Los días siguieron su curso con normalidad, Pete seguía siendo invitado constantemente a cenar por parte de Venice. Durante las salidas juntos pasaban cosas, como tomarse de las manos ocasionalmente, alguna caricia ligera en la espalda o cintura, incluyendo besos cortos de despedida.
Habían salido otro par de veces solos, a citas más rutinarias como ir a un café, Pete tenia miedo de parecer aburrido cuando lo propuso pero Vegas no tenia problema. De hecho, fue útil porque descubrió qué Vegas realmente era un hombre de mundo, conocía muchos lugares, sabia cosas de todo tipo y Pete quedo más maravillado cuando lo escucho hablar en más idiomas.
Aunque su lista de virtudes iba en aumento, algo dentro de Pete se destruía un poco, comenzaba a sentirse poca cosa comparado con él. Vegas debería estar con alguien de su mismo estatus. Eso pensaba en este momento, era su día de descanso y habían decidido ir juntos a hacer la compra del supermercado. Subieron al elevador con las bolsas y el pequeño Venice en medio cargando su caja de cereal favorito.
-Ve por Macau, dile que vaya por el resto de las bolsas Venice- le indicó al pequeño que siguió caminando hasta tocar la puerta- Estuviste callado de regreso-
-Si.. lo siento- respondió bajando las bolsas y sacando sus llaves.
-¿En que piensas?- pregunto suavemente.
-En que tu y yo vivimos en mundos diferentes... no entiendo. ¿Por que vives en un lugar como este? Puedes tener una vida tranquila con tu padre, es muy lógico que tuviste otro nivel social cuando creciste- mencionó con voz calmada.
-Te dije que solo quiero una vida tranquila y promedio- se encogió de hombros.
-¿Por que?- pregunto ahora curioso.
-Problemas familiares... sabes que tengo un problema con los negocios de mi padre- respondió acercandose- No pienses en esas cosas-
-Es que como no hacerlo... deberías tener una fila de chicas o chicos más..interesantes qué yo- bajo su mirada al suelo.
-Pero el que me interesa eres tu, tienes muchas cualidades también...- Vegas tomo con cuidado su cintura acercandolo- eres lindo, trabajador, educado, amable, cariñoso, dulce, cálido, responsable... y cocinas muy bien según lo que me ha contado Venice en sus visitas- le dijo con una sonrisa.
-Si.. soy bueno en la cocina- admitió sonriendo de vuelta.
-Creo que eres lo que quiero y necesito en mi vida, por eso estoy escogiendote a ti- dejo un beso rápido en sus labios.
-No, Venice puede vernos- le dio un ligero golpe en el brazo.
-¿Y que? Venice ya te hizo parte de nosotros desde antes- se acerco dejando otro beso más.
-Basta- dijo entre risas al sentir las cosquillas en sus costados.
-No puedo, tu risa es preciosa, tu sonrisa también...- subió una mano hasta el rostro para sostenerlo mientras le daba un beso más profundo con suavidad y lentitud. Uno de esos que dejaban a Pete sin aliento.
-¡Pete!- su beso lleno de romance fue interrumpido al escuchar su nombre.
-Mamá- se separo dando un pequeño empujón a Vegas- papá.. ¿Qué hacen aquí?- pregunto al verlos de pie frente a ellos.
-Vinimos de paseo y quisimos saludar...- respondió su madre.
-Pero estas muy ocupado señorito- esta vez le reclamo su padre.
-Ah..Él es Vegas- lo señalo- son.. mis padres- los presento de forma torpe.
-¿Fueron al supermercado juntos?- pregunto la madre de Pete al ver las bolsas juntas en el suelo.
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Inesperadamente
RandomVegas es finalmente feliz y libre de las ataduras de su padre desde hace algunos años. En cuanto se graduó de la universidad y consiguió un empleo se mudo a un departamento. Lejos de los negocios turbios, eso era lo mejor, estaba harto de los confli...