Gerard estaba en su antigua habitación, la que ahora era utilizada para grabación. Vestía solamente una delicada bata con plumas en los bordes, de color lila casi transparente, que dejaba ver su piel nívea a la perfección. Sus piernas brillaban tal diamantes gracias a esa nueva loción que estaba probando y que siguió usando porque el olor a tarta de coco que tenía, hacía que cada vez que Frank lo cogía, le besara y acariciara las piernas con más pasión y deseo.
Estaba acostado de lado, con su vista a la puerta, esperando a que Frank entrara con la caja. Aquella caja que contenía sus deseos más ocultos y que él estaba ansioso por cumplir. Le dedicó una mirada felina al verlo ingresar solo vistiendo unos pantalones de chándal gris. Su dura erección se marcaba sobre su pierna e inmediatamente la boca se le hizo agua. Estaba tan caliente, necesitaba ser follado sin pudor alguno y el rubio parecía emocionado también por cumplir otra fantasía de dicha caja.
—¿Saco la tarjeta o lo harás tú? —el pelinegro le dijo cuándo lo vio dejar la caja sobre la mesa e ir a preparar las cámaras para iniciar con la filmación.
—Te veo demasiado ansioso el día de hoy, gatito —contestó vacilón, Gerard sonrió de lado—. Solo que me toca a mí escoger esta vez.
—Bien, pero hazlo ya… quiero saber que vas a hacerme —contestó acariciando sus deliciosas piernas, Frank sintió tanto calor que encendió la cámara y cuadró el plano lo más rápido que pudo para correr a elegir el papel con la fantasía ahí escrita.
Gerard no despegó sus ojos del hombre rubio en ningún momento, sus brazos fuertes se miraban tan ardientes y su espalda tatuada le provocaba arañarlo sin control. Vio la expresión de Frank cuando sacó la tarjeta, y esa sonrisa maquiavélica le hizo saber que quizás no le iría tan bien en esta ocasión.
—¿Qué es? —preguntó emocionado.
—Algo que quería hacer desde hace tiempo —entregó la tarjeta para que Gerard viera lo que había salido. Definitivamente sería un buen reto sabiendo lo grande que era el contrario.
—Joder… —Frank se alejó nuevamente de Gerard para iniciar la grabación.
Ese calor en el vientre de Gerard se hizo más intenso cuando Frank caminó hasta él de vuelta. El rubio empezó sus besos en su boca de caramelo, y poco a poco bajó por su cuello. Al mismo tiempo que con sus manos acariciaba sus piernas, le quitaba la bata. Lo dejó desnudo rápidamente e hizo que se recostara un poco. Quería besarlo entero, tocar su piel de seda y aspirar el delicioso aroma de esta antes de hacerlo su esclavo sexual.
El pecho de Gerard subía y bajaba, sus jadeos se hacían más sonoros mientras Frank jugaba con sus pezones rosados, provocándole escalofríos. A este punto su miembro ya estaba erecto y descansaba en su abdomen. La punta brillaba a raíz del líquido preseminal y fue limpiada por los labios de Frank, quien al verlo no pudo resistirse. El deseo de probar al pelinegro fue más grande y esos gemidos que soltaba valían la pena.
—Joder, Frankie… —sus ojos estaban cerrados, disfrutando de las caricias del contrario con suma pasión.
—Me vuelves loco, Gee.
—Y tú a mí.
—Ven, amor, voy a follarte esa boquita tan buena que tienes. —Frank lo tomó de las manos para que volviera a sentarse.
Él se levantó y bajó sus pantalones de una vez por todas. Mierda, realmente Gerard tenía que llevarse aquel pedazo de carne caliente a la boca.
—Vamos, amor. Tómame en tu boca, sé que quieres hacerlo.
—Por supuesto que quiero, Frankie.
Inmediatamente Gerard se arrodilló y escupió en su mano, para luego lubricar la polla de Frank. Lo masturbó durante unos minutos antes de por fin llevárselo a la boca y empezar a chupar.
—Oh, Gee… por Dios.
—Me encantas mucho, Frankie… —contestó y regresó la gruesa longitud del rubio a su boca para seguir con ese vaivén exquisito.
La boca de Gerard era un sueño, un jodido sueño hecho realidad. Necesitaba invadirlo con su longitud, quería escucharlo pidiendo más. Por ello alejó las manos del pelinegro de sus piernas y tomó su cabeza para hundirse más profundamente, tocando su garganta. Pronto las arcadas se hicieron presentes. Frank salía de la boca de Gerard por un momento y volvía a hundirse salvajemente, luego empezaba con esas embestidas, embriagado de total placer y lujuria.
Ver a Gerard con los ojos cubiertos de lágrimas, el rostro sonrojado y la saliva manchando su boca era algo tan malditamente erótico. Escucharlo pedir más se volvía su debilidad y solo quería continuar atacando su garganta sin parar para satisfacerlo.
—Más… Frankie… más… —el rubio se hundió nuevamente en su garganta, podía sentir la lengua contraria tocando la parte baja de su extensión, saboreando sus fluidos—. Joder… que rico…
Frank estaba a punto de explotar, por lo que quería tener una toma más cercana cuando se corriera en la hermosa carita de Gerard, por lo que se alejó de él un momento para tomar la cámara y enfocar al pelinegro. Lo tomó del cabello para tener más control mientras seguía penetrando su boca, pero esa sensación deliciosa en su vientre estaba a punto de estallar. Entonces salió de la boca de Gerard y se masturbo unos pocos momentos contra su cara. Las deliciosa fricción de las mejillas suaves de Gerard y sus carnosos labios contra la piel caliente de su polla, lo llevaron al borde. Gruñó profundo cuando se corrió.
Manchó el rostro de su pareja con los hilos blancos y espesos de su semen. Gerard abrió la boca para recibir un poco y sacó su lengua, lamiendo el rastro de la esencia dulce que estaba sobre sus labios y que tanto le gustaba probar.
Frank hizo un plano más cercano del rostro del pelinegro, quien se reía coqueto. Esa mirada que le regalaba a la cámara le provocaba tener un segundo round con Gee sobre sus rodillas mientras se dejaba follar sin piedad.
—Wow… esto quedó increíble —mencionó luego de cortar la grabación y dejar la cámara nuevamente en el trípode—. A los suscriptores les va a encantar.
—¿Tú crees?
—Obviamente, cariño —se acercó a él con unos pañuelos para limpiar su rostro—. ¿No te gustó?
—Sí, por supuesto. Pero, me dejaste destrozada la garganta —Frank rió mientras seguía quitando los restos de sus fluidos de la cara del contrario.
—Perdón, amor.
—Y ni siquiera me corrí —reclamó.
—Oh, pero eso lo podemos solucionar fácil —le sonrió coqueto—. Si quieres…
—Por supuesto que quiero, así que camina a nuestra habitación. Me toca a mí.
ESTÁS LEYENDO
❍𝐧𝐥𝐲𝐟𝐚𝐧𝐬 ➛Frerard
Fanfic[𝙽𝚂𝙵𝚆] El mundo cambió totalmente al enfrentarse con una pandemia. La vida de Gerard y Frank también fue víctima del inesperado suceso. Pero, sin lugar a dudas, todo fue para bien. ♥︎Contenido explícito {Fanfiction Frerard 14/02/22-19/05/23}