Oficialmente

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Habían pasado algunas semanas, el contrato de Pete ahora si era de forma indefinida en el hospital, lo que significaba qué no tenia la preocupación de que perdiera su empleo.

Las cosas con Vegas estaban bien, los abrazos y besos habían vuelto a la normalidad, de vez en cuando los subían de tono pero sin cruzar la línea. Las visitas a su departamento también se hicieron más recurrentes, en especial para la hora de comida, donde Vegas terminaba con menús similares qué tenían cansado a Venice, llegando Pete como todo un salvador a hacer cosas nuevas.
También había tenido oportunidad de tratar más con Macau, era un lindo chico, su amigo Chay estaba cada día más enamorado de él. Romance juvenil. Pete estaba feliz por ellos pero algo dentro se rompía al recordar todo lo que hizo equivocadamente por dejarse manipular por su ex.

Su horario se había quedado fijo en la mañana, con descanso el día domingo. Habían contratado otros chicos más, así que ya era asunto de los nuevos cubrir los fines de semana.

-¿A donde vamos?- pregunto cerrando la puerta de su deparamento-¿Donde esta Venice?- pregunto mirando por el pasillo.

-Esta vez iremos a cenar solos... Macau se quedo cuidandolo- respondió rodeando su cintura con sus brazos.

-La última vez salio muy mal- comentó avergonzado por la escena de él borracho con vino.

-No te dejare beber alcohol hoy, necesito que estés muy sobrio- beso rápidamente sus labios antes de tomar su mano y bajar por el elevador.

-¿Iremos al mismo restaurante?- pregunto Pete ya en el auto.

-No, encontré uno italiano, tu espagueti es delicioso pero este sabe diferente, creo que usan más especias- respondió saliendo del estacionamiento.

Minutos después llegaron a su destino. Los llevaron a su mesa y ofrecieron la carta. Hicieron su pedido tomando limonada mineral, en lugar del vino.

Platicaron sobre sus días cansados de trabajo, al parecer a Vegas si le preocupaba que Venice tenía más problemas con ese otro niño, le seguía quitando sus crayones, le quitaba sus dibujos y hasta le había llenado su ropa de pegamento un día. Estaba muy molesto porque las cuidadoras, decían que eran accidentes cuando la versión de Venice era qué el otro niño lo hacía a propósito.

-Tal vez debas cambiarlo de lugar.. ellos no se harán responsables- respondió Pete finalmente.

-Lo se... lo he pensado, pero es la que mejores instalaciones tiene- respondió Vegas pensativo.

-Entonces enséñale a defenderse- frunció el ceño.

-Creí que no eras de los que golpeaban- dijo Vegas divertido.

-No me gusta la violencia...pero algunos niños deben aprender qué no se pueden meter con quien sea, todos podemos defendernos de un abusivo- respondió firme.

-Claro que sí, todos debemos defendernos a nosotros mismos- respondió Vegas mirando fijamente a Pete, ahí estaba. En el fondo lo sabia pero quería seguir en negación.

-¿Qué dicen tus alumnas?- pregunto más relajado.

-Ah ni me preguntes... es un dolor de cabeza repetir todo porque no me escuchan- soltó un suspiro- Adolescentes son exhaustivos-

-Pero te gusta mucho darles clase, veo como preparas el material.. te esfuerzas- respondió Pete con una sonrisa.

-Pete...- lo llamo suavemente- llevamos meses así, salimos, nos besamos y un poco más...- empezó diciendo- me gustas, quiero intentarlo de verdad, ahora si. Nos hemos conocido lo suficiente en mi opinion- saco del bolsillo una cajita de terciopelo- No es.. la joya más grande.. pero quiero que simbolicen este dia- se acerco hacia él abriendola- ¿Quieres ser mi novio? Oficialmente- pregunto mostrándole el par de anillos a juego, anillos de pareja.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora