VII

6.5K 916 47
                                    

—¿Y qué? ¿Vas a tener cachorros con ella también? —preguntó Kaelan, luego de haber sido regañado por su padre.

Estaban los nueve sentados en un claro que había en sus tierras. Natalie le había dicho a North que quizás un lugar más privado y tranquilo, sería bueno para poder hablar con los niños.

—N-No, cariño, claro que no, tú papá y yo no vamos a tener hijos —sonrió incómoda Natalie.

—Sí, eso dicen ahora —murmuró Biel desviando la mirada.

—Seguro que para la próxima primavera, tenemos al menos dos hermanos más —lo secundó Blake.

—Natalie ¿Eso quiere decir que vas a tener bebés con mi papá? —sonrió Cala mirándola.

—No, y-ya dije que su papá y yo no tendremos hijos, niños.

—Y si los tuviéramos, no es problema de ustedes tampoco —gruñó North.

—¡Pero no digas estupideces que los confundes más! —exclamó apenada.

Kaelan observó a Natalie, con cierta molestia. No le agradaba en lo más mínimo esa humana, ni el hecho de que su papá la hubiese llevado a su casa. Entendía que sus hermanitos necesitaban cuidados especiales, pero no le gustaba.

—¿Ya nos podemos ir?

—Sí, pero se quedan por la zona ¿De acuerdo?

—Bien —Dijeron los cuatro antes de irse corriendo.

—¡Cuiden a su hermano más pequeño, Kaelan, Biel y Blake! —les gritó Natalie al ver que Zarek iba corriendo detrás de ellos.

Cala observó a la rubia, y luego sonrió, antes de abrazarla. Natalie sonrió suavemente y la abrazó con su brazo libre, ya que tenía a Ewan en brazos.

—Eres hermosa, Cala, una niña muy bonita.

—Tú también eres hermosa, Natalie.

North tomó una de las florcitas que había a su alrededor y le colocó a la bebé una detrás de la oreja, y luego tomó otra para hacer lo mismo con Cala, haciendo reír a la niña.

—¡Para Natalie también, papá! —rio.

El pelirrojo tomó otra flor y luego la observó. Natalia lo miró a los ojos y sonrió.

—Creo que así se ven más bonitas las tres —le dijo poniéndole la flor a Natalie en la oreja también.

🌑🌑🌑

—Ay ¿Cómo te hiciste eso, Blake?

—Me caí —gruñó.

—Diablos, a ver, Kaelan, sostén a tu hermanita un momento —le pidió acercándose con la bebé a él.

—No, para eso estás tú —le dijo ignorándola.

—No puedo ayudar a tu hermano con la bebé en brazos.

—Ese no es mi problema, papá te puso a cargo a ti, no a mí.

Natalie suspiró y luego tomó de la mano a Blake, quien la siguió de mala ganas por detrás.

—Creo que tu papá dejó por aquí mi bolso, ahí tengo un botiquín de primeros auxilios.

—¿Qué es eso?

—Es un estuche donde se guardan cosas que nos pueden servir para los accidentes, cómo lo que te pasó a tí en la pierna. Siempre que salgo de excursión llevo uno conmigo, porque suelo meterme en problemas.

Y vaya que está vez se había metido más que en un "problema".

Se sentó en el suelo con la bebé contra su pecho, y le pidió a Blake que se sentara junto a ella.

—Okay, no se ve muy profundo, no es para coser. Esto te va a arder ¿De acuerdo? Pero es para limpiar la herida —le dijo tomando una gasa y un poco de agua oxigenada.

—Está bien.

—Sopla la herida cuando lo apoye sobre ella.

El niño asintió con la cabeza, antes de gruñir y soplarse la herida cuando Natalie le pasó la gasa.

—Le pondremos una bandita y listo. Eso sí, por hoy quédate quieto ¿Sí? Al menos hasta que la herida comience a cicatrizar.

Asintió con la cabeza y luego la miró.

—Natalie ¿Tú vas a unirte a mi padre?

—No cariño, ya se los dije hoy, yo no voy a unirme a su papá.

—¿Y entonces por qué estás aquí?

—Yo vine con un grupo de personas de viaje aquí, y por estar de curiosa, me terminé metiendo en las tierras de tu papá. Y pues... Él me encontró y consideró que sería bueno que yo los cuidara. Tus hermanitos son muy pequeños y necesitan que los cuiden todo el tiempo —le explicó meciendo a la bebé.

—¿Y tú tienes hijos?

—No, no tengo hijos.

—Si tú no vas a ser la compañera de papá ¿A quien va a tomar él?

—No lo sé, Blake. Y no creo que él piense en eso ahora, su mamá falleció hace muy poco, y ahora su principal preocupación son ustedes. Y es por eso que ustedes lo deben ayudar portándose bien. Su papá no sólo tiene que salir a cazar todos los días para traerles comida a ustedes, sino también tiene que defender sus tierras, para que ninguna otra familia quiera robarlas y hacerles daño a ustedes.

—Lo sé, mis abuelos murieron cuando mi mamá estaba embarazada de mí, para defender nuestro hogar.

—Y ahora toda esa responsabilidad, recae en tu papá.

...

NorthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora