Otra vez estaba sola en aquella camilla, la frialdad del quirófano parece ser mi compañía, doctores y enfermeras preparando todo, esterilizando todo, introduciendo elementos fríos en mi vulva, cierro los ojos y lo escucho.
-Listo, el ovulo fecundado ya está en tu cuerpo. Intento tres, tenemos dos reservas más. –Esto último me desesperó un poco. Dos intentos más, de lo contrario adiós bebé.
-Bien, entonces nos vemos de aquí a tres semanas. La secretaria me dio cita para el diecinueve de abril.
-Bien Miranda, nos vemos.
Me cambiaron de camilla y salí del quirófano. Luego, a casa.
Desde eso pasaron dos semanas, otra vez lo mismo. Marilyn fuera de casa, John detrás de la puerta del baño, olor a orina y un test negativo. Una nueva desilusión.
-Lo mismo de siempre. –Me abrazó, él estaba igual de desilusionado, él desea aún más que yo ser padre.
-¿Y si es un falso negativo?
-Madison me dijo lo mismo la otra vez.
-Pero eso no significa que esta vez el resultado vaya a ser el mismo, confía en mí.
-Ok, necesito que me expliquen urgentemente que está pasando. –En algún momento Marilyn apareció. John dejó de abrazarme y se movió a mi lado, dejándome descubierta con un test en las manos.
-No es lo que piensas Marilyn.
-Creo que no, ¿qué tienes en las manos?
-Nada.
-¡¿Qué mierda tienes en las manos Miranda?!
-Bien, tengo esto. Sí, te estuve mintiendo todo este tiempo. Es el tercero que sale así.
-¿Estás en un tratamiento de fertilidad? –Ella se tapó la cara y comenzó a llorar.
-Sí, quería darte la sorpresa en navidad en un principio, pero bueno, esos intentos no funcionaron. Ahora ya lo sabes.
-¿No pensaste que yo también quería formar parte de esto? –Esa actitud me irritó un poco para ser sincera.
-Te dije que quería darte una sorpresa, ¿no lo entiendes Marilyn? S o r p r e s a, sorpresa.
-¿Cuántos intentos más te quedan? –la conozco lo suficiente para saber que cambia de tema para evitar una discusión.
-Dos.
-Quiero ser parte del próximo.
El diecinueve llegó, le dije al doctor que otra vez el resultado era negativo, pero a diferencia de las otras veces, mi cuerpo no expulsó nada. Así que el doctor me hizo una ecografía de emergencia.
Él trajo una maquinaria e introdujo un tubo, que me recuerda un tanto a un juguete sexual en mi vagina. Los minutos pasaban, intentaba descifrar su mirada, pero me estaba resultando imposible. Hasta que lo dijo.
-Miranda, debemos hacer análisis de sangre, porque hay una gran posibilidad de que el test haya dado un falso negativo.
-¿En serio?
-En serio. Pide cita en el laboratorio y hazte un test de sangre. Luego vuelves.
Intenté no ilusionarme ni contarle a nadie, pero se me estaba haciendo imposible. Dos días después el resultado estaba listo y sí, un gran positivo.
No lo podía creer, ¡estoy embarazada! ¡Seré mamá! Inmediatamente le conté a John y comencé a planear cómo decírselo a Marilyn.
Lo estuve planeando durante dos días, yo iría a recoger la correspondencia, y entre los sobres que contienen boletas de impuestos, metería un sobre especial, en el que estaría el resultado del test de sangre, las imágenes de la ecografía y un nuevo test de orina, además de una cartita donde dijera: ¡Hola mamá! ¿También te creíste la broma no? Jajaja, nos vemos en nueve meses. Te amo.
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Más de lo que pensamos llegar a ser (Más que compañeras 2)
Romancesegunda parte de más que compañeras. Dos años desde la caótica boda, todos están aprendiendo a amoldarse a las pruebas que les da la vida. ¿Encontrarán la calma después de la tormenta? ¿O están atrapados en una tormenta eterna? ...