Capítulo 12: un abril decisivo.

8 3 0
                                    

Otra vez estaba sola en aquella camilla, la frialdad del quirófano parece ser mi compañía, doctores y enfermeras preparando todo, esterilizando todo, introduciendo elementos fríos en mi vulva, cierro los ojos y lo escucho.

-Listo, el ovulo fecundado ya está en tu cuerpo. Intento tres, tenemos dos reservas más. –Esto último me desesperó un poco. Dos intentos más, de lo contrario adiós bebé.

-Bien, entonces nos vemos de aquí a tres semanas. La secretaria me dio cita para el diecinueve de abril.

-Bien Miranda, nos vemos.

Me cambiaron de camilla y salí del quirófano. Luego, a casa.

Desde eso pasaron dos semanas, otra vez lo mismo. Marilyn fuera de casa, John detrás de la puerta del baño, olor a orina y un test negativo. Una nueva desilusión.

-Lo mismo de siempre. –Me abrazó, él estaba igual de desilusionado, él desea aún más que yo ser padre.

-¿Y si es un falso negativo?

-Madison me dijo lo mismo la otra vez.

-Pero eso no significa que esta vez el resultado vaya a ser el mismo, confía en mí.

-Ok, necesito que me expliquen urgentemente que está pasando. –En algún momento Marilyn apareció. John dejó de abrazarme y se movió a mi lado, dejándome descubierta con un test en las manos.

-No es lo que piensas Marilyn.

-Creo que no, ¿qué tienes en las manos?

-Nada.

-¡¿Qué mierda tienes en las manos Miranda?!

-Bien, tengo esto. Sí, te estuve mintiendo todo este tiempo. Es el tercero que sale así.

-¿Estás en un tratamiento de fertilidad? –Ella se tapó la cara y comenzó a llorar.

-Sí, quería darte la sorpresa en navidad en un principio, pero bueno, esos intentos no funcionaron. Ahora ya lo sabes.

-¿No pensaste que yo también quería formar parte de esto? –Esa actitud me irritó un poco para ser sincera.

-Te dije que quería darte una sorpresa, ¿no lo entiendes Marilyn? S o r p r e s a, sorpresa.

-¿Cuántos intentos más te quedan? –la conozco lo suficiente para saber que cambia de tema para evitar una discusión.

-Dos.

-Quiero ser parte del próximo.

El diecinueve llegó, le dije al doctor que otra vez el resultado era negativo, pero a diferencia de las otras veces, mi cuerpo no expulsó nada. Así que el doctor me hizo una ecografía de emergencia.

Él trajo una maquinaria e introdujo un tubo, que me recuerda un tanto a un juguete sexual en mi vagina. Los minutos pasaban, intentaba descifrar su mirada, pero me estaba resultando imposible. Hasta que lo dijo.

-Miranda, debemos hacer análisis de sangre, porque hay una gran posibilidad de que el test haya dado un falso negativo.

-¿En serio?

-En serio. Pide cita en el laboratorio y hazte un test de sangre. Luego vuelves.

Intenté no ilusionarme ni contarle a nadie, pero se me estaba haciendo imposible. Dos días después el resultado estaba listo y sí, un gran positivo.

No lo podía creer, ¡estoy embarazada! ¡Seré mamá! Inmediatamente le conté a John y comencé a planear cómo decírselo a Marilyn.

Lo estuve planeando durante dos días, yo iría a recoger la correspondencia, y entre los sobres que contienen boletas de impuestos, metería un sobre especial, en el que estaría el resultado del test de sangre, las imágenes de la ecografía y un nuevo test de orina, además de una cartita donde dijera: ¡Hola mamá! ¿También te creíste la broma no? Jajaja, nos vemos en nueve meses. Te amo.

Más de lo que pensamos llegar a ser (Más que compañeras 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora