-No puedo creer que después de tantos años no te sabes hacer el nudo de la corbata- un molesto Pete arreglaba el cuello de la camisa de Vegas.
-Me gusta cuando la haces tu- respondió llevando sigilosamente las manos al trasero de Pete para apretarlo.
-No seas grosero- le dio un golpe en el pecho.
-Estamos en casa no pasa nada- le dijo muy relajado besando sus labios.
Terminaron de arreglarse, tocando la puerta de Venice para que se apresurara. Era su ceremonia de clausura del bachillerato.
-A ver.. espera- lo detuvo Pete acomodando algunos cabellos- listo.. ese es mi niño- le dio una sonrisa saliendo del departamento.
Vegas manejo hasta el estacionamiento de la escuela, aprovechando su pase de profesor para tener un lugar asegurado.
Se separaron en cuanto llegaron, Venice con sus demás compañeros de generación y ellos buscando un asiento entre los padres de familia.
Leyeron algunas frases, entregaron diplomas por calificación y aprovechamiento, siendo unos de esos para Venice, específicamente en el segundo lugar. Y finalmente les dieron su certificado a todos. Pasando uno por uno.
Después de la euforia del momento, regreso con sus padres, recibiendo un ramo de flores qué Vegas traía escondido en el auto y había ido por el.
Movió su cabeza por todos lados, peinando el lugar con la mirada.
-Alla- Pete lo giro un poco- junto a la escalera-
-¿Puedo..?- pregunto mirando a los dos.
-Claro, ve- le dijo Vegas con una sonrisa.
Esos dos se la pasaron en citas casuales y repentinas por varios meses. Hasta que el otro chico se animo a confesarle la verdad a su madre. Venice se preocupo cuando el chico lo llamo llorando porque sentía que decepciono a su mamá. Así que mantuvo distancia un par de semanas. Aun así, su impulsividad adolescente pudo más y Venice se las arreglo para ir a hablar directamente con ella.
La mujer estaba algo sorprendida pero no decepcionada, era su hijo y su bien más preciado, pero tenia miedo, porque a veces la gente es muy cruel. Tantas noticias y cosas horribles qué suceden día con día.
Una vez aclarado ese asunto, ambos se sintieron más tranquilos. Volviendo a sus citas inofensivas. Venice incluso no se había atrevido a besarlo aun, se ponía nervioso y ambos se quedaban sin saber que hacer.Y así llegaron a la graduación, lo vieron llegar corriendo a abrazar al otro chico al punto de cargarlo por la emoción.
Saludaron a la distancia a la madre del joven, ya la habían conocido un par de veces en otros eventos escolares. Era una buena mujer, pero trabajaba mucho, ser madre soltera no era sencillo. Todo el día estaba ocupada y el chico estudio en ese colegio por una beca qué cubría la mayoría de sus mensualidades.
Caminaron hasta ellos mientras seguían hablando emocionados de como ya serían independientes en la universidad. Causando gracia a los mayores, que ya sabían lo que venía por delante.
El evento termino y se fue cada uno por su camino, ya tendrían tiempo en las vacaciones para seguirse viendo.
-¿Entonces si es tu novio o no?- pregunto Vegas después de ordenar la comida en el restaurante.
-No papá, aun no le hago la pregunta- respondió nervioso.
-Este es un buen resultante, puedes traerlo aquí, pedir un postre especial, tu sabes esos donde escriben con jarabe de chocolate o asi- le dijo como sugerencia.
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Inesperadamente
RandomVegas es finalmente feliz y libre de las ataduras de su padre desde hace algunos años. En cuanto se graduó de la universidad y consiguió un empleo se mudo a un departamento. Lejos de los negocios turbios, eso era lo mejor, estaba harto de los confli...