Capítulo 35- Promesas imposibles

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—Hemos perdido tanto tiempo...

Abrazados como si no quisieran soltarse nunca, WangJi y Wuxian pudieron abrir sus corazones y aclarar todas las dudas que se habían instalado entre ellos durante el tiempo de su separación, que había resultado muy traumática para los dos: los sentimientos estaban intactos, aunque ellos ya no eran los mismos: WangJi estaba serio y taciturno. Wuxian sabía, porque XiChen lo había deslizado en sus conversaciones, que su carácter se había vuelto tan irascible como en la época en que lo había conocido, en Lan Enterprises. Pero en sus ojos ya no se notaba el enojo sino un dolor profundo, que le hizo daño:

—¿Crees que nuestro amor no es tan fuerte como para soportar los golpes? —Aunque Wei Wuxian ésta vez se había esforzado por seguir adelante, se sentía inseguro respecto al futuro.

Lan WangJi suspiró mientras estrechaba un poco más los brazos alrededor de su espalda:

—No lo sé, Wuxian. Ya no quiero pensar en eso... Pero creo que si nuestro amor no fuera realmente fuerte, no habría sobrevivido a todas estas pruebas.

El chico tampoco quería pensar. Cuando lo vio, parado dentro de su apartamento, esperándolo con los brazos abiertos, se aferró a él y ya no quiso soltarlo mientras hablaban y trataban de averiguar por qué las cosas habían vuelto a ocurrir de esa forma, cuando ya una vez habían sufrido la soledad de la distancia.

—Fue mi culpa —musitó WangJi—. Yo no debí haberte dicho lo que me contó mi tío. Tendría que haber adivinado que ibas a usarlo en su contra. Pero estaba tan sobrepasado por la situación, que necesitaba decírselo a alguien. No te voy a negar que me enojé bastante cuando supe que lo habías revelado en el juicio…

—Lo sé. —Wuxian se tensó y trató de alejarse de él, pero WangJi no se lo permitió:

—XiChen me dijo una cosa que me hizo reflexionar; me dijo que todo lo que hiciste, fue por amor. ¿Es así, Wuxian? —El chico, aún tenso, no le respondió, y WangJi, algo confundido por su silencio, siguió hablando—. Quiero que me prometas un par de cosas: primero, que nunca más vas a hacer algo a mis espaldas, y segundo, que pase lo que pase, no dejarás de hablar conmigo para aclarar las cosas.

Wuxian ejerció un poco de fuerza para separarse de él, que lo soltó mientras lo observaba, confundido por su actitud.

—No puedo prometerte nada, Lan WangJi. Si tengo que hacer algo a tus espaldas para ayudarte, lo haré. Y por supuesto que jamás te lo diría.

WangJi lo miró, sorprendido: Wuxian había cambiado; parecía que se había vuelto más fuerte:

—Eres un obstinado, Wei Ying...

A pesar de su expresión triste, al chico casi se le escapó una sonrisa:

—Mira quién habla.

                         ***

El primer beso fue tímido, como si temieran que al besarse se fuera a destruir el hechizo, y volvieran a estar solos, como lo habían estado desde hacía un año. Con los ojos cerrados, WangJi se entregó a la caricia, y gimió dentro de la boca de su amado cuando sintió sus manos que, con prisas, tironeaba de su ropa para quitársela.

—Wei Ying… Espera… —No quería apurarse, sino disfrutar ese sueño que unos días atrás le habría parecido imposible. Pero Wuxian quería vivir la realidad: cuando echó su cabeza hacia atrás gracias a un fuerte tirón de su cabello, para besarlo a gusto, WangJi sintió que el tiempo de las tristezas se había terminado, y que todo volvía a ser como antes—. Duele, amor —alcanzó a decir, cuando Wuxian dejó de besarlo, por un segundo, para tomar aire. Pero solo recibió otro beso aún más profundo en respuesta.

Wei Ying de a poco volvió a ser el mismo, juguetón y cariñoso, fogoso y apasionado mientras le reclamaba abrazos y caricias. Y Lan Zhan se acostumbró a perder un poco de pelo cada vez que hacían el amor.

Estuvieron tres días juntos: WangJi  había dejado todo listo en su empresa para que nadie lo molestara, y Li Zhang había arreglado en secreto las cosas de Wei Ying para que nadie reclamara por él en esos tres días.

—Ese maldito, siempre está confabulando contigo —se quejó Wuxian.

—Li Zhang te quiere mucho, y haría cualquier cosa por ti. 

—Lo sé. En todos estos años ha sido mi mejor amigo y mi confidente.

WangJi puso una fingida cara de contrariedad:

—Eso no me gusta. Yo quiero ser tu único mejor amigo, y tu confidente...

Wuxian se rió:

—¿Ahora vas a volverte posesivo? Quieres ser todo: amigo, confidente, amante, pareja, ¿no te parece que es demasiado?

—No —respondió WangJi, con la voz firme pero un ligero puchero en los labios.

—¡Ay, mira cómo te pones…! ¿Estás celoso, acaso?

Las burlas y las locas risas de Wuxian terminaron con la paciencia de WangJi, que decidió acallarlo con una pregunta:

—¿Quieres ir a la ducha conmigo?

Wuxian lo miró sorprendido al principio, y luego con una ligera sonrisa, mientras se mordía los labios:

—¿Qué intenciones tienes, Lan Zhan?

—Darme un baño —respondió WangJi, con toda la seriedad de que era capaz ante la pícara mirada de su amado, que ya se había hecho un montón de imágenes mentales de ellos dos desnudos y metidos bajo el agua:

—Está bien. Yo también necesito un baño. —Wuxian tomó la mano de WangJi y, sin dejarlo pensar, lo arrastró desde la cama hasta el baño—. ¿Puedo lavarte yo? Recuerdo aquella vez en la que te emborrachaste cuando fuimos a la playa, y tú te metiste a la ducha para quitarte la arena. Tenía unas ganas tremendas de meterme contigo…

—¡Wei Wuxian! —El indignado grito de WangJi fue recibido por su pareja con otra tanda de locas carcajadas.

               ❤️💙❤️💙❤️💙

El próximo capítulo es el último. Espero que les guste el final 😁💕

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