📍Birmingham 2021
La luminiscencia del nuevo día me ofuscó el rostro de una manera impactante, la luz era poco toleraba ara mis ojos y se provocaba un dolor punzante aún más fuerte que el que tenía en la cabeza ¿Qué mierda me había pasado para sentirme así? Sentía un peso más escabroso sobre mi cuerpo, que me inmovilizaba por completo, por inercia solamente pude levantar mi mano para cubrir los ojos que me dolían cada vez más, me quedaba dormido cada vez que parpadeaba paulatinamente. Estaba boca abajo y me puteaba internamente por no haber cerrado bien la persiana anoche.
Con mucha flojera levante mi mano hacia la mesa de luz donde estaba mi teléfono y lo alcance con mucha dificultad
11.00 am, la puta madre.
El vuelo de Olivia, lo había olvidado por completo, con desmoralización me incorpore en la cama sintiéndome completamente mareado y aturdido, obligándome a cerrar los ojos para recobrar fuerzas de quien sabe dónde para parame y poder vestirme. La cabeza me iba a explotar en cualquier momento. Cuando pude, volví a abrir los ojos, había ropa regada por toda la habitación y el pie de cama era un desastre, seguí con mi vista penosamente analizando y buscando un porqué de mi inmoderado dolor de cabeza y el desarreglo de la habitación, hasta que me gire hacia mi lado derecho de la cama y cubrí mi rostro ante la imagen que tenía.
Hace un par de días atrás, mi compañero y amigo de equipo, Countinho, había concretado una salida fortuita a un bar que solíamos frecuentar con la idea de presentarme a alguien, lo que hasta ese momento no sabía eran sus intenciones. Después del divorcio, me había insistido tanto que saliéramos para yo poder despejarme y no darme la cabeza de pensar tanto en Olivia, lo que nadie entendía era que simplemente no podía ni quería sacarme a Olivia de la cabeza.
Llevaba días rechazando las invitaciones de mi amigo en las que insistía en presentarme a alguien hasta que un día accedí, con pocas ganas me fui hasta el bar y allí me presento a una vieja amiga de el que estaba de visita en la ciudad, según él. Mandinha. Era una joven bastante peculiar, simpática y atractiva. Nos habían presentado y muy incómodamente de mi parte entablamos una conversación, no iba a negarlo, su capacidad para hablar muy trivialmente era buenísima y al final del encuentro habíamos pegado buena onda, pero a pesar de eso no sentía que era de buen agrado lo que mi amigo había hecho.
Después de la impensada presentación, Mandi y yo hablábamos muy esporádicamente por mensajes hasta que comenzamos a concretar citas casuales. Su presencia me agradaba pero me era imposible sentirme cómodo a su lado, todo el bendito tiempo tenía en mi cabeza a Olivia y eso me estaba matando. Aun así, a partir de un primer intento de Mandi en incitar un acercamiento entre ambos, le había hablado claro de mis sentimientos, de lo destruido que estaba por el divorcio y de cómo no había poder humano que sacara de mi cabeza a aquella mujer que iba a darme un hijo, agradecí que ella lo haya comprendido.
Pero era ahora donde no comprendía, si, efectivamente anoche habíamos salido juntos a un pequeño bar de la zona entre charla y charla comenzamos a beber, pero después de eso no tenía más recuerdos en mí. ¿Cómo le explicaba a mi cerebro que, que hacia Mandinha desnuda en mi cama?
Me levante con delicadeza para no despertarla y con mucha consternación me agarre la cabeza con las manos, muriendo de dolor de cabeza y tratando de entender que mierda había pasado. Por favor, Emiliano, no seas tan hijo de puta, te la cogiste ¿Qué otra explicación hay? Esto era lo último que me podía estar pasando. Salí de la habitación rápidamente y me fui hasta la cocina en busca de un vaso con agua, el arrepentimiento me estaba ahogando y necesitaba aclarar mi mente pero el dolor de cabeza no me lo permitía.
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Calamitoso Divorcio |Emiliano "Dibu" Martínez|
Fanfic-Y ahora yo los declaro... Marido y mujer. Puede besar a la novia- Si, esa, la misma imagen de ese maravilloso día, es la que tengo ahora en un cuadro frente de mí mientras descansa la décima copa de vino sobre mi mano. El enorme ruido del silencio...