Capítulo 25: Emergencia.

6 3 0
                                    

En la madrugada me desperté como cinco veces, con muchas náuseas y vomitando. Para mi suerte y desgracia a la vez, mi querida novia comenzó a dormir tan profundo que ronca, por lo que no me escuchó.

Desayuné a duras penas, no tenía apetito y absolutamente todo lo que pasaba por mi garganta me provocaba náuseas. Pero aun así quería ir a trabajar, ya que Brianna hoy lleva a Francis, y solo tengo clases con doceavo y noveno.

Entramos a la sala de profesores junto con Taylor y Charlotte. Estábamos todos, menos Mir, se nota su ausencia.

-Tía Maddie. –Gritó Francis apenas me vio para abalanzarse a mis brazos.

-Hola mi amor. ¿Qué estabas haciendo?

-Le saqué esto a la abuela. –Me mostró un peluche que era de Brianna.

-¿Y a mí no me saludarás? –Carla fingió ofensa y comenzó a hacerle cosquillas hasta sacarla de mis brazos.

-Hola tía.

-¿Saben a qué me recuerda esto? Cuando Madison recién había comenzado a trabajar aquí e iba todos los días a la biblioteca a supuestamente jugar con Gino, cuando realmente quería ver a Carla. Y ella lo traía a propósito, para que Mad fuera a verlos. –Todos soltamos una carcajada por las palabras de Charlotte. Y ambas nos sonrojamos, sabíamos que era verdad.

-¿Realmente hacías eso?

-¿No te habías dado cuenta? Qué locura, ya casi cumplimos cuatro años juntas. Cómo cambiaron las cosas, Gino ya no viene, y dentro de muy poco vendrá como alumno. Todavía no puedo creer que haya cumplido nueve años.

-¿Madison estás llorando? –Cuestionó Marilyn.

-Es que me pongo melancólica.

-¿Estás bien?

-Sí, solo me duele un poco la panza.

El timbre sonó luego de eso, por lo que me despedí de Francis y entré al curso luego de la ceremonia a la bandera.

Apenas me acerqué a la puerta del curso pude sentir el murmullo, que realmente no era murmullo, eran gritos sobre gritos. Y sobre que ya mi humor no era el mejor, teniendo en cuenta mi malestar, el escuchar todo ese alboroto me irritó aún más.

-Buenos días.

-Buenos días. –Dijeron a coro.

-¿Hay necesidad de que hagan tanto alboroto? Yendo a lo nuestro, lamento comunicarles que no va a ser un buen día para varios de ustedes, corregí las evaluaciones, y hay quince desaprobados, esperaba más del curso en general. Pero bueno, iré entregando, y la próxima instancia para recuperar es el próximo lunes. Así que si quieren aprobar y recibirse deberán dejar las fiestas y el alcohol de lado por unos días y enfocarse en esto.

-Y me imagino que si hacemos eso tú tomarás algunas copas en nuestro honor el miércoles, ¿no Mad? –Dijo Zach.

-Me temo que no, todavía no puedo consumir alcohol, y justamente, cumplo un miércoles, jueves se trabaja.

-¿Sigues con ese tratamiento del que no nos quieres hablar? –Preguntó Olivia. Y Zach me cuestionó si estaba embarazada con la mirada, a lo que negué.

-Sí, sigo con el tratamiento, pero no voy a decirles de qué se trata hasta no obtener los resultados. Lo cual espero que ocurra pronto.

-Todos lo esperamos. –Solté una pequeña risa.

-Les juro que no solo afecta a lo emocional, las dosis me causan efectos físicos de los cuales ya me cansé, me cansé de los dolores, de vomitar, de tener que inyectarme. Pero en teoría, lo valdrá el día que esté curada.

Más de lo que pensamos llegar a ser (Más que compañeras 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora