North

XXXII

Es obvio que ella iba a regresar, porque él estaba seguro del amor que le tenía a sus hijos. Hubiese querido pensar que también lo quería a él, pero sabía que aún no había nada sólido en su relación.

Pero después de una semana, y no tener noticias de Natalie, ya no sabía que pensar al respecto.

—Papá luce muy afectado por la ausencia de la humana —le murmuró Biel a Kaelan, observando desde la ventana de la sala, a North que estaba solo sentado en el patio.

—La verdad no sé que pensar, ya pasaron casi dos semanas, y ella no regresó. Quizás nuestro padre siente que lo abandonó, dijo que se iría unos días nomás.

—Puede ser, por suerte Ewan está bien con Lucero, y Blake logró calmar a Hazel, pero de todos modos, no me gusta ver así a papá.

—Si no vuelve, lo superará —pronunció indiferente—. Es un tipo fuerte.

—Sí ¿Pero que hay de nuestros hermanos? Cala y Zarek la extrañan mucho, y ellos sí entienden más que los cachorros. Todos los días le preguntan a Lucero cuando la humana va a volver.

—No sé, tendrán que acostumbrarse también.

North observó a un macho joven llegar hasta su casa, haciéndole una seña con su mano para que se acercara. Era el encargado de llevarles los mensajes de los humanos, o de los de su especie, que vivían afuera del bosque.

—North, tu mujer ha regresado.

—¿Y por qué no vino contigo? —le preguntó confundido, poniéndose de pie.

—Porqué está con un camión de mudanza en la entrada de la reserva. No la dejan pasar hasta que tenga el permiso de alguien de aquí. Es por eso que vine a buscarte.

—¿Un camión de mudanza?

—Sí, la mayor parte del tramo el camión podrá pasar, pero después, tendrán que cargar las cosas ustedes, ya que es inaccesibles el paso de vehículos hasta aquí.

—Natalie —suspiró—... De acuerdo, le diré a mi hermano que me acompañe.

🌑🌑🌑

—¡North! —sonrió al verlo, antes de correr hasta él y abrazarlo.

El pelirrojo la abrazó a él, estrechándola contra su cuerpo, hundiendo su rostro en el cuello de ella, haciéndola sonreír suavemente.

—Yo también te extrañé, los extrañé mucho.

—No vuelvas a irte tanto tiempo, Natalie, hablo en serio... Por favor —susurró lo último.

Lo tomó del rostro y lo observó, acariciándole suavemente las mejillas, antes de besarlo.

—Perdón por irme tanto tiempo —le dijo separándose de él, tomándolo de la mano y mirando ambos el camión—. Es que no fue fácil encontrar una empresa que se hiciera cargo, y fuera confiable, para traer todas mis pertenencias.

—Natalie, cuando me dijiste que querías traerles unas "cositas" a los niños, creí que sería como la primera vez, algunas ropas y juguetes, no un camión lleno de cosas.

—North, me traje mis cosas más importantes aquí. Ahora es definitivo que me quedaré a vivir con ustedes, y pues tenía que traerlas.

—¿Y en dónde meteremos todo esto?

—Le encontraremos lugar a todo —sonrió.

—¿Y de dónde sacaste dinero?

—Herencia de mi papá, falleció hace tres años y él sabía que yo quería viajar por el mundo, así que me herederó mi parte luego de fallecer. Y con ese dinero me compré un departamento, que no era la gran cosa, pero al menos me servía para dormir, porque no estaba nunca en casa —rio—. Y también viajé mucho, hasta que los conocí a ustedes.

—¿Estás segura entonces de quedarte conmigo?

—Por supuesto que sí, nunca estuve tan segura de algo como ahora. Ya quiero ver a mis niños hermosos ¡Los extrañé tanto!

🌑🌑🌑

—¡Natalie! —exclamó Cala al verla llegar a la casa.

Salió corriendo de la casa de Yamir para ir a recibirla, comenzando a sollozar.

—Te extrañé mucho, Natalie —lloró abrazándola—. Ya no te vayas más, por favor.

—No mi amor, ya no me iré, perdón por dejarlos tantos días —le dijo tomándola en brazos, abrazándola—. Yo también te extrañé mucho, Calita, todos los días pensé en ustedes, deseando regresar.

—¿Y por qué te demoraste tanto?

—Porque tenía muchas cosas que hacer, cariño. Tenía que despedirme de mi mamá y preparar todas las cosas que les traje —sonrió.

—¿Nos trajiste regalos? —preguntó emocionada, ansiosa.

—¡Muchos regalos! Tú papá y tu tío los están trayendo ahora. Yo me adelante porque quería verlos ya, y llenarlos de besos —sonrió abrazando a la niña nuevamente—. Cala ¿Y los bebés y Zarek?

—Están durmiendo con Lucero —sonrió.

Natalie observó a la niña, fingiendo una sonrisa... ¡¿Cómo qué estaban durmiendo con Lucero?! De Ewan lo esperaba, era un pequeño traicionero infiel después de todo ¿Pero de su bebita especial? ¡¿Hazel también la había cambiado?!

—Natalie, hasta que decidiste regresar —pronunció con alivio Blake al verla en el patio—. Ten, ya con esto, ni cachorros a futuro quiero —le dijo entregándole a la niña.

—Hazel, mi bebita —murmuró abrazándola a ella, escuchando como la niña comenzaba a sollozar—. Yo también te extrañé, mi amor, perdón por dejarte.

Blake observó cómo Natalie abrazaba a la bebé, llorando ambas, antes de abrazar también a Cala... Qué se había puesto a llorar. Sonrió, negando con la cabeza.

Tres mujeres sensibles, eran más que suficiente en su familia.

...

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