Capítulo 15: asumir, hacer y difundir.

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Volvíamos de mi clásica cita con el obstetra de los martes, la próxima semana los bebés cumplirán dos meses de gestación, y yo en lo personal estoy comenzando a notarme el vientre abultado, Marilyn también.

-Creo que ya es hora de contarles a los niños que estoy embarazada. -Inicié la conversación.

-Creo que sí, sabes bien que te tienes que tomar el embarazo con calma, y tal vez no puedas regresar en septiembre, un embarazo gemelar es complicado, requiere otros cuidados, y más aún a tu edad.

-Ya lo sé, estoy intentando llevar un estilo de vida un poco más tranquilo, pero no estoy acostumbrada.

-Es complicado cambiar el estilo de vida de un momento al otro, lo entiendo y yo también lo estoy haciendo, y me cuesta horrores, me imagino que a ti el doble. Pero es por el bien de los tres. Vamos a ser cuatro.

-Vamos a ser cuatro, ¿puedes creerlo? Ahora solo somos dos y dentro de poco seremos cuatro. –Comenzamos a reír, mientras decía esto tocaba mi barriga, y Marilyn me miraba por el retrovisor, para luego colocar la suya sobre mi vientre.

-Entonces, ¿cuándo piensas decirles?

-Bueno, mañana tengo con doceavo, onceavo y séptimo. Así que a ellos les diré mañana, luego, el jueves tengo con sexto, octavo, y décimo. Y el viernes me queda noveno, así que les diré a ellos. Me olvidaba, el domingo estamos invitadas a almorzar a la casaquinta de los Williams, invitación de parte de Madison.

-Bien, claro que iremos, solo no quiero verte en la pista de motocross.

-Está bien, pero, ¡Oh Marilyn! Eso le quita toda la diversión.

-Carla siempre se queda a ver, nunca se sube. Bueno, casi nunca. además no es el fin del mundo, y sabes que es por tu bien y el de los bebés.

-Agh.

Miércoles, diez y diez de la mañana, caminaba hacia el aula de onceavo, en doceavo la noticia había sido muy bien recibida y me felicitaron casi a los gritos y con aplausos.

Entré al aula saludando a todos, comencé a hacer la introducción de la actividad y a dar las consignas sin charlar con ellos, lo que se les hizo raro, pero no dijeron nada, ya que estos últimos meses ellos fueron testigos de los cambios de humor que me provocaron el tratamiento de fertilidad.

Una vez estaban todos en silencio, decidí contarles.

-Bueno, tengo que contarles algo muy importante. ¿Se acuerdan que comencé un tratamiento de fertilidad el año pasado? Bueno.

-¿¡Estás embarazada!? –Preguntaron algunos.

-Sí. –Y comenzaron a gritar, aplaudir. –Sh, que nos van a retar.

-Felicitaciones. –Dijeron todos, no a coro.

-Y eso no es todo, son gemelos. No sé cómo haremos para cuidarlos, pero son dos.

-¡¿Qué?! Es broma, ¿cierto?

-Yo también desearía que fuera broma, pero lamentablemente es real, les juro que apenas el doctor nos dijo que eran dos quise matar a Marilyn por convencerme de comenzar el tratamiento.

-¿Entonces tú no querías hijos? –Preguntó Olivia.

-No, pero digamos que cuando Marilyn tuvo el accidente hace casi tres años yo le hice esa promesa si es que ella se recuperaba, pensando que se iba a olvidar, pero la jugada me salió terriblemente mal. Y bueno, pero estoy contenta, algo asustada, pero contenta.

-Supongo que hablo por todos al decir que estamos muy contentos por ustedes. ¿Utilizaron un donante de banco de esperma?

-No, la verdad es una historia un poco extraña, cuando yo tenía la edad de ustedes, un poco más chica en realidad, estuve en una relación con el profesor Van Klein, -Abrieron los ojos sorprendidos.- pero luego de terminar seguimos manteniendo una amistad, hasta que arruiné las cosas, pero eso es historia aparte. En fin, desde que tengo uso de razón él siempre quiso ser padre, y bueno, los tres tomamos esta decisión y comenzaremos ésta loca aventura.

Más de lo que pensamos llegar a ser (Más que compañeras 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora