Terminaron de desempaquetar los muebles. El de cajones fue puesto a un costado del closet. Consiguió el asiento especial para que el pequeño practicará ir al baño solo. Y había aprovechado para pedir algunas cajas armables de plástico y tela, una para los juguetes y otras para la colección de zapatos que tenia este niño, más grande que la propia.
-Que cansancio- suspiro su hermano.
-Ni hiciste nada, solo armaste las cajas y son de tela- rodó los ojos limpiando el mueble y empezando a vaciar la ropa del niño en los diferentes cajones.
-Papá.. mira- el pequeño corrió a mostrarle una hoja con garabatos- Es bonito-
-Si, muy bonito ¿Como se llama?- pregunto ganándose la curiosidad de Macau qué se acerco a ver el dibujo.
-Mhh.. azul- dijo después de un rato llevándose su hoja de vuelta.
-¿Qué era eso?- pregunto su hermano.
-Un perro ¿No?- respondió acomodando ahora los zapatos.
-¿Como va a ser eso un perro?- pregunto confundido.
-No lo se. Ya me acostumbre a sus dibujos supongo- se encogió de hombros.
-¿Lo llevaras a la guarderia?- pregunto sentándose cuando regresaron a la sala.
-Es caro, pero no puedo tenerlo siempre en el salon- Vegas cerró los ojos sintiendo dolor de cabeza.
-¿Le pedirás dinero a papá?- pregunto.
-No lo se. No quiero caer en eso, es darle todo el acceso a nosotros- abrió los ojos sin cambiar de posición.
-¿Y si.. le ayudas en los negocios? Ya lo ayudabas antes- sugirió su hermano.
-Tienes suerte de que nunca pasaste por eso. Así fue como descubrí las cosas que hacía, no me gusta. Me enviara a cobrar cuotas y dar palizas- negó con la cabeza.
-Pero me refiero a la empresa ¿Puedes ayudar ahí no?- su hermano encendió la televisión.
-No lo se. Ir a la empresa es dejarlo solo tambien- Vegas bajo la mirada al pequeño que se había quedado viendo los dibujos animados.
-Entonces dile directamente qué te de algo extra, después de todo él lo mando contigo, seguramente lo quiere solo para tener a quien heredar el negocio- su hermano se encogió de hombros- Sabe que de mi no va a conseguir ninguno-
Soltó una risa al escuchar lo último. Macau cambio el canal a uno de deportes, causando qué Venice se girará a verlo claramente molesto.
-No, vuelve- se puso de pie hasta llegar al chico.
-No, quiero ver el juego- respondió cuando el pequeño intento quitarle el control remoto.
-¡No! Quiero ver dinosaulio- el pequeño empezó a golpear y pellizcar la pierna de Macau- Dame- mientras se estiraba para quitarle el control.
-Oye.. qué agresividad. Duele- quito con brusquedad el agarre del menor y le dio un pequeño empujón para alejarlo, haciéndolo caer sentado en el suelo.
-Pa..¡papá!- el grito resonó por todo el lugar mientras una sesión de llanto ensordecedor se hacia presente.
-Ya.. ya..- se acerco a levantarlo, cargandolo en sus piernas mientras él menor era un mar de lágrimas.
-Duele- se quejó con su manita atrás.
-¿Duele? A ver...- se alteró un poco y comenzó a revisarlo sin encontrar nada fuera de lo normal.
-Solo esta exagerando, cayo sentado, no se pego en ningún lugar- contesto algo irritado su hermano.
-Macau, debes tener cuidado. ¿Y si se lastima de verdad? No lo vuelvas a empujar así- le dijo seriamente mientras el pequeño aun tenia pequeños espasmos de llanto.
-Solo se asusto, no le paso nada. Dejame ver el juego, su llanto no me deja escuchar- Vegas rodó los ojos, se sentía molesto por la falta de responsabilidad en las actitudes de su hermano.
-¿Te asustaste?- le pregunto al menor mientras lo abrazaba con fuerza, sintiendo las manitas aferrarse a su camisa.
-Mami..- dijo entre suspiros.
-Ven- se puso de pie cargandolo para ir a la habitacion- lo siento pequeño, Mami no esta- lo acostó en la cama dándole su peluche de gato.
-Pero duele... Mami sabe- volvió a llevar su manita a su parte trasera.
-Perdón..hago lo que puedo- se acostó a su lado dejándolo acurrucarse y llevando su mano al mismo lugar- ¿Aquí?- pregunto en voz baja consiguiendo un asentimiento- Ya.. ya.. Shhh.. fuera el dolor- dio pequeñas caricias y golpecitos en la zona- listo.. se fue-
Vegas no sabia mucho de crianza, pero Macau solía ser muy dramático con cada caída o raspón menor, siempre terminaba haciendo cosas como esta para tranquilizarlo. Al parecer funcionaba con todos los niños.
-Papá..- abrió los ojos sintiendo las manos del pequeño en su rostro- Mami.. ¿lejos?- pregunto inocentemente.
-Si, Mami esta lejos.. pero yo te voy a cuidar- como si fuera un reflejo limpio las lágrimas del pequeño y dejo un beso en su frente.
-Eso.. así no duele- dijo con una sonrisa señalando su frente- otro-
-¿Así se va el dolor?- el pequeño asintió rapido- Bien- se acerco a darle otro con una sonrisa.
Después otro en la mejilla izquierda, otro en la derecha y finalmente termino haciéndole cosquillas. Consiguiendo carcajadas de parte del pequeño.
Era extraño pero por alguna razón, no se sentía incómodo haciendo eso. Su dolor de cabeza se fue por un segundo al escuchar las risas del menor.
Encendió la televisión de la habitacion, dejando los dibujos animados para distraerlo. Su mirada fue a la puerta donde encontró a Macau recargado. Se puso de pie para llegar hasta ahí.
-¿Qué?- pregunto en la puerta.
-Creo que si querías ser papá- le dijo con una sonrisa.
-No importa, ahora lo soy. No es tan diferente, tuve que cuidarte a ti casi toda tu infancia- revolvió su cabello.
-Antes me hacías cosquillas a mi asi- dijo divertido.
-¿Celoso? Ven aquí, te daré cariño tambien- se acero a pellizcar su mejilla.
-Oye no, es raro, dejame- se alejo con una expresion de asco.
-Macau.. lo dije en serio, ten cuidado. Si no mides tu fuerza lo puedes lastimar de verdad, aunque sea un accidente- le dijo más serio con los brazos cruzados.
-Entiendo, no lo empujare otra vez- respondió con una mueca.
-Bien. Llamare a papá- saco su teléfono.
-¿Le pedirás dinero?- pregunto su hermano.
-No, primero preguntaré por la vigilancia y después le comentaré la situación. Veré que opciones me da- salio por completo de la habitación y fue a la cocina para hacer su llamada.
Alcanzo a ver como su hermano terminaba de entrar a la habitación y por la puerta abierta distinguía como se acostó a un lado del pequeño para chocar los puños. Y decirle algo que lo hizo reír. Automáticamente causando una sonrisa en él también.
Su padre accedió a mandarle un poco más de dinero con los depósitos de Macau, para ayudar con los gastos del niño. A cambio de que no le diera un guardaespaldas. Aun seguían recuperando las bajas y no querían dejar ir a ninguno. Lo pensó un momento pero termino accediendo, asegurando qué eso era temporal, que cuando estabilizara sus finanzas le diría que dejara de enviar ese dinero extra.
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Inesperadamente
RandomVegas es finalmente feliz y libre de las ataduras de su padre desde hace algunos años. En cuanto se graduó de la universidad y consiguió un empleo se mudo a un departamento. Lejos de los negocios turbios, eso era lo mejor, estaba harto de los confli...