Luego de dos meses de relajación, de compartir momentos en familia los cinco juntos, con amigos, eso terminó, las vacaciones llegaron a su fin y el momento de volver a las aulas llegó, hoy, me emociona, claro, porque amo mi carrera. Pero también es un día que me llena de nostalgia, Zach hoy entra a su último año, y tantos recuerdos se me vienen a la mente, es muy loco saber que dentro de un año ya no lo vamos a llevar a la escuela con nosotras. Pero la vida sigue, mientras tanto, intentaré disfrutar al máximo este último año con mi hijo.
Anoche se reunió todo el curso en una casa, a tomar y festejar su último primer día. Zach llegó a las dos de la mañana, se había ido a las cinco de la tarde. Y ahora no se puede mantener en pie de la resaca que tiene.
Charlotte por su parte le hace burla, y él, reacciona mal, grita y a los segundos se arrepiente por el dolor de cabeza que le agarra, por lo que Charlotte se ríe aún más.
Carla
Con Madison llegamos bastante sobre la hora, por lo que apenas entramos ya había bastantes alumnos dando vueltas por todos lados. Con Mad nos quedamos en frente del pasillo hablando con Taylor, cuando siento que me abrazan por atrás. Madison estaba a mi lado, y el aroma que desprendía el cuerpo no era el de ella. Al ver bien me encontré con que quién me abrazaba era Pablo, mi sobrino mayor.
-Hola tía. Hola tía Mad.
-Mi amor, no sabía que venías aquí. Que linda sorpresa, tus padres no me dijeron nada.
-Porque era una sorpresa justamente, te lo ocultamos a propósito.
-Bien, entonces ya hablaremos seriamente todos juntos este fin de semana. Por cierto, Taylor, él es Pablo, mi sobrino y uno de los nuevos alumnos de sexto. Pablo, ella es Taylor, será tu profesora de filosofía.
-Es un placer. –Tayl estrechó su mano.
-Lo mismo digo. –Se notaba que estaba nervioso e incluso incómodo. –Y tendré clases con ustedes tres entre otras, ¿cierto?
-No, conmigo no hasta noveno. Tu profesora de historia por los próximos tres años se llama Marilyn, ya la conocerás.
-Oh, está bien. –No estaba contento con eso.
El viernes llegó más rápido de lo que pensamos, y con ello Gino se iría con Virginia. Cuando ella llegó a la puerta él todavía no estaba listo, por lo que la invité a pasar. Unos cinco minutos después de que llegara él bajó las escaleras, sin mochila ni nada.
-No iré.
-Sí vendrás. –Le dijo Virginia en tono autoritario.
-No iré más contigo Virginia. Prefiero quedarme aquí, porque tengo una familia y amigos.
-Primero que nada, para ti no soy Virginia, soy tu madre, malcriado. Y vendrás, allá también tienes una familia.
-¿Hannah y tú? Por favor. Que te queden claras las cosas, habré estado en tu vientre nueve meses, me habrás amamantado. Supongo. Pero eso no te convierte en mi madre, madre es la que cría, la que va a los actos escolares, la que juega, la que me ayuda en mis actividades, que me acompaña, brinda cariño y comprensión. Esa es una madre, y yo tengo solo una, y esa es Carla. Incluso Madison es más madre para mí que tú y Hannah juntas. Si te duelen mis palabras, lo siento, pero es así.
-¿Viste lo que logras? –Se dirigió a mí.
-Yo no logré nada. Él ya es grande, tiene razonamiento, se da cuenta de las cosas. ¿Qué logré? ¿Me vas a decir que el hecho de que no estemos juntas logró esto?
-Sí.
-¿Y yo tengo la culpa? Te recuerdo que fuiste tú quién se acostó con otra y me abandonó para irse con la otra. ¿Qué parte de eso es mi culpa? ¿Qué quieres que hiciera? Realmente querías que me quedara contigo cuando lo único que deseabas era estar con otra, ¿eso querías para nosotras? Tienes que aceptar que esto solo lo causaste tú.
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Más de lo que pensamos llegar a ser (Más que compañeras 2)
Romancesegunda parte de más que compañeras. Dos años desde la caótica boda, todos están aprendiendo a amoldarse a las pruebas que les da la vida. ¿Encontrarán la calma después de la tormenta? ¿O están atrapados en una tormenta eterna? ...