❍𝐧𝐥𝐲𝐟𝐚𝐧𝐬 ➛Frerard

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 4: 𝑳𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝑭𝒓𝒂𝒏𝒌

"Hablamos más tarde"... se repetía constantemente en la mente de Frank y eso lo molestaba, además de hacerlo sentir como un completo idiota.

¿En qué rayos estaba pensando al haber intentado besar a Gerard? Claro, estaban follando mientras se grababan para después subirlo a la red; Frank no encontraba la razón para no hacerlo. Tampoco habían hablado nunca acerca de los besos en los labios, Gee nunca le había dicho que no podía hacerlo, así que Frank había supuesto que estaban permitidos.

Pero si Gee no había querido, solo podía significar una cosa. Frank no le gustaba, y lo que tenían era solo sexo y ya.

El corazón de Frank se encogió en su pecho con tan solo pensar aquello. Sabía que estaba perdido por haberse enamorado de su mejor amigo y compañero de piso, pero era algo que no había podido evitar ni aunque lo hubiese querido. Con el paso de los días, de los meses y de los años, conviviendo, conociéndose, Frank había ido cayendo en silencio por él. Frank lo amaba desde verlo sonreír hasta el tornado de locura en el que se transformaba cuando no podía combinar un atuendo.

El gran amor que le tenía era lo que lo había llevado a tomar la decisión de apoyarlo en el Onlyfans. Sentía que de esa forma estaba protegiéndolo pero ahora ya no estaba tan seguro de estar haciendo lo correcto, porque sus sentimientos estaban corriendo sin rienda y no podía permitirse ser egoísta y aprovecharse de Gerard para su propia satisfacción sentimental.

Necesitaban hablar, esa era la única forma de resolver todo.

Frank se levantó de su mesa de trabajo, solo llevaba puesto un short y una camisola. Después de la sesión en la mañana, se había quedado dormido por un par de horas y luego había ido a trabajar directamente en la edición del video, pero no había podido hacer mucho. No podía ni siquiera verlo y no pensar en el trasfondo de lo sucedido, y así volvía a un círculo vicioso alrededor del asunto.

Su estómago gruñó de hambre, eran las cuatro de la tarde y no había probado más alimento desde el desayuno. Le había extrañado que Gerard no le hubiese llamado para almorzar, entonces recordó que le había dicho que iba a salir y un nuevo torbellino se formó en su pecho.

El departamento se miraba tan vacío sin Gerard en el y Frank sabía que estaba exagerando, porque no era la primera vez que se quedaba solo. Pero, había algo muy diferente en esta ocasión. Tenía que averiguarlo.

Talvez si comía algo se relajaba más, así que decidió cocinar. Sacó del congelador las porciones de carne para los dos, después de todo no sabía si Gerard había salido a comer, o sino podía dejárselo para cenar. Buscó los vegetales para la ensalada y brócoli con zanahoria para hacerlos salteados.

Antes que pudiera tomar el cuchillo para comenzar a picar, la puerta se abrió y Gerard apareció, parecía tan tranquilo y contento que Frank no pudo evitar la punzada que volvió a molestarlo.

—¡Hola Frankie! ¡Ya regrese! ¿Qué haces? —preguntó mientras se quitaba la mascarilla y pasaba junto a Frank para tirarla a la basura y lavarse las manos.

—Estoy preparándonos algo de comer.

—¡Oh! No te preocupes por mi, yo comí fuera de casa.

—¿Sí? —dijo sarcástico. Comenzaba a molestarse cada vez más—. Puedo preguntar, ¿a donde?

—Sobre eso... tengo que contarte algo —murmuró Gerard y se recostó en la encimera de la cocina, tenía la vista en el suelo y jugaba con sus manos—. Y-yo.. estoy saliendo con alguien.

—¿Qué? —casi gritó Frank, y le costó mucha fuerza de voluntad continuar picando sus verduras y no voltear a ver a Gee—. ¿Por qué no me habías contado?