Palomas

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-¡Pete!- grito el pequeño cuando se abrió el elevador, corriendo hasta llegar a donde el mencionado quitaba la llave de la puerta. 

-Hola Venice ¿Cómo estas hoy?- pregunto acariciando su cabello. 

-¡Feliz! Papá.. iremos a ver animales- dio algunos saltos de emoción. 

-¿En serio? ¿A donde?- pregunto levantando la vista hacia Vegas. 

-Hoy le mencionaron algo sobre eso en la guardería, no tengo cosas que hacer así que lo llevaré al zoológico, es pequeño el de la ciudad pero nunca ha ido a uno, creo que le gustara- respondió con una sonrisa.

-Papá... ¿Pete puede venir?- pregunto jalando la mano de Vegas.

-Si él quiere... si- levanto su mirada hacia él. 

-¡Si! Ven a verlos- se acerco de nuevo a Pete jalando sus manos. 

-No lo se, yo...- paso saliva con fuerza. Bajo la mirada a la expresión expectante y sonriente del menor que jalaba juguetonamente su mano- Bien... supongo que puedo ir- dijo con una sonrisa sin poder resistirse. 

-¡Si! ¡Vendrá papá!- se giro emocionado hacia Vegas. 

-Ya escuche, camina. Debemos ponernos guapos- el pequeño asintió caminando por el pasillo. 

-Siempre me invita a todos lados- comento divertido Pete abriendo su puerta.

-Lo siento, debes estar cansado de ir a comer con nosotros estos días- se disculpo Vegas.

Con el nuevo horario de Pete era mas fácil verlo por la mañana o bien cuando llegaba por la tarde, cada que se veían Venice no perdía la oportunidad de invitarlo a comer con ellos afuera más tarde. Vegas ya no se sorprendía, su pequeño había desarrollado alguna especie de vinculo con Pete y su vecino cada vez aceptaba, sin poder romper la ilusión en la mirada del niño. 

 -Me la paso bien, ya te dije que es lindo. Los dos lo son..- dijo sutilmente. 

-¿Me incluyes?- pregunto con una sonrisa- ¿Estas... intentando llamar mi atención con un cumplido?- 

-Claro que no, lo hago por Venice, pero... sabes que eres atractivo. Cada que salimos muchas te miran detenidamente- respondió entrando finalmente a su departamento. 

-No estés celoso, solo tengo ojos para ti desde que te conocí- le guiño un ojo. 

-Tienes mucha confianza- dijo rodando los ojos- Ve a ponerte guapo con tu hijo, haré lo mismo- 

-No tardaras entonces, con lo que sea te veras igual de lindo. Tocare tu puerta en un momento- 

Vegas se retiro a abrir la puerta a un impaciente Venice. Ese tipo de conversaciones habían aumentado los últimos días, comentarios esporádicos con cumplidos sutiles por parte de ambos. Si, abiertamente los dos estaban coqueteándose mutuamente, pero salía de forma tan sencilla y natural que no pudieron notar el momento exacto en el que cruzaron esa línea. 

Pete incluso había cambiado un poco su closet, había comprado mas accesorios y se atrevió a prestar mas atención al cuidado de la piel, sumado a revisar tutoriales en línea sobre resaltar algunas facciones.  

-Creo que así esta bien, no debo parecer desesperado- puso algo de perfume en su cuello y muñecas, mirándose al espejo una ultima vez antes de sentarse en el sofá de la sala- ¿Por que me siento ansioso? He salido con ellos muchas veces... pero solo a comer, esto... suena a una cita- se puso de pie con los nervios en el estomago. 

-Yo.. yo también papá- le pidió Venice a Vegas cuando lo vio ponerse colonia en el cuello.

-Bien.. ven- aplico solo un poco en el pecho de su overol de mezclilla- listo- reviso una ultima vez la mochila del pequeño con un cambio de ropa, toallitas húmedas y una gorra. Vegas ya sabia que tener siempre a la mano.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora