Ya pensaré en algo [Terminado]

LIII

-Claro, humanos.-el hombre acomodó sus gafas una vez más.

-¿humanos...? ¿Tú no eres uno?- la chica se acercó hacia las rejas para ver mejor a el hombre "Misterioso".

-No, yo soy un dios de la muerte.

-Dios de la muerte... he escuchado sobre ellos...son- un dolor agudo recorrió la cabeza de la chica y esta calló con un ruido sordo.

La chica despertó, pero aun tenía los ojos cerrados.

Escuchaba un sonido...TIN, TIN, TIN, TIN. Tenía algo el la muñeca y el brazo, algo que era, en cierto modo, como un insecto picando su brazo.

La chica por fin abrió los ojos, un techo blanco e iluminado, no era el de su casa, no era el de la mansión de Ciel, mucho menos el de la jaula, Sin embargo, la chica había visto ese techo antes.

La chica intentó levantarse y sintió un dolor agudo en el brazo, así que miró en la dirección donde estaba su brazo.

-¿Q-qué es...?- la chica vio dos tubos que estaban conectados a su brazo.

El TIN, TIN, TIN, TIN, se hizo más rápido, la chica comenzó a inspeccionar el lugar con su mirada, había una puerta frente a ella, en la puerta estaba una hoja pegada, tenía algo escrito, sin embargo, desde la distancia que estaba la chica no se podía apreciar nada más que garabatos, el molesto TIN, TIN, TIN, TIN, provenía de una maquina junto a ella, de la maquina salían dos cables, uno estaba conectado a un toma corriente y el otro estaba en uno de sus dedo, la chica dio un respingo al verlo, no intentó quitárselo, por que pensó que, al igual que los tubos en su brazo izquierdo la lastimaría.

También notó que estaba en una cama bastante rara, no parecía su cama... ni una de las camas de la mansión de Ciel, pero la había visto antes.

La chica comenzó a escuchar voces en su cabeza. 

-No...No-Parecía ser la voz de una niña pequeña.

La chica cerró los ojos y se arrancó los tubos que tenía en el brazo izquierdo.

-Lo siento, no pudimos hacer nada.-esa era la voz de un hombre que ella no conocía, pero la recordaba, en cierto modo, ella sabía de quien era la voz.

-Mira, hija, Tu madre, no..no va a poder venir a casa de nuevo,-esas palabra resonaron en la cabeza de la chica.-Pero, ella siempre, va a, estar...en...en... lo siento...-el hombre que estaba hablando rompió en llanto.

-¡Mamá!-exclamó la niña.

-Tu madre, ella...-continuó el hombre.- no va a estar bien, nunca.

La chica comenzó a llorar Mientras recordaba todo.

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