Capítulo 31: como Scouts.

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Con Marilyn estábamos dándoles de comer a los bebés, parecía ser un día normal de principios de agosto, estas últimas semanas solo nosotras los estuvimos cuidando, ya que John se fue dos semanas de vacaciones junto con Ivana. Según ellos solo son amigos y nada más, que solo se están conociendo. Pero estoy más que segura de que ellos no son solo amigos.

Los pequeños desde hace semanas están balbuceando un poco más de lo que lo venían haciendo, y hoy, mientras les dábamos puré de zanahoria junto con trocitos de carne, lo escuché. Mamá. Lo dijo súper claro, por lo que volteé a ver a Borja y volvió a repetirlo. Miré a Marilyn, ella no lo podía creer, estaba igual de feliz que yo.

Besé a Borja en la cabeza y fue Mark el que lo dijo. Entonces centramos nuestra atención en él.

-John, hay que enviarle un video.

-Claro, se va a poner súper celoso. -Le dije. -Deja que tome mi celular.

-Mamá, digan mamá chiquitos.

-Mamá. -Repitieron ambos a unísono.

No puedo explicarles la risa que me causó el estado en el que se puso John, sus celos eran de otro nivel.

Madison

Por lo que estuve hablando, mañana mi abuela Alicia viene al país para estar presente durante el nacimiento de mi hija, y se quedará hasta principios de octubre, para luego volver para navidad. Me muero de ganas de ir a buscarla al aeropuerto, pero como estoy en la semana treinta y siete tengo prohibido conducir, y Carla está ocupada a la hora que llega su avión.

Estaba en la piscina, el único lugar que calma un poco mi calor, y a la vez siento que deshincha un poco mi cuerpo. Porque sinceramente siento que estoy compuesta de globos. Pero tuve que abandonarla porque mis padres tenían que hablar con ambas, en especial conmigo.

-Hola, ¿ocurrió algo?

-Hola hija. Mira, necesitamos que des clases particulares, en realidad necesitamos a las dos, pero entendemos completamente si no quieres hacerlo Carla, no te obligaremos. -Comenzó mi padre.

-¿Clases a quién?

-Verás, tus abuelos no vienen solos. Félix volverá a vivir con nosotros, ya que consideramos que aprendió su lección y así egresará con sus compañeros de toda la vida. Entonces, desde junio se viene preparando y rendirá los exámenes de la primera semana de septiembre. Lo ideal es que apruebe todo así pasa directo a onceavo con sus compañeros.

-¿Pero no se supone que no puede reingresar si fue expulsado?

-Ahí está la mentira que te hice creer, y lo lamento. Sacamos a Félix de la escuela, no lo expulsaron. El pretexto fue que luego de sus actitudes decidimos sacarlo para llevarlo a una escuela donde lo ayudaran a mejorar su carácter.

-No, no seré parte de sus mentiras. Sé que es mi hermano, pero lo que están haciendo, encubriéndolo, no es algo correcto, y no seré parte de sus irregularidades. Lo siento.

-Yo también prefiero no darle clases particulares, por lo que pasó la otra vez.

-Lo entendemos perfectamente Carla, no te preocupes por eso.

-¿En serio Madison? -Exclamó mi progenitor indignado.

-Sí, yo lo perdono por las cosas que hizo, pero no voy a hacer algo antiético por él. Por más que seamos familia. En el caso que llegue a mesa de exámenes le tomaré, y le pondré la nota que le corresponde, pero no lo ayudaré. Tampoco estoy en condiciones de darle clases. Max está por nacer en cualquier momento, me duele la espalda, los pies, tengo contracciones de vez en cuando, vivo orinando, no puedo darle clases así.

Más de lo que pensamos llegar a ser (Más que compañeras 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora