Presentaciones

559 74 3
                                    

Vegas llegó agitado al área recorriendo con la vista hasta ver dos figuras sentadas en una mesa. Distinguio perfectamente los pies pequeños colgantes qué jugaban en la silla.

Cruzo con prisa la calle jalando la silla con fuerza inclinandose a la altura del menor.

-¿Estás bien? ¿Por que saliste? ¡Sabes que no debes irte solo!- reviso su cabeza, brazos, piernas y finalmente su rostro lleno de restos de galleta.

-Lo... siento..- el pequeño empezó a llorar de nuevo.

-¿Por que le gritas? Te dije que estaba asustado- Pete hablo con molestia, consiguiendo una mirada de Vegas.

-Perdón pequeño- lo levanto de la silla abrazandolo. Bajando su voz a una más suave- ¿Te duele algo? ¿Alguien te hizo algo?- se separo un poco revisando de nuevo.

-No- negó con la cabeza más traquilo- Yo... papá fue afuera- Vegas limpio las lágrimas del pequeño.

-Lo se, fui un tonto, no debí dejarte solo- volvió a abrazarlo- Debí cerrar bien la puerta- beso su frente varias veces antes de sentarse finalmente en la silla con el sobre sus piernas.

-¿Si es tu papá, Venice?- pregunto Pete aun algo desconfiado.

-Si, papá Vegas- asintió con su cabeza varias veces.

-¿Donde.. lo encontraste?- pregunto mirandolo.

-Del otro lado, estaba llorando detrás de unas plantas. Dijo algo de su papá, una luz roja y su mamá-le respondió Pete mirando alrededor, dandose cuenta que solo había venido él, ninguna mujer estaba cerca.

-¿Por que te fuiste Venice?- pregunto suavemente jugando con el cabello del pequeño.

-Afuera.. yo vi na luz papá.. pero después no- negó con la cabeza mirandolo- mamá ahi-

-No, ya dijimos que esta lejos- suspiro- ¿Le.. compraste esto? ¿Cuanto te debo?-

-No es nada, es lindo, tranquilo, educado- dijo Pete poniéndose de pie, su trabajo ahí había terminado, el cansancio del día regreso a sus hombros recordándole qué moría por ir dormir.

-Te daré una recompensa, lo que quieras. Dinero, muebles, ropa, zapatos, lo que quieras pídelo- dijo poniendose de pie también con el pequeño en brazos.

-No es nada, no lo hice por eso. Los niños necesitan ser protegidos siempre, si no me acercaba yo, quiza el próximo hubiera sido algún loco- colgó su mochila de nuevo y recogió la basura para llevarla al bote.

-Acepta algo, me sentire mejor. ¿Puedo ofrecerte alguna cena en el mejor restaurante qué prefieras?- sugirió, se sentía en gran deuda con ese chico, reconoció el nombre del hospital en la manga de su uniforme.

-¿En esta situación? ¿En serio? ¿Hasta esto aprovechan para invitar a alguien a salir?- rodó los ojos. Era increíble para Pete, casi se creía eso del buen hombre de familia, pero ahí estaba, como todos, tocando tu fibra sensible para hacerte caer en los encantos.

-¿Qué? No, lo dije en serio. Es como agradecimiento- saco su cartera y tomo una tarjeta- Mira, aquí están mis datos, puedes llamarme cuando te decidas como cobrarte. No sabes cuanto te agradezco- beso de nuevo la frente del pequeño.

-Esta bien- Pete tomo la tarjeta despacio- Pero no me debes nada, solo cuidalo mejor. Si tanto te preocupa, ya no te distraigas, el niño se asusto mucho por estar solo. Eso es suficiente, ellos siempre son rápidos para escapar de manera silenciosa- camino hacia ellos.

-Ahora lo se- respondió Vegas mirando al pequeño- ¿Como te llamas?- pregunto.

-Pete- tomo la mano suavemente del pequeño con una sonrisa- Ya no salgas de casa solo Venice, obedece a tu papá ¿Si?-

-Si, afuera solo no- asintió con su cabeza- gracias con el jugo- le respondió el pequeño.

-De nada- apretó su mejilla con cuidado aun sonriendole.

Vegas se quedo con su mirada alternada entre el pequeño y su nuevo salvador.

-Muchas gracias y en serio, no dudes en pedir algo cuando lo necesites- dijo por última vez.

-Cuidalo muy bien. Al menos tiene sus datos en ese brazalete pero es peligroso- Pete se despidió con la mano mientras retomaba su camino a pie.

Vegas se quedo ahí con su pequeño y su manita despidiendo torpemente a Pete en el aire.

-¿Te hizo algo más?- pregunto seriamente.

-No, me dio jugo y galletas- el pequeño volvió a mirarlo.

-Creí que te había pasado algo, me asuste mucho- volvió a llenar de besos su frente y sus mejillas también.

-Te extrañe papá- el pequeño se abrazo de nuevo con fuerza.

-Yo también. No volveré a dejarte solo, pero Venice, recuerda que si papá no está no debes ir afuera- acaricio su mejilla con cuidado, viéndolo asentir.

Pete regreso a su departamento en silencio, la preocupación parecía genuina en ese hombre, la forma en que el niño se aferro a él tambien era desesperada.

Entro y cerró la puerta, puso el seguro en la perilla y la cadena en la parte de arriba. Negó con la cabeza recordando la imagen, casi sintió su corazón doblegarse ante ese papá, pero la invitación a una cena era completamente innecesaria.
No importaba qué tan guapo le haya parecido ese hombre, no iba a aceptar que lo lleve a cenar como excusa, aunque sintiera ese algo extraño dentro de él al recordar lo sedoso que se veia su cabello, ni como se ajustaba su camisa en los brazos cuando levanto al pequeño, mucho menos al pensar en lo bien que se veían sus dedos índice y medio con esos anillos plateados cuando tomo la tarjeta. Soltó un suspiro sintiendo algo de calor. Se quito su uniforme, se dio una ducha fría y solo se hizo una malteada antes de dormir.

-Papá..- Vegas levanto la vista al escucharlo, aun ahi de pie -cena..- Venice acaricio su pancita.

-¿Tienes hambre?- pregunto con una sonrisa, consiguiendo otro asentimiento- Bien, buscaremos algo de cenar, le llevaremos a tu tío, después nos hace una escena por no invitarle nada. ¿Qué quieres?- pregunto caminando hacia otra dirección.

-Quiero.. pollo- dijo después de pensarlo un momento.

-Bien, buscaremos eso- aunque sus brazos de cansaron, Vegas no lo dejo bajarse. Lo cargo todo el camino hasta que compraron la cena y regresaron a casa.

Vegas encontró a Macau viendo televisión, lo que sea que iba a decirle se le olvidó al ver la cena.

-Espero que ahora si tengan para mi- dijo acercándose a la mesa.

-Claro que sí, casi me haces un berrinche la última vez por el pastel- dijo Vegas divertido bajando finalmente a Venice de sus brazos y yendo directo a poner los dos seguros de la puerta- De ahora en adelante, siempre debe estar puesto al menos la cadena de la parte de arriba- indicó bajo la mirada de Macau.

-Entiendo- dijo como si nada sacando el galón de jugo para servir los vasos.

Cenaron para despues ir cada uno a su habitación, Vegas le dio un baño a Venice, aprovechando para revisar con atención su cuerpo, en busca de cualquier rasguño qué no haya visto a primer plano, pero no había nada, tampoco se veía incomodo ni que algo le doliera.

Le puso su pijama y se acostó con él en la cama, abrazandolo para dormir.

Vino a su mente la imagen de ese chico sonriendo y apretando la mejilla de Venice. Lo miraba con tanta amabilidad y lo tocó con tanto cuidado qué algo dentro de él se removió ahora que lo pensaba fuera de lo aturdido del momento.

-Linda nariz- susurro con una sonrisa- también tenia lindos labios, aunque los usara para hablarme asi- soltó una risa en voz baja- ¿Qué hacemos Venice? ¿Deberíamos ir a buscarlo al hospital donde trabaja?- acaricio la mejilla del menor dormido- No, no me debo distraer, me pidió eso. Esperaremos a ver si nos llama- beso su frente una última vez antes de intentar dormir para seguir con su rutina normal al día siguiente.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora