Mudanza

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-No recordaba tener tantas cosas, en estos años reuní mucho- Pete soltó un suspiro empaquetando otra caja más.

Había terminado su trato con la renta del departamento. Le dieron las llaves y comenzó seriamente a preparar sus cosas en el tiempo libre para moverse poco a poco.

El dormitorio ya contaba con todos los muebles, así que suyo solo eran objetos personales, ropa, zapatos, algunas cosas como lámparas o decoraciones del lugar.

Había movido la mayoría de cosas en sus ratos libres antes de ir al trabajo pero aun tenia algunas cajas ahí.

Cerró la última etiquetandola  como basura, en esa iban los regalos, recuerdos y fotos con su novio que no sabía aun conservaba hasta este momento.

Tomo un taxi para dirigirse al nuevo departamento con lo último de sus pertenencias. Debería hacer nuevos amigos, mover todo esto por su cuenta es cansado. Por suerte el vigilante del edificio le ayudo cada vez.

Por la hora prefirió irse al trabajo, al terminar su jornada fue cuando tomo el transporte para ir al dormitorio, al día siguiente seria su próximo dia de descanso, así que aprovecharia para limpiar y entregarlo en buenas condiciones. Saco la caja restante a la zona de basura y después fue a comprar algo de cenar, su alacena y refrigerador ya estaban vacíos.

Regreso mirando alrededor el lugar. Ese pequeño dormitorio había sido testigo de muchas cosas, de su emoción cuando llego, de sus ilusiones al decorar con pequeñas cosas, de sus visitas con amigos, de sus primeras citas con su novio, pero también de los malos ratos, los golpes, los gritos, las humillaciones, su dolor, su llanto. Y estos últimos era lo que más pasó ahí dentro. Así que al final tenia más recuerdos negativos del lugar. Se dio una ducha rápido y se puso el único cambio de ropa que dejo para ese día. Antes de acostarse por última vez en esa cama a dormir.

-¿Me extrañas? Yo también precioso, descuida, iré a darte lo que quieres pronto- Pete escucho la voz su novio hablando por teléfono al llegar corriendo al auto, tarde, otra vez.

-¿Con quien hablas?- pregunto haciéndolo voltear y colgar la llamada.

-Entra, es tarde- subió al asiento del copiloto y viajaron en silencio al dormitorio, estacionando afuera.

-Dime con quien hablabas- volvió a decir levantando la mirada.

-¿Me estas cuestionando?- le pregunto claramente molesto- No te ando preguntado con quien te fuiste a meter para tardarte-

-Yo no hago eso y tengo derecho ¡Soy tu novio!- apenas termino de hablar su rostro dio un giro por el golpe.

-No me gritas. Y no eres nadie para cuestionarme. Mejor piensa que te falta para llamar mi atención otra vez- Pete sintió sus ojos húmedos, esa era una ligera confirmación de que si estaba con alguien más.

-Lo siento.. ¿Qué quieres que haga?- se giro a verlo nuevamente.

-Nada, creo que esto ya no da mas- dijo con tranquilidad su novio tomando su telefono -Largo, bajate-

-No, ven conmigo. Subamos juntos- se acerco a tomar su rostro para llamar su atención.

-No quiero, mirate, subiste más de peso, tu rostro se ve horrible por ir de noche al hospital, no se me antoja tocarte otra vez- quito con brusquedad sus manos.

-Pero.. te gustaba mucho. Puedes atarme, te gusta eso, podemos hacerlo asi- volvió a tomar su rostro para intentar besarlo.

-¡Dije que no! Eres como una zorra desesperada ¿Tanto te gustaba como te daba sin parar?- pregunto divertido.

-Si, si me gustaba. Quiero que lo hagas otra vez- pidió llevando sus manos al pantalón del chico- Tómame todo lo que quieras pero hazlo-

-No, te dije que ya no me dan ganas contigo- fue empujado nuevamente.

-¿Por que? Yo.. yo te amo- dijo al borde del llanto.

-Aparte de que ya no me atraes, te ves horrible.. Pete, por favor, no es divertido si no te resistes- salio del auto para rodear y abrir el copiloto- Largo, tengo que ver a alguien-

-No, quedate conmigo. Yo puedo, puedo hacerlo como quieres- le dijo mientras era jalado con fuerza fuera del auto.

-¿No lo entiendes? Ya me canse de ti, dejó de ser divertido estar contigo. No me provocas nada. Además.. quien sabe cuantos en esos hospitales ya te cogieron igual que yo. No me gustas, no te quiero- fue empujado con fuerza y tropezó con un escalón cayendo al suelo. Viendo como el auto se iba.

Subió triste hasta su dormitorio escuchando su teléfono sonar con un mensaje.

"Por si no te quedo muy claro, terminamos. No me vuelvas a llamar, no vendré más por ti, no seas una molestia"

Se sentía solo, triste, abandonado, era aburrido estar con él, por eso lo dejaron.

Lo busco algunas semanas, preguntando por él a algunos conocidos. Lo llamo, envio mensajes, pidió perdón pero no consiguió nada. Solo más malos tratos y recordatorios de como no había logrado enamorar más a su novio a pesar de acceder a todo, como se había vuelto un chico aburrido y que solo terminaba cansando a su pareja por su sumisión.

Pete despertó por su teléfono sonando, había olvidado apagar la alarma un día antes. Lo tomó como una señal de que debía hacer esto rápido.

Hizo limpieza general, barrer, sacudir, ventanas, mesas, muebles, baño. Cuando todo olía a lavanda se sintió satisfecho. Guardo sus últimas cosas en la mochila qué había dejado y se acerco a la administración a dejar las llaves. Revisaron todo y le devolvieron el deposito qué había pagado cuando rento ese lugar. Había olvidado ese detalle, sin querer había recuperado algo de dinero.

Fue al cajero a revisar su cuenta del trabajo, a este punto ya debían haberle pagado su primer quincena. Se emocionó mucho, era un buen número, aun así lo más satisfactorio era qué se lo ganó él mismo con su esfuerzo. Su primer sueldo. Merecía celebrar. De regreso a su nuevo departamento compro algo de comida rápida, aun era temprano y aunque quisiera descansar de todo, tenia que desempacar más cosas.

Una vez termino su comida fue sacando más de su ropa en el closet, así como las cosas del baño y otras que usaría de inmediato.

-Con eso es suficiente... no tengo prisa en hacer esto. Debería descansar- había cambiado sábanas limpias en la cama, se sentía tranquilo y relajado de ver diferente su entorno.

Esperaba poder deshacerse de esos sueños que le jugaban malos ratos y pésimo descanso. El cambio de lugar debía ayudar un poco, sabia que no podía olvidarlos por completo pero al menos que no lo atormetaran mientras duerme seria grandioso.

-¿Debería empezar a aceptar invitaciones?- se pregunto a si mismo, no era secreto. Algunos chicos lo invitaban a salir y coqueteaban un poco con él pero siempre ponía su línea muy marcada- No, no estoy listo para eso. Todos querrán sexo de inmediato- suspiro quitándose ideas de la cabeza- No caeré como estúpido otra vez por unas palabras bonitas- se acomodo mejor en la cama abrazando una almohada para dormir mejor.

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora