Pete estaba sirviendo la cena como todos los días mientras Venice dibujaba en la sala.
Chay no le dijo cual era su respuesta, se quedo con la incertidumbre, no quería parecer entrometido ni presionar con algo que no era su asunto. Tampoco se habían encontrado con Macau, a veces solo veía el auto salir del edificio a la misma hora que él para el trabajo.
-Voy a salir- le dijo Vegas mientras se ponia su chaqueta de cuero negra.
-¿Otra vez?-pregunto Pete molesto.
Toda la semana había notado como en algunas noches Vegas se duchaba, cambiaba su ropa de vestir por una más casual, tomaba su chaqueta y solo le decía que saldría. Regresando pasada la media noche y oliendo a cigarrillo.
-Es por trabajo- respondió simplemente tomando las llaves del auto.
-¿Qué clase de trabajo?- pregunto siguiéndolo hasta la puerta.
-Son asuntos con mi padre.. no estoy metido en problemas, solo que debo verificar unas cosas- abrió la puerta.
-¿Y tienes que ir tan arreglado? ¿A donde vas?- pregunto aun molesto.
-Eso no importa.. regreso más tarde- se acerco a besar su mejilla antes de salir del departamento.
Recogió el plato qué había servido para él y lo cubrió, lo dejaría ahí para cuando regresara.
Venice y él cenaron con tranquilidad, después le dio un baño y finalmente fueron a dormir los dos.
Al día siguiente despertó con su alarma, se dio un baño y se puso su uniforme para finalmente salir de la habitación hacia la otra, suponía que Vegas habia llegado a dormir ahí para no despertarlos, pero no era así, la cama seguía perfecta. Salió a la cocina encontrando el plato de comida exactamente igual. No mentiría, sintió una punzada de inseguridad, él no había llegado en toda la noche.
Se hizo algo rápido de desayunar, pensando en ir a buscar a Macau para que cuidara de Venice, cuando la puerta se abrió, dejando ver a un Vegas claramente desaliñado y con una cara qué Pete reconocía perfecto, ese era un hombre con resaca.
-Huele bien- se acerco a él en la cocina.
-Apestas a alcohol y cigarro, date un baño- le dijo de mala gana.
-¿Me dejaste comida?- pregunto revisando el plato- Siempre lo haces, eres increíble- intento acercarse para un abrazo.
-No, ve a darte un baño, no quiero que Venice te vea asi- termino de comer su desayuno y guardo el resto para llevarlo al trabajo.
-Bien, te llevaré al trabajo, es sabado- le dijo saliendo de la cocina.
-Es tarde, ya me voy, bañate, calienta eso en el microondas y hazle de desayunar a Venice- salio azotando la puerta con fuerza- No pienses tanto, no lo pienses Pete- se repitio a si mismo todo el camino hacia el trabajo.
Estaban iniciando mes así que lo rotarían de servicio, estaría con las embarazadas. Era un área relativamente tranquila, ahí llevaban a las mujeres que ha habían tenido a sus bebés, no había mucho que hacer más que monitoreo y analgésicos, por lo general podían ir al baño solas y esas cosas. Aun así se mantuvo lo suficiente ocupado toda la mañana.
-¿Y que hago?- escucho qué una de ellas hablaba con un familiar mientras él hacia su recorrido en las camas.
-Tal vez no es lo que piensas- le respondió la otra mujer.
-¿Como no? Mira como me veo, ya le di lo que quería, un bebe y ahora me toca quedarme como la ama de casa feliz mientras él vuelve con sus amigos y no se que más por las noches- Pete paso saliva con fuerza.
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Inesperadamente
RandomVegas es finalmente feliz y libre de las ataduras de su padre desde hace algunos años. En cuanto se graduó de la universidad y consiguió un empleo se mudo a un departamento. Lejos de los negocios turbios, eso era lo mejor, estaba harto de los confli...