hablen con los padres de ese niño, mientras tanto... iré a poner mi queja directamente con el comité y no me refiero aquí en la guarderia, si no al de la institución en general, es decir con los dueños- soltó un suspiro acariciando la pequeña espalda de Venice qué aun lloraba un poco.

-No es necesario, lo arreglaremos de manera interna- comentó algo inquieta.

-Yo si lo veo necesario y lo haré. Usted no lleva mucho tiempo aquí, por si no lo sabe doy clases en el colegio de preparatoria de este mismo instituto así que si, tengo como hacer mi queja directa. Sobre como el personal de la guardería qué cuida a los hijos de empleados no son capaces de manejar a los niños y como permiten abuso de los más grandes con los pequeños y los justifican como accidentes qué ellos mismos ocultan. Porque mi hijo llega a contarme todo en casa, también se de las veces que ese niño le ha roto sus dibujos y no le dicen absolutamente nada. Debería cuidar su trabajo maestra, esos problemas empezaron hace poco.. qué causalidad- se dio la vuelta con el pequeño aun en pequeños espasmos.

-Dime quien es ese niño ¿Ya se fue?- pregunto mientras iban a la salida.

-No, adentro- respondió un poco más tranquilo el pequeño.

-Bien, esperaremos, esos padres también me van a escuchar- llegaron al auto y Vegas subió al asiento trasero cargando a Venice para limpiar sus mejillas- Ya mi amor no llores, papá lo arreglara- beso su frente.

-¿Estás..  molesto?-pregunto abrazandose a él de nuevo.

-Si pero no contigo Venice, ese niño ya te hizo muchas cosas, siempre es el mismo- Venice asintió con la cabeza- ¿Es un niño nuevo?- volvió a asentir.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora