Compras

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-Duele...- Vegas se detuvo para ver al pequeño que habia dejado de caminar, sentándose en el suelo.

-Parate, esta sucio- dio un par de pasos hacía atrás y lo levanto de la mano.

-Duele..- volvió a quejarse moviendo sus piernas.

-¿Te cansaste? Solo caminamos por el estacionamiento- rodó los ojos al verlo asentir- bien, supongo que puedo llevarte arriba- lo cargo para subirlo al carrito del supermercado.

-Cereal- señaló el estante por el qué iniciaron el recorrido.

-Que exigente eres, te tenia muy consentido- suspiró avanzando- Tiene años que no veo una caja de esto ¿Cual te gusta?- pregunto.

-Ese... de colores- puso el señalado en el carrito.

Así recorrieron despacio todos los pasillos, entre compras para él y Macau ya hacia gastos razonables, no tenía problemas porque su padre le mandaba dinero para los gastos de su hermano. Sin embargo, una boca más, en especial una consentida como la de Venice, aumentaba seriamente la cantidad final.

-Más- le dijo cuando dejo una bolsa con manzanas.

-No, con esas, ya llevamos muchas frutas- siguió avanzando a pesar del puchero qué llevaba el pequeño- Según lo que leí, debo comprar alguna cosa para que vayas al baño, pero creo que eso no esta aquí-

-Quiedo uno- Vegas se detuvo al escucharlo, siguiendo la dirección de su dedo. Iban por el pasillo de juguetes.

-No, tienes muchos- se negó avanzando.

-¡Quiero!- detuvo el carrito al sentir el pataleo.

-¡No! Ya tienes suficientes. No hagas esto-le dijo intentando modular su voz al ver como la gente volteaba a mirar.

Avanzó aun cuando el llanto ya se había hecho presente.

-Basta.. te.. te comprare un helado ¿Te gusta el helado?- el llanto se detuvo convirtiéndose solo en pequeños espasmos.

-Helado.. si-con algo de torpeza se acerco a limpiar las lágrimas del pequeño.

-Ya... no llores- el menor estiró sus brazos hacia él- ¿Qué?- pregunto.

-Abrazo- dijo aun sorbiendo un poco su nariz.

-Ah.. claro- lo saco del carrito para cargarlo, sintiendo como se aferraba a su cuello en un abrazo fuerte.

-Mami..- sintió un vacío en el estómago al escuchar la voz muy baja del pequeño.

-No.. no esta, lo siento Venice- lo sostuvo un rato mas con fuerza- ¿Mejor?- pregunto separandose un poco.

El menor asintió con la cabeza y él lo dejo de nuevo en el carrito. Vegas nunca había sido alguien muy sentimental, pero algo dentro de él se removia con fuerza cada que caía en cuenta de la situación. Sus ojos picaban un poco, como si quisiera llorar sin saber muy bien porque, quizás solo le daba pena no poder explicarle esta situación al niño. Debía ser más cálido con él, aunque tal vez le tome tiempo.

Terminaron en la caja haciendo sus compras. Paso saliva con fuerza al ver el monto final dando su tarjeta al pagar.
Acomodo todo en el coche y dejo al menor en el asiento trasero con el cinturón de seguridad.

-Helado- le dijo cuando encendió el auto.

-Si, lo se. No se me olvida- le dijo despacio saliendo del lugar.

Paso por un autoservicio comprando algo para el pequeño. Se estaciono un momento para dejarlo comer un poco, podía no haber cuidado un niño nunca pero no era estúpido, si manejaba el niño podía golpearse con la cuchara o peor, derramar todo en el asiento del auto.

Regresaron al departamento después de eso, bajando una parte de lo que compraron.

-Ve por las demás cosas, deberías haber estado esperandonos en el estacionamiento del edificio-le dijo a Macau qué veía televisión en la sala.

-Pero si llevabas un ayudante- le dijo viendo como el pequeño iba con su caja de cereal en brazos- Ah.. claro, creo que al final tu tienes que cargarlo a él- soltó una risa pero termino yendo por el resto de las cosas.

-Veamos en linea- Vegas se sentó en el sofa con su tablet en mano después de haber guardado todas las compras.

-¿Qué buscas?- le pregunto su hermano.

-Comprare los muebles en línea y la cosa del baño también, no puedo ayudarlo a ir al baño, es extraño, incluso él está incomodo- reviso el catalogo de la tienda hasta que encontró lo que buscaba en la sección de bebés- ¿Cual te gusta?- le pregunto al pequeño mostrando los muebles de closet.

-Ese- señaló uno color verde menta.

-Bien... ahora aquí ¿Cual?- le mostró varias camas.

-No- negó con la cabeza-  con papá-

-No vas a dormir conmigo, debes tener tu propia cama- le dijo mostrando otra página del catalogo.

-No. Solo no- negó rápido de nuevo para volver su atención a un juguete.

-Bien... aun eres pequeño, lo intentaremos despues- encargo otro par de cosas para la habitación y confirmo el pedido.

-¿Como harás mañana para trabajar?- le pregunto su hermano después de un rato.

-No lo se, lo llevare conmigo, es tranquilo. Creo que puedo tenerlo en el salon- contesto antes de ir a intentar cocinar algo para la cena.

Lejos de todo pronóstico de los hombres de negocios qué eran en su familia, el quería estar lo más alejado posible de eso. Termino asistiendo a la universidad en lenguas extranjeras. El dinero de su padre le ayudo a asistir a cursos fuera del país, dejando su curriculum mejor preparado.

Así que en cuanto salio de casa, fue contratado rápido para dar clases de inglés en un colegio privado de renombre, tenia un horario fijo, de lunes a viernes, descanso en días feriados y vacaciones escolares. Lo más ideal para su vida pacífica, ganaba relativamente bien, lo suficiente para mantenerse él solo con algunos caprichos.

Llevar a Venice no parecia ser problema, solo lo sentaría en algún lugar del salón para que coloreara o algo así. Ya buscaría una guardería o quien sabe, debía informarse, quizá el niño ya debía ir al jardin de infantes y Vegas ni enterado.

-¿Qué hay de tus clases?- le pregunto ahora él a su hermano.

-Woah.. dos días y ya eres todo un adulto paternal incluso conmigo- el mayor rodó los ojos con fastidio.

-Solo es una pregunta... ¿Qué hay del chico del viernes?- pregunto sirviendo los platos con la cena.

-Ah.. si tengo su número, es muy lindo- dijo con una sonrisa.

-Nunca te metes dos veces con el mismo ¿No eres tu el que quiere una relación?- pregunto divertido- Venice, a cenar-

-No te adelantes, quiero seguir viéndolo pero no se mucho sobre una relación-

Iniciaron su cena, Vegas tenia que divirise entre ayudar con su cuchara a Venice y comer él mismo. Debía empezar a acostumbrarse a esta rutina.

Terminaron de comer, le dio una ducha para despues dejarlo viendo televisión en la cama mientras era su turno en la ducha.

Al salir encontró al pequeño dormido con un peluche de gato en sus brazos. Se acostó a su lado, era extraño dormir con alguien más, en este sentido qué no era alguno de sus encuentros ocasionales.

De forma automática el menor se giro para abrazarse a él, como la noche anterior. En ese momento lo miro con atención, se veía tan tranquilo e indefenso dormido. Acaricio su mejilla suavemente, podia reconocer sus propias facciones, había visto fotos propias de pequeño y aunque no era idéntico, era difícil negar su parecido con él.

-Lo siento Venice, debes tenerme paciencia. No estaba en mis planes ser papá, pero lo intentare- acaricio su cabeza escuchando como el menor balbuceaba cosas sin sentido. Haciéndolo reir- Fue nuestra culpa qué te quitaran a tu mamá, siempre tuvo miedo, pero tu vas a estar a salvo- lo rodeo con su brazo como pudo sintiendo su respiración pausada intentando conciliar el sueño.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora