"Lo miró a los ojos, sintiendo que los suyos se cubrían de lágrimas, preocupándolo.
—¿Qué pasa? Creo que no dije nada malo.
—Claro que sí ¡Idiota! —exclamó forcejeando para que la soltara—. Tú no quieres tener una relación conmigo, tú sólo quieres follar ¡Nada más!
North la miró frustrado y la soltó, pasándose una mano por el rostro.
—Mira, yo lo estoy intentando, pero no sé ya que hacer para llegar a ti. Y creo que no importa lo que diga, tú no vas a creerme. Sí, es verdad que quiero tener sexo contigo, Natalie, porque me gustas, pero también me gustaría que fueras mi pareja.
Ella negó con la cabeza, y se secó las lágrimas de los ojos, antes de regresar a la cabaña."
—Buen día —pronunció Natalie dirigiéndose a la sala, con ambos bebés en brazos.
—Siéntate conmigo —sonrió Cala.
Sonrió suavemente y se sentó junto a la niña, dándole un beso en la frente. Los niños siempre solían levantarse antes, y hasta que ella preparaba y cambiaba a los bebés, era la última en ir a desayunar.
—¿Y su papá? —preguntó curiosa, al no ver a North en la mesa.
—Salió, no estaba cuando yo me levanté, y fui el primero —le dijo Kaelan.
—Que extraño, él nunca sale sin avisar —murmuró pensativa.
Blake se acercó a ella con los biberones de los mellizos, ya hechos.
—Quizás quiso ir a cazar más temprano, ya que suele hacer mucho calor cerca del medio día.
—Mm, puede ser ¿Su tío tampoco está en su casa?
—Sí, Yamir está en su casa —pronunció Biel—. Cuando fui esta mañana a ordeñar las cabras para la leche de los cachorros, lo ví paseando a la abuela por el patio, junto a su mujer.
—O sea que su papá se fue sólo.
—Sí —le dijo despreocupado.
—Natalie no te preocupes, papá siempre cazaba sólo antes —sonrió Blake—. Él estará bien.
—Mm, de acuerdo —murmuró insegura, antes de mirar a los bebés, y darles un beso a cada uno.
🌑🌑🌑
—¡Ven Natalie! —sonrió Cala—. Ven a probar esto que ha preparado Lucero, está delicioso.
La rubia sonrió levemente. No le agradaba Lucero, porque siempre que hacía algo, los niños se emocionaban con ella.
Y ahora que los mellizos estaban durmiendo, salió para almorzar con ellos.
Blake le había dicho que hoy almorzarían en la casa de su tío, ya que Lucero quería agasajarlos con un platillo de sus tierras.
Se acercó hasta la mesa, y cuando estaba por sentarse junto a North, éste se levantó, tomándola por sorpresa.
—¿A dónde vas? —le preguntó curioso Yamir.
—Dejé unas trampas en el bosque, quiero ver si cayó algo en ellas. Gracias por la comida, Lucero, todo estuvo muy rico.
—Me alegra mucho que te haya gustado, North —sonrió suavemente.
El pelirrojo se fue, dejando con una sensación amarga a Natalie. La estaba evitando, no era estúpida.
—Natalie ¿Qué te gusta más? ¿Pechuga o pata? —sonrió Lucero.

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North
مستذئبTercer libro de Hijos de la Luna. ¿Por qué sería malo cruzarse todos los carteles con advertencia de "NO PASE, PROPIEDAD PRIVADA"? Inicio: 10/03/23