📍Birmingham, 2021
Yo siempre había sido fiel creyente de la intuición propia y los presentimientos que rondan ante una situación que deduces va a ser caótica o negativa, era un sentimiento muy único en mí y eso me había traído buenos resultados casi en todos los casos que aplicaba esta técnica, pero hoy había decidido dar el brazo a torcer y dejar de hacerle caso por un segundo a aquella intuición por un simple hecho de brindarle la oportunidad que creía era necesaria para Emiliano. Acto fallido.
Hui despavorida ante la situación en el bar, después de comprobar que efectivamente esa mujer seguía en su vida ¿Cómo iba a pensar que no había nada entre ellos? ¿Ya era un hecho que estaban juntos? ¿Por qué lo llamaba? ¿Sabrá acaso que va a tener un hijo? ¿Hace cuánto tiempo están juntos? ¿Porque creí por un momento que el realmente estaba arrepentido por lo que había ocurrido hace un mes atrás? Si, eran demasiadas preguntas.
Llegue como pude a la casa y baje cargando con una angustia y una furia increíble, me sentía una tonta, defraudada de mi misma y con una desilusión inmensa sobre aquel hombre que juraba hacer lo que sea y sus hechos hablaban todo lo contrario.
Deje mis cosas sobre el sofá y camine escaleras arribas. Tenía un sinfín de preocupaciones sobre mí y la angustia me estaba ganando, pero ya no quería llorar más. No debía llorar más.
Mantenía mi mirada fija al techo recuperándome interiormente, buscando prolongar la relajación que mi cuerpo sentía al estar sobre la cama y buscando en algún punto fijo un poco de paz de manera que pudiera quedarse en mi interior y evitar un derrame de emociones encontradas. Hasta que gire mi vista hacia el reloj que se encontraba en la mesita de luz el mismo indicaba la llegada del mediodía, a lo que junte de a una por una mis fuerzas y me levante de la cama con intenciones de dirigirme hacia la cocina para preparar algo para almorzar.
Mientras dejaba que se cocine tranquilamente todo, volví a la sala para buscar mi teléfono
9 llamadas pérdidas de Emiliano
12 llamadas pérdidas de Cami
3 videollamadas perdidas de Pablito
1 llamada perdida de Papu
6 llamadas pérdidas de Daddy
1 llamada perdida de Emi Buendía
Y un sinfín de mensajes que dejaron los chicos en el grupo, aparte de los mensajes individuales de cada uno. Hasta que sobre la pantalla apareció de nuevo una videollamada de Pablo Aimar
-Perdón, estaba en la cocina- empecé diciendo
-Nos vas a matar de un susto, boluda- comento preocupado
-¿Me dejan que sirvo mi comida? y de ahí hablamos tranquilos- propuse viendo a Daddy sumarse a la videollamada
-Dale-
Volví a la cocina para verificar que mi almuerzo estuviera listo para servirlo y volver a la sala para conversar con mis dos confidentes
-Aquí estoy de vuelta- hablé mientras aparecía de nuevo en la pantalla
-¿Y? ¿Cómo te fue hoy? Conta boluda, dale- insistió el cordobés
-Bastante bien- disimulé –Todo está en perfectas condiciones, gracias a Dios-
-Buenísimo- comentó Daddy
-¿Y ustedes que hacen?- pregunte curiosa
-Nosotros estamos acá, mateando un poco previo al entrenamiento de los muchachos de la sub-17- comentó Aimar
ESTÁS LEYENDO
Calamitoso Divorcio |Emiliano "Dibu" Martínez|
Fanfic-Y ahora yo los declaro... Marido y mujer. Puede besar a la novia- Si, esa, la misma imagen de ese maravilloso día, es la que tengo ahora en un cuadro frente de mí mientras descansa la décima copa de vino sobre mi mano. El enorme ruido del silencio...