33. ❝Cortinas❞

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Geno masticó el chicle un par de veces más antes de soplar y formar una burbuja, el chicle reventó de un extremo y se fue desinflando lentamente. El chicle ya no tenía sabor así que solo lo escupió a su mano y lo pegó a la espalda de Reaper. 

— ¡No! ¡Oye, no mames! ¡Cabrón! — Gritó el pelinegro tratando de alcanzar el chicle de su espalda mientras que Blard estallaba en carcajadas. — ¡Wey, esa mamada no se quita!

— ¡AJAJAJAJAJA! ¡Por pendejo! — Exclamó Blard. 

— ¡Oye, no, es el único uniforme que me queda! 

— ¿Qué le pasó a los otros? — Preguntó Blard.

—No, pues aquí su bruto — se señaló. — metió a lavar su ropa sin saber que el uniforme estaba ahí también. Se coloreo bien culero. — Blard carcajeó. 

—No mames, Reaper. — El castaño le dio una palmada a su amigo en la espalda olvidando por completo que todavía tenía el chicle pegado en la prenda. — ¡AAAAAAHG! ¡Qué asco! ¡Se me pegó un pedazo!  

— ¡AJAJAJAJAJJA! 

Geno sacó de su bolsillo otro chicle y se lo echó a la boca escuchando a sus dos amigos discutiendo y amenazándose con el chicle masticado hasta que de repente hubo silencio. 

— ¿Y a ti qué te pasa? — Preguntó Reaper dando una suave patada al pie del albino. 

—Nada. — Respondió rápido y sin rodeos, pero sin mirarlos. Estaba viendo el partido de futbol en la cancha del fondo, siguiendo el balón con los ojos, aunque no sabía quién estaba ganando.

— ¿Y tu lonche? No vi que comieras nada. 

—No tengo hambre. 

— ¿Y Error? 

—No sé.

—...— Blard se inclinó sobre Reaper para poder llegar al albino. —Ayer tampoco te vi desayunar...y creo que antier tampoco. 

— ¿Y qué tiene? — Espetó Geno mirándolo ferozmente. —Reaper nunca desayuna.

— ¡Pero eso es porque estoy ahorrando! 

—Te va a dar algo. — Murmuró Blard. 

— ¿A mí o a Geno?

—A los dos. 

—Ah. — Geno se volteó. —No, pero ya enserio, ¿qué te pasa? ¿Estás enojado? ¿Es porque dejé tu sacapuntas en mi casa? —El de ojos claros se giró. 

— ¿Tienes un sacapuntas mío? 

—...Uh...

—Me quiero matar. — Suspiró Geno inclinándose y echando la cabeza hacia atrás.

— ¡¿Qué?! ¡No digas esas cosas, solo es un sacapuntas! — Reprendió Reaper, serio.

—No es por el sacapuntas...

Blard se levantó y dio la vuelta para sentarse del otro lado dejando a Geno en medio de ambos. — ¿Te peleaste con Fresh otra vez?

—Fresh y Error se pelearon, como siempre, casi se agarran a vergazos en el pasillo, le grité a Fresh, él me gritó, luego Error casi me parte la madre-

— ¿Cómo?

—Y todo porque le dije que no sentía lastima por Ink y ¿saben qué? Me he dado cuenta de que la manera más fácil de vivir la vida es que te valga madres lo que hagan tus hermanos. — Sopló inflando otra bomba de chicle. —Si se quiere ir a perseguir a Ink y le parten la cara pues ya es pedo suyo, hice lo que pude. Casi no salgo porque me pongo a cuidarlos, pero ahora resulta que soy el malo porque los cuido. Sacrifiqué mi vida personal, mi infancia y mi reputación por ellos, ¡cuando hacen algo bueno los felicitan, pero hacen algo malo y por alguna perra razón al qué regañan es a mí! ¡En la escuela, en la casa, en la calle! ¡Estoy hasta la madre! ¡A mis papás les vale verga dónde están o con quién están mientras no los molesten, yo me hago cargo, hago lo que puedo, pero bueno, hacer lo que puedo no significa que sea experto y como no soy experto se enojan porque entonces nada sale bien! — Escupió el chicle al suelo antes de que terminara por atragantarse con él.

>> ¡Estoy cansado, no duermo, me duele la garganta de estar gritando todo el rato! ¡Parece que tengo niños chiquitos y como mis papás tienen la percepción de la realidad bien alterada al parecer ellos creen que son míos! ¡¿Si notan mis ganas de tener hijos en el futuro?! —Inhaló profundo y exhaló lentamente para relajarse. —...Me voy a comprar un perro y me mudaré lo más lejos posible de ellos. Si terminan en prisión o en el hospital pues valió madres, allá ellos.

—Geno-

— ¿Qué? — Espetó, furioso. — ¿Tú también vas a decir que estoy mal? No estoy mal. ¿Quieren libertad, qué los deje tranquilos para que puedan partirse la madre con unos marihuanos en la calle? ¡Pues ahí está!

—...

— ¡Ya se pueden comportar como animales y no les voy a decir nada! ...Haber si con unos chingasos se les quita lo bruto. — Se levantó. —Tengo práctica ahorita, ¿tienes tú gorra?

Reaper pestañeó. —Sí...

—Prestámela.

Estaba cansado de repetir las misma cosas todo el tiempo y que no le hicieran caso, era como sí estuviera hablando con la pared. Pensaba que el estúpido era Error, pero ahorcó su sombra en la pared cuando se dio cuenta de que el tonto era él.

No sabía que era enserio eso de que criar cuervos haría que te sacaran los ojos, pensaba que eran frases que decían las señoras para criticar gente, pero estar al borde de ser golpeado por Error hizo que quebrantada todas sus buenas expectativas sobre el chico.

Había apostado todo por él, hasta había pronosticado una vida llena de éxito y felicidad a pesar de sus problemas comunicativos, Error encontraría la manera de sobresalir en el mundo. Vaya mierda.

No sólo Ink tenía los ojos vendados, al parecer él también por creer que su estructura familiar era perfecta. Estaba igual de podrida que la de cualquier otro, sólo que él ponía las cortinas para aparentar que jugar a la casita con los Crayon era divertido.

Al diablo con las putas cortinas, él no había parido a nadie. Quería todo el dinero y el tiempo invertido con intereses y todo. 

Yo te trataría mejor || ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora