Visita

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Dos semanas después Vegas volvió al trabajo, solo debía mantener un vendaje ligero en el brazo, mientras terminaba de cicatrizar la herida.

Todos habían vuelto a su día normal, esporádicamente encontraban a Chay en el departamento de Macau, aunque no sabían cual era la verdadera relación nuevamente.

-¿En serio tenemos que ir?- pregunto irritado Pete un sábado llegando del trabajo.

-Tengo que arreglar unos asuntos con mi padre, en especial sobre seguridad- respondió Vegas mientras servía la comida.

-No quiero verlo, sigo molesto- suspiro sentándose con Venice en las piernas.

-Tampoco quiero, mucho menos enterarme de lo que esta haciendo pero es necesario Pete, me guste o no debo saber a cuantos tiene por ahí con asuntos pendientes- se sentó finalmente con ellos a la mesa.

-Papá.. ¿Vamos con los peces?- pregunto el pequeño antes de comer algo de espagueti.

-Si, iras a ver a los peces- respondió mientras continuaban con su comida.

Terminaron su día con normalidad, Pete había lavado ropa y dejado todos los uniformes listos en el closet, eso incluía los de Venice y la ropa de vestir de Vegas. Se dejo caer en la cama cansado.

-¿Me vas a dar mi recompensa?- pregunto Vegas posicionándose sobre él.

-No, Venice esta en casa- respondió separándose.

-Te extraño- acaricio su muslo.

-Y yo a ti pero con el niño en casa no haremos eso- quito la mano y se puso de pie.

-Deberíamos dejárselo a Macau otra vez- dijo con una sonrisa.

-No lo creo, tu hermano se ve horrible últimamente. Creo que se ha estado quedando con tu padre para cuidar a Win por las noches- respondió Pete preocupado.

-Cierto.. me gustaría defenderlo pero no puedo, es su responsabilidad- hizo una mueca.

-No hables, tu corriste con suerte de que la mamá de Venice si lo quiso, no como esa mujer que solo lo utilizo- comento molesto.

-Lo se- Vegas se puso de pie para abrazarlo- aun así.. estoy seguro de que él hace lo que puede-

-Ayer lo vi despidiéndose de Chay en la entrada- Pete se giro a verlo- Yo creo que si están juntos otra vez-

-Lo averiguaremos algún día- beso su mejilla- ¿No puedo tener una probada?- sostuvo su cintura con fuerza.

-No- respondió entre risas- es hora del baño de Venice, adiós- se soltó del agarre para ir a buscar al pequeño qué veía televisión.

Al día siguiente mientras desayunaban Macau le envío un mensaje a Vegas, diciendo que lo veía directamente en la mansión.

-¿Listo bebé?- le pregunto Vegas al pequeño que sostenía su nuevo peluche de dinosaurio.

-Si, vámonos- respondió moviendo sus pies inquietos.

Llegaron rápido, estacionando el auto en la entrada principal, encontrando otro automóvil, no tan nuevo como el de Vegas pero lo suficiente bien cuidado y de los últimos años.

-Voy a enseñarte a conducir- le dijo a Pete mientras entraban bajo la mirada de los guardaespaldas.

-No quiero, me da miedo- respondió sosteniendo la mano de Venice.

-Pero Pete, es lo mejor.. no sabes lo peligroso que fue para ustedes moverse en transporte público, están más expuestos- le respondió- Quiero que aprendas por si se requiere más adelante-

InesperadamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora