Ya pensaré en algo [Terminado]

LXIV

En cuanto la chica abrió la puerta sintió una briza helada en la cara, la cual la hizo estremecerse, mas no la detuvo, ella siguió adelante abrazando su propio torso para conseguir calentarse un poco.

La chica caminó cerca de 10 minutos y se adentró en el bosque. 

En este bosque había un par de juguetes tirados por allí, Carros, trenes, barcos, aviones e incluso un par de felpudos*.

De entre todas esas cosas había algo que le llamó la atención a la chica, algo que parecía ser una silla que en lugar de patas tenía sogas atadas a un árbol.

Con mucho cuidado y curiosidad la chica se acercó. observó cuidadosamente el objeto y finalmente pero algo insegura, la chica se sentó.

La silla era en realidad bastante inestable, "¿A quien se le pudo ocurrir esto?" Pensaba la chica.

Ese lugar en especial estaba lleno de lodo, así que decidió quedarse lo más quieta posible. viendo sus pies y pensando, pensando y pensando una vez más. 

De pronto, escuchó unos pasos lentos quebrando las hojas y ramas que se encontraban en el suelo. Y como por acto de magia, unos pies se postraron junto a los suyos. 

Un poco curiosa, la chica levantó la vista, Ciel estaba frente a ella sonriendo ligeramente. 

-¿Qué haces aquí? aun no puedes salir.-dijo la chica, su tono alegre estaba ausente. 

-Hace mucho tiempo que no venía aquí...

-¿Tú hiciste esta silla tan inestable?-preguntó la chica con la esperanza de escuchar una respuesta positiva. 

-No es una silla.-explicó el joven un poco extrañado.- es un columpio.

-¿Columpio? 

-Si, es para columpiarte en el, no para usarlo como silla.

-Tiene sentido...

-Alza los pies.

-¿Por qué? 

-Tú hazlo. 

-Bien.- La chica alzó los pies y Ciel caminó detrás del columpio.

-Debes sujetarte bien de las sogas.

La chica lo hizo y Ciel comenzó a dar pequeños empujones. 

-¿Ahora cómo bajo de aquí?-preguntó la chica en voz alta.

Ciel dejó de empujarla y caminó hacía enfrente del columpio. Pronto este dejó de moverse.

-Wow...¿Usa el principio del péndulo?

-No exactamente...

-Bien, ahora yo te quiero empujar a ti.-Dijo la chica sonriendo plenamente.

-ah...De acuerdo...-Ciel entonces subió al columpió y se sujetó de las sogas.

-¿Listo?

-Si.

-Bien.-La chica impulsó a Ciel muy alto.

Cuando Ciel estaba en el punto más alto hacia enfrente la chica callo produciendo un sonido sordo.

Ciel lo escucho y de inmediato enterró las plataformas de sus zapatos en el fango para detenerse lo más pronto posible. 

Al hacer esto corrió hacia la chica que estaba intentando levantarse. 

-¿Estas bien? ¿Qué sucedió?-Preguntó Ciel ayudándola a levantarse.

-...Yo creo...que no vengo de un lugar frío, sino de uno cálido, como América o África...-desvarió la chica.

-¿Qué?

-Una pregunta al a vez...

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