Observó insegura a Kaelan, mientras el niño preparaba unas lanzas para irse a pescar con su tío. Querían comer al atardecer pescado asado.
—Kaelan ¿Podríamos hablar un momento?
—Si es rápido sí, ya me estoy por ir con Yamir —le dijo sin mirarla.
Natalie respiró profundo, antes de jugar con sus manos, nerviosa, y acercarse al niño.
—Escucha, yo sé que no te agrado, pero, tú... ¿A ti te molestaría que tu papá y yo-?
—Hagan lo que quieran, a mí me da igual —le dijo interrumpiéndola, atando las lanzas.
—No quiero que tú te molestes con tu papá, que te enojes conmigo está bien, pero no con tu papá.
Kaelan la miró, inexpresivo.
—Me da lo mismo que haga mi padre, no es mi vida. Y tú eres importante para mis hermanos, así que hagan lo que quieran.
—De acuerdo —sonrió—. Buena suerte con la pesca, espero puedan conseguir muchos pescados.
—Ajá —murmuró antes de irse.
Natalie sonrió y se mordió el labio inferior, antes de salir rápidamente de la cabaña.
—Cariño ¿Y tu papá? —le preguntó a Cala, que estaba en le patio con Zarek, alimentando a las gallinas.
—Creo que fue a buscar agua para las cabras.
—Está bien —sonrió, antes de irse a buscarlo.
Fue hasta el pozo, y vio que North estaba sacando agua, cargando unas cubetas de madera. Sonrió y fue corriendo hasta él.
—¡North!
Se giró para mirarla, desinteresado. ¿Qué le pasaba ahora?
Saltó y se colgó de su cuello, antes de envolver sus piernas en la cintura de él, cuando el pelirrojo la tomó por debajo del trasero. Observó su expresión confusa, y lo tomó del rostro para besarlo.
La tomó por debajo de los muslos con un sólo brazo, y con el otro la tomó del rostro, besándola. Natalie sonrió contra sus labios, separando los suyos para aceptarlo, abrazándolo.
Le acarició suavemente el cabello de su nuca, y sonrió cortando con el beso, sin querer separarse de él.
—En verdad no te entiendo, Natalie —murmuró contra sus labios, aún con los ojos cerrados.
—Tendrás que aprender a usar un condón —sonrió divertida antes de volver a besarlo.
🌑🌑🌑
La bebé se quejó, dando pequeños gritos molesta, pataleando. No le gustaba en lo más mínimo tener a su padre tan cerca en la cama.
Natalia sonrió divertida, acariciándole la espalda a Hazel.
—¿Tan mala vas a ser con tu papá, pulguita?
—Al menos Ewan ahora si me deja cargarlo —sonrió North teniendo al bebé acostado junto a él.
El niño estaba entretenido tomándolo del cabello.
—Es que Hazel es mía nomás, mi bebita hermosa —sonrió dándole besos por el cuello, haciendo reír a la pequeña y que la tomara del rostro—. Cómo te amo, chiquita.
North la observó y sonrió suavemente, antes de extender su brazo hacia ella y acercarla, para poder besarla.
—E-Espera, en cualquier momento podrían entrar los niños —le dijo apenada—. Sabes que Cala y Zarek duermen conmigo.
—¿Cómo vamos a solucionar eso?
—¿Qué cosa?
—¿Planeas mantener esto en secreto?
—Por un tiempo, por los niños.
—De acuerdo, entonces supongo que hasta que ellos no lo sepan, nosotros no podremos dormir juntos.
—Creo que no vamos a poder dormir juntos tampoco —sonrió divertida.
—A mí no me causa tanta gracia como a ti. Los niños tienen que dormir en su propia habitación, cómo lo hacen los mayores. Y los bebés también pueden dormir en una habitación.
—¿Estás loco? Yo jamás me separaría de mis pulguitas —le dijo abrazando a Hazel a ella.
—¿Y como planeas dormir conmigo entonces?
—Ellos llegaron primero —pronunció sacándole lengua, antes de reír al escucharlo gruñir—. North, son dos bebitos, ellos no pueden dormir solitos.
—Sí pueden, y a partir de esta noche, te lo demostraré.
—¿Q-Qué quieres decir?
—Que comenzarán a dormir solos los dos.
—No, no pueden dormir solos. Además, yo necesito sentirlos conmigo para saber que están bien.
—Natalie, tú tienes que dormir conmigo, no con ellos.
—¿Te pusiste celoso de los bebés?
—No digas estupideces. Pero ellos tienen que aprender a dormir solos.
—¿A dónde vas? —le preguntó al ver que salía de la cama.
—A acondicionar la habitación de al lado, para que duerman los cachorros.
—Oh, de acuerdo —pronunció cuando él se fue.
Observó a los bebés y sonrió, haciéndolos sonreír a ellos también. Con tres meses, los pequeños ya interactúaban más.
—¿Verdad que su papá es muy tonto al creer que ustedes dormirán solos? Ni en sueños —rio, antes de abrazarlos a ella, besando sus mejillas—. Ustedes son míos, duermen conmigo. Qué se vaya haciendo la idea que tendrá que pedirles permiso a ustedes dos, si él quiere dormir conmigo.
...
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North
WerewolfTercer libro de Hijos de la Luna. ¿Por qué sería malo cruzarse todos los carteles con advertencia de "NO PASE, PROPIEDAD PRIVADA"? Inicio: 10/03/23