Final agridulce

934 66 16
                                    

📍Rio de Janeiro, 2021

¡Argentina! ¡Argentina! ¡Argentina!

Las voces en conjunto resonaban en la parte superior del colectivo que nos llevaba directo al estadio horas antes de iniciar el partido más importante de todos. Los aplausos, los cánticos y las voces creaban un clima victorioso en el traslado más cargado de ansiedad que podía haber tenido

-¿Scaloni dio ya el equipo titular?- consulte a Daddy quien cebaba los mates de la ronda

-Lo mando hace 10 minutos creo- respondió –Al final va a poner a Cuti de titular-

El defensor había jodido tanto con querer jugar la mayor parte de tiempo posible que había dado resultado, pero un pequeño impedimento podía impedir que estuviera por tanto tiempo dentro del campo de juego debido a su minúscula lesión en la rodilla, misma que debíamos infiltrar al llegar para que resistiera por lo menos hasta un segundo tiempo.

La llegada al estadio fue una revolución, el ruido de los aficionados dentro de la cancha ya se podía sentir y la emoción de los jugadores aumento sus ánimos aún más, como un santo remedio. Ingresamos juntos al vestuario donde nos recibieron gratamente y así comenzó la locura de los vendajes, las infiltraciones, los masajes y la preparación de todos, en un compás perfecto, sin mucho desorden, bajo control, escuchando unas breves indicaciones de parte de Scaloni quien mostraba una presencia confiada y serena. Envidiable.

Ajuste por última vez los vendajes del capitán, controlando mis nervios paralizantes que sostenía en todo el cuerpo

-¿Nerviosa?- pregunto

-Un poco, si- conteste con la voz entrecortada –en mi vida me imagine que iba a estar atendiendo las piernas de Lionel Messi- comente cortando la tensión, provocando la risa tímida del capitán –decía entre mí, voy a necesitar los años de carrera de Daddy para hacerlo-

-Nah, so' un buen instrumento acá, una de las mejores kinesiólogas- esbozo

-Gracias, es muy significativo para mí que lo digas- me confesé

-¿Y? ¿Cómo vamos?- ingreso Daddy al consultorio

-Ya estamos listos- dije

Daddy había confiado en mí una responsabilidad única que cualquiera en mi lugar desearía tener y eso era la atención única hacia el capitán de la selección argentina, una labor de la que sentía mucho orgullo y de la que estaba eternamente agradecida

-¿Doctora Andrade?- una voz interrumpió el consultorio y al darme vuelta me encuentro con uno de los utileros

-Si-

-La buscan- comento –en las tribunas, me dijeron que la hablara-

-¿A mí?- pregunto extrañada, a lo que el joven asintió

Salí junto con el quien me guiaba hacia la salida que llevaba la cancha ¿Quién me buscaba y por qué razón? No negaba que me generaba intriga pero a la vez cierta incomodidad

-¿Quién es?- pregunte en el camino

-Dijo que era urgente, era un muchacho-

Llegamos hasta el sector de las tribunas y buscando entre la gente señalo un lugar. Grite de la emoción al verlo agitar sus brazos haciéndome señas, me abrí paso hacia las tribunas pidiendo al guardia por favor que dejara ingresar al sector

Calamitoso Divorcio |Emiliano "Dibu" Martínez|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora