—¿Kieran?
—Sí, lo encontramos en el bosque con Natalie y nos amenazó. Es por eso que no pueden salir más solos, y a la más mínima sospecha de algo, deben notificarmelo.
—¿Y por qué se apareció por aquí? Desde que murieron los abuelos, él decidió irse con los demás —pronunció confundido Kaelan.
—Por mi culpa —murmuró Natalie mirando hacia abajo—. Él dijo que estaba buscando una hembra.
—Su tío no tiene clan, pero sospecho que se ha juntado con los demás lobos solitarios de la zona, y es por eso que están buscando hembras —les explicó North.
—¿Y qué haremos si nos atacan, padre? El único adulto aquí eres tú —le dijo serio Biel—. Kaelan, Blake y yo podemos ayudarte a defender a los cachorros, pero no estamos en igualdad de fuerza para pelear.
—No, ustedes no van a pelear. Sí eso llegase a ocurrir, deben huir hacia el Este. Allí está su tío Yamir.
—¿Y si ocurriera cuando el tío esté aquí? —le inquirió Blake.
—Irán de todos modos al este, les darán asilo.
Natalie miró hacia abajo, afligida, y abrazó a Ewan a su pecho, besando suavemente su frente. Ella no quería poner en peligro la vida de los niños.
North la observó, luciendo serio. Debían hacer algo pronto, y como primera medida, marcarla. Kieran le había dicho que en el bosque se hablaba de Natalie, eso sólo significa que varios machos estaban interesados en ella.
—Todo estaré bien ¿Sí? Su papá no permitirá que nada les pase —les dijo en un tono calmo a Cala y Zarek, abrazándolos a ella—. Y yo tampoco voy a permitirlo.
—Tú no puedes pelear con un alfa, Natalie —pronunció preocupado Zarek.
—Es verdad, no puedo pelear, pero si puedo defenderlos —sonrió acariciándoles las mejillas—. Y antes que le pongan un dedo a mis cachorros, los mato.
Kaelan la observó y rodó los ojos. Hasta un beta tenía más fuerza que un humano promedio, ella por su parte se igualaba a un omega, no tenían mucho que hacer.
O era peor que una omega, ya que al menos las omegas hembras tenían la capacidad de aplacar a los machos con su aroma.
🌑🌑🌑
—¿Y si me voy por un tiempo? Unos días hasta que regrese Yamir —le propuso.
—Los problemas no se evitan, Natalie, se enfrentan. Además, ellos de todos modos quieren atacarnos, tú solo eres la excusa.
—Pero quizás si yo no estoy aquí, no vengan tan pronto.
—Cuando mis hermanos se fueron de aquí, se fueron en malos términos —le explicó, afilando su hacha.
—¿Por qué?
—Éramos seis hijos, y un territorio muy amplio por dividir. Mis padres no querían que nos dividiéramos, ya que cuántos más fuéramos en grupo, especialmente alfas en una manada, más fuerte seríamos. Pero cuando ellos murieron, mi hermano mayor se fue con su familia, su mujer y sus tres hijos.
—Estaban en la misma situación que tú, ya que también tenías a Kaelan, Biel y Blake.
—Sí, pero antes que yo, estaban Kieran y Eider, quienes querían quedarse con esta casa. Por obvias razones, y al tener yo una familia, la casa me correspondía a mí y a los jóvenes, Yamir y Silas.
—¿Tienes otro hermano menor?
—Sí, es dos años más grande que Yamir, él se fue con mis hermanos. Al no querer darles la casa, ni parte del territorio, hubo un enfrentamiento entre nosotros.
—¿Tuviste que pelear con tus hermanos?
—Selai peleó a mi lado, ella era alfa también, y muy respetada. Fue gracias a ella que no perdimos nuestro territorio, y que incluso no volvieran a atacarnos.
Lo observó, y luego bajó la mirada.
—Supongo que todo el bosque ya se enteró que ella falleció, y deben creer que en su lugar, te traje a ti.
—Yo no puedo pelear como tu mujer, pero tampoco me quedaré de brazos cruzados, North.
—Tú sólo te limitarás a proteger a mis hijos y huir, nada más.
—Déjame ayudarte, no soy tan frágil como crees.
—Yo no creo que tú seas frágil o débil, Natalie, pero no estás en igual de condiciones para pelear a mi lado. Un alfa jamás podría al frente a un beta o un Omega.
🌑🌑🌑
Observó afligida a los bebés, y les acarició suavemente las cabecitas, antes de darles un beso a cada uno. Estaban durmiendo contra ella, calmados, luego de haber tomado un biberón.
—Lamento tanto ponerlos en peligro a ustedes, pulguitas —murmuró dándoles cortos y suaves besos—. Son muy pequeños, no se merecen pasar por esto después de la pérdida de su mamá. Y yo... Dios, ojalá pudiese ser como ella y defenderlos con fuerza, con dientes y garras —pronunció afligida—. Pero sólo soy una humana.
Les acarició suavemente el pecho, sus panzas, viendo que estuvieran bien. Y claro que lo estaban, siempre que ella estaba a su lado, los cachorros estaban calmados.
—A estás alturas, más que una ayuda para su papá, soy el problema, y encima un estorbo.
—No digas estupideces tampoco.
—North —pronunció sorprendida, de verlo parado en la puerta de la habitación.
—Cuando decidí ir a buscarte, pedirte que vinieras y hacerte parte de mi familia, sabía a lo que me estaba exponiendo. Y mi deber, es protegerte a ti también ahora.
—Quisiera serte más útil —murmuró, desviando la mirada.
Se acercó a ella y se sentó a su lado, tomándola del rostro para que lo mirara.
—En este momento, para mí no existe nadie más útil que tú.
Lo miró a los ojos, afligida.
—Mis hijos no estarían tan bien cuidados, y sanos, si no fuera por ti, y tú sabes que eso es lo único que a mí me importa. Si mis hermanos llegaran a venir a atacar, les cederé estás tierras principales, y nos iremos de aquí.
—¿Y tú crees que con eso se calmarán? Antes si querían estas tierras, ahora sólo buscan mujeres.
—El valor de este territorio es mayor que el de cualquier hembra.
...

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North
Hombres LoboTercer libro de Hijos de la Luna. ¿Por qué sería malo cruzarse todos los carteles con advertencia de "NO PASE, PROPIEDAD PRIVADA"? Inicio: 10/03/23