𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 34: 𝑪𝒍𝒂𝒖𝒅𝒊𝒂

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—Joder, Claudia. Mantén tus glúteos justo así para mí… —gruñó Frank con desespero mientras se bajaba la ropa interior y se sacaba la polla dura.

—Estoy tan caliente —respondió por lo bajo mordiendo su hombro izquierdo, cubierto por la delgada tela de su camisa blanca—. Oh, señor Iero…

Gerard gimió y apretó sus ojos al sentir la longitud de la polla pesada de Frank sobre su entrada estrecha, frotando el largo húmedo lleno de lubricante mientras él sostenía separadas sus blancas mejillas con sus manos, estaba sobre sus rodillas y pecho jadeando a la espera de ser follado sobre el suelo de esa oficina falsa.

Habían transcurrido un par de meses desde el incidente de Alex en sus vidas. Ambos habían recibido ayuda profesional de parte del estado al haber sido víctimas de acoso y secuestro, las terapias eran semanales y les había ayudado a superar esa mancha oscura y tortuosa. Para alegría de ellos, el bienestar mental y físico que habían recuperado estaba manifestado en todos los aspectos de sus vidas, desde haber ido a visitar a sus familiares dos veces más en esos tres meses hasta volver a retomar sus rutinas de trabajo.

Con respecto a la boda estaba casi todo listo y Gee no podía creer cómo un par de personas a las que un día prometió no volver a ver más, se habían convertido en sus grandes amigos. Henry y Orlando, más allá de ser los chicos del gagbang, habían vuelto a ellos tan solo unos días después de lo sucedido con Alex, como si les destino los hubiese enviado. Les escucharon y los apoyaron mucho, incluso ellos fueron a por su auto en aquel horrible edificio. Nunca habían vuelto a mencionar nada sobre su experiencia sexual pero si les habían brindado muchos beneficios en ese ámbito también.

Para Gerard, Orlando le presentó a Marina, quien ahora era su diseñadora. Él había amado las piezas que Jacky había confeccionado para él pero lo que Marina hacía era magia, era como si ella pudiese entrar a su mente y captar la esencia de lo que él imaginaba y lo transformaba en realidad. Como su vestuario de cheerleader o su traje de bodas.

Para Frank, Henry había liberado un peso de sus hombros al ofrecerles a su camarógrafo de confianza para que les ayudara con las ediciones de los videos y las fotos, así como la toma y preparación de las sesiones. Scott era un hombre sencillo y profesional que ni siquiera parecía inmutarse ante los descomunales gemidos de Gerard mientras Frank lo follaba. La dinámica de ir al set a grabar la hacían una o dos veces por semana y el resto del tiempo continuaban con sus rutinas normales dentro de casa.

Aquella dinámica les había gustado, sobre todo porque sin Frank editando tanto contenido todo el tiempo les quedaba más oportunidad de estar juntos y hacer otras cosas que les gustaban aparte de follar. Todo aquello sin contar que Frank seguía teniendo sus reservas para que alguien más se dedicara a hacer lo que en principio era su trabajo, no obstante, había tenido que ceder porque con los preparativos de la boda, la terapia y la vida personal, el tiempo se les hacía muy corto y no quería por nada en el mundo descuidar su relación y a su Gerard, además, su popularidad había incrementado, al igual que las ganancias y ello significaba mayor producción de contenido.

Por todas esas razones, Scott era un ángel, al igual que Henry y Orlando, que les habían apoyado como unos amigos excepcionales.

Ahora se encontraban ahí, grabando un video de juego de rol. Estaban en el set de grabaciones que había sido decorado como una oficina, con un enorme escritorio de madera, sillas y un archivador. La sesión había comenzado con una ligera charla, seguido de un poco de provocación de parte de Gerard hasta que Frank lo tomó de las caderas y lo subió al escritorio. Ahí se besaron y se tocaron por un largo rato; hubo una pequeña interrupción por parte de Scott para que cambiaran de escena y fue cuando a Frank se le ocurrió hacer que Gerard se humillara por ser una secretaria provocadora.

❍𝐧𝐥𝐲𝐟𝐚𝐧𝐬 ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora