Compañía advenediza

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📍Birmingham 2021

Habían pasado 6 días desde que Olivia se había ido de Birmingham. Sí, estoy al pendiente de todo e incluso de las últimas novedades de AFA, ya sea en redes y canales deportivos. No había tenido la valentía suficiente para llamarla, y lo poco que sabía de ella era por boca de Buendía a quien Camila le contaba cómo iban las cosas pero eso no me hacía sentir mejor, necesitaba saber más de ella.

En 3 días teníamos que estar en Argentina y sentía como la ansiedad se acercaba a pasos agigantados. Sentía la presión de cumplir con el Villa, de responder en los entrenamientos y de concentrarme en Argentina. La mañana la había iniciado en el club, entrenado para el próximo y último partido antes de arribar a mi país, por lo que al llegar el medio día mi cuerpo lo único que pedía era un descanso, me despedí de los chicos y salí directo hacia la camioneta

Llamada entrante de Mandinha

Suspire pesadamente al ver su nombre en la pantalla. Después de lo ocurrido la madrugada del 20 de Febrero, mí frustración por no saber qué había pasado entre aquella mujer y yo, mas allá de lo evidente de la situación, era más que fuerte. Días después me volvió a llamar y accedí a hablar con ella, realmente lo necesitaba, necesitaba aclarar todo y con todo me refería a lo sucedido esa noche. Posteriormente de la "charla" que tuvimos quedo más que claro que ambos habíamos sido víctimas del alcohol y nos dejamos envolver por las injurias de la bebida, y aunque la excusa no era la mejor eso me hacía sentir un reverendo estúpido.

La relación entre ambos era simple, no podía negar que su compañía me hace ciertamente bien, pero tampoco quería usarla como escapatoria de mi realidad. Realidad en la que Olivia ya no formaba parte. Si tenía que poner un título a esta relación era "Solo amigos", a pesar de lo sucedido y de sus evidentes ganas de ir un poco más allá, tenía mi pensamiento claro y era que ambos nos llevamos bien pero hasta ahí.

Un desliz. Por qué el amor que sentía por Olivia, me tenía enredado a ella y haber compartido mi cama con otra mujer sentía que me había convertido en el infeliz más grande que hay.

-Mandi- conteste su llamada

-Hola Emi, ¿Cómo estás?- dijo del otro lado

-Bien, un poco cansado- conteste sin ganas

-¿Estas en el Villa?-

-Sí, estoy saliendo de aquí ya- algo quería, eso ya lo sabia

-¿Te parece si voy a tu departamento a ayudarte con las maletas?-

Faltaban días y yo no tenía ni armada la cuarta parte de mis maletas, por supuesto que necesitaba ayuda pero ¿Cómo se lo iba a pedir a ella? Había pensado incluso en llamar a mamá y que ella me guiara. Pero si era Olivia la que sabía hasta que camisa me gustaba usar y cual no. La puta madre Olivia me haces falta hasta en las cosas mínimas.

-En 10 minutos llego al departamento- dije

No sé si estoy haciendo bien o mal las cosas, lo que si se es que este departamento representa un porción de mi vida, y es la parte más triste, apenas llegue me puse a levantar ropa que había tirada, basura que había en la cocina y limpiar un poco. Mandinha no era la mejor de las opciones para que me ayudara con mis desastres pero era lo que había. Al cabo de unos minutos el timbre sonó indicando su llegada, por lo que muy a mi pesar me asome hasta la puerta dándole paso a aquella figura femenina de estatura media

-Hola Emi- dijo ella dejando un beso en la comisura de mis labios

-Mandi- respondí con cierto desgano

Calamitoso Divorcio |Emiliano "Dibu" Martínez|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora