XXIX

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- ¿Que traes puesto?- preguntó él chico mirándola de pies a cabeza.
- Ropa de mi casa.
- eso no esta... permitido.
- Cállate, yo soy mayor que tu!
- eso es completamente... ¿Que tiene que ver?
- Que no puedes darme ordenes.- respondió la chica muy segura se sí misma.
- No seas tonta, yo puedo darte ordenes y lo haré.
- Pero... yo no las seguiré!!!
- Mira, las sigues, o te vas de regreso a tu mansión con tu padre.
- Cielos, eres bueno.
- Lo soy, tienes que preguntarle a tu padre sobre el perfume.
- ¿Por qué yo?
- Por que yo no puedo simplemente decirle, "oh, señor Middleford, ¿Cual era el nombre del perfume que usaba su esposa?" sería muy raro, en cambio, tu puedes llamar y decirle: "amm ¿Papá? ¿Recuerdas el nombre del perfume que usaba mamí?"
- Pufff Jajajajajajajajajaja, eso es ridículo, yo lo le hablo de ese modo a mi padre, y tampoco me refiero a mi madre como "Mamí"
- Valla, estaba seguro de que las chicas hacían eso... en fin, tienes que hacerlo, y sé amable.
- haré mi mejor esfuerzo.- prometió la chica sin ganas.
- Bien, sígueme.
Ambos chicos caminaron hasta que Ciel indicó una habitación.
- Es esa, ve, corre.
- ¿Qué?, ni que fuera perro.
- Bueno, entonces apresúrate!!- Ciel tomó la mano de aquella chica y apresuró el paso.
- Si, si, ya voy.
- ¿sabes el numero de tu mansión?- preguntó él chico una vez llegaron a la habitación.
- ahh... si.
- Perfecto, ten- dijo el chico dándole un teléfono.
- Gracias, veamos, es... 0...4...8...3.... y... ¿7?
- Dijiste que lo sabias.
- sé lo que dije!! cállate!, no me presiones!! es... 5!
- ¿y...?
- Shhh! está sonando.
-...
-ah, ¿Clara?

Ya pensaré en algo      [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora