𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 30: 𝑫𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔

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A Gerard le dolían los dedos de la mano derecha por la presión de las bolsas que estaba cargando pero no quería decir nada delante de Frank, seguía riéndose y platicando mientras subían en el elevador hasta su piso. No iba a aceptar que Frankie había tenido razón al decir que era mejor que llevaran el carrito porque las compras habían sido muchas.

Esa tarde, después de grabar un par de videos cortos y planificar las siguientes sesiones, Gerard se dio cuenta que la despensa estaba vacía. La tarea de ir al supermercado había sido postergada varias veces. Se arrepintió de haberlo hecho porque no tenía ganas de salir en ese momento, habían follado muy rudo y estaba cansado pero Frank lo invitó a cenar antes de las compras y no tuvo más remedio que aceptar.

—Gee —llamó Frank en un tono de voz tan firme que le asustó, tanto o más que cuando fijó su vista al frente—. ¿Tú dejaste la puerta abierta?

—No —respondió de inmediato—. Estoy seguro que la cerré.

—No puede ser.

—¿Llamamos a la policía?

—No, primero tenemos que entrar a ver.

Y así lo hicieron, Frank caminó por delante un poco más rápido mientras cruzaban el pasillo. Apenas las puertas del elevador se habían abierto, el hombre rubio había notado como la puerta de su apartamento estaba entreabierta. Le preguntó a Gee para confirmar pero estaba seguro que ellos nunca cometerían un descuido así a pesar de saber que vivían en un lugar seguro.

Caminaron en silencio, Frank terminó de empujar la puerta y entró. Buscó a tientas el apagador en la pared e inmediatamente la luz iluminó la estancia. Un feo escalofrío le recorrió los brazos al notar que todo parecía estar en su lugar exacto en la sala pero a la vez estaba presente ese sentimiento ajeno.

—Frankie —susurró Gerard a sus espaldas—. Tengo miedo…

—Tranquilo, al parecer no hay nadie aquí. Iré a ver a las habitaciones.

Dejaron las compras en la mesa de estar y Gerard se sentó en el borde de un sofá con el celular en sus manos, listo para llamar al 911 y pedir ayuda, mientras Frank desapareció por el pasillo que les llevaba a sus habitaciones. Primero entró a la habitación de grabaciones y todo seguía igual a como lo habían dejado, en el baño no había nada pero cuando tomó el pomo de la habitación donde dormía, supo que ahí algo no estaba bien; había un reflejo que se filtraba por la parte de abajo de la puerta.

Frank estaba listo para lo que estuviera dentro pero lo que vio le desconcertó de un modo tan distinto, desagradable y no veía cual era la razón para hacer eso. No tenía que ser un genio para saber que el autor de aquello era alguien que quería lastimar miy mal a su Gerard; a su mente llegó el recuerdo exacto de la carta y del dolor tan grande que vio reflejado en los ojos esmeralda que tanto le gustaban.

Salió de su estupor al mismo tiempo en que Gerard apareció detrás de él y le llamó. Frank se giró rápidamente y lo tomó entre sus brazos.

—Te prometo que todo estará bien.

—Frankie… —susurró sobre la ropa de Iero—. ¿Quién quiere hacerme daño de esta manera?

Los ojos de Gerard estaban abiertos como platos mientras veía como todo su ropa interior estaba regada por toda la habitación, algunas cortadas y otras rasgadas por el medio. Un par de sus babydolls estaban pateados sobre el suelo al igual que algunas de sus camisitas de satín.

—¿Tienes idea de quien pudo hacer esto? —preguntó Frank, llevándolo consigo fuera de la habitación—. Las flores, el anónimo y ahora esto… no creo que sea un simple fan queriendo lastimarte.

—Es Alex —interrumpió Gerard.

—Yo también lo creo, bebé.

—Pero, ¿qué es lo quiere de mi? ¿Porqué quiere joder mi vida?

Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos y Frank volvió a jalarlo contra su pecho. Se quedaron por un largo rato de esa forma mientras el tren de pensamientos corría de manera veloz por la mente de Frank.

Alex había llegado a sus vidas en el momento en que su amor íntimo y verdadero con Gee había nacido. Ese tipo había aparecido por el temor que Gee había sentido por arruinar su amistad y en parte, por la cobardía de él mismo por no saber reconocer sus sentimientos y aventurarse a tratar de ser más feliz.

En aquellos días había notado cierto tipo de comportamientos abusivos de parte de Alex para con Gerard pero en aquel momento lo había visto como algo relativamente normal. Quizás él sólo estaba enamorado de Gee y trataba de conquistarlo pero todo lo que estaba haciendo ahora, ¿Cuál era el motivo de causarle tanto mal?

Gerard solo había querido tener un romance y ser feliz. Gerard había sido el más valiente de ambos y había dado el primer paso. Gerard se había arriesgado.

¿Y Frank que más había hecho aparte de sentirse víctima por un amor "rechazado" alguna vez? Nada, ni siquiera le había pedido ser su novio de manera oficial. Habían asumido que eran pareja y ya.

Frank sabía que todo eso estaba mal, porque había una pieza que faltaba. Un poco más de un mes atrás estuvo planeando un momento ideal para proponérselo y aunque no era excusa, habían sucedido un par de sucesos que lo habían obligado a olvidarse del asunto.

En algún momento cuando estuvo a solas con su hermana ella le preguntó sobre lo mismo y ante su nula respuesta ella le hizo saber que Gerard necesitaba más. No porque él lo pidiera sino porque lo merecía. Una prueba material de que el amor que ambos sentían era sincero, fuerte y que iba mucho más allá de solo coger. Estaban juntos porque lo que existía entre ellos era un lazo demasiado fuerte.

Amor y protección de Frank para Gerard. Amor y dedicación de Gerard para Frank.

Todo entre ellos era recíproco y aquel sentimiento de querer proteger a Gerard de ese dolor tan horrible al que Alex quería arrástralo, le quemaba lo más profundo de su corazón.

Había entrado al mundo del Onlyfans con el único propósito de cuidar de Gerard, de no permitir que se sintiera solo y que todo el cambio que conllevaría su vida a partir de ese momento, él no estuviera expuesto. Quería ser su amigo indispensable, pero todo había cambiado al probar su piel y olor su aroma, así comprobó que lo que sentía por su compañero de piso era el amor más puro y fuerte que había sentido nunca.

Debbie tenía razón. Ya habían pasado la etapa de conocerse y del enamoramiento, no existía razón para quedarse en un simple noviazgo.

Aquel pensamiento duró toda la noche. Desde que tuvo a Gerard entre sus brazos para calmarlo, hasta que fue a la recepción para pedir que no dejaran volver a pasar a ese tipo. No llamaron a la policía porque Gerard no quiso, no se sentía bien para enfrentar eso pero Frank insistió en que si algo más sucedía no iba a dudar un solo instante en denunciarlo.

Por la noche, cuando yacían en la cama, para Iero fue casi imposible quedarse dormido. No pudo hacerlo hasta que pensó en el plan perfecto para comenzar una nueva etapa en sus vidas.

Se había hecho prostituto de internet para cuidar de Gee en la vida online, iba a convertirse en su esposo para cuidar de él hasta que la muerte los separara.

—Te amo tanto —murmuró dejando un beso en la frente de Gee.

—Te amo tanto —murmuró dejando un beso en la frente de Gee

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❍𝐧𝐥𝐲𝐟𝐚𝐧𝐬 ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora