Ink se removió en la cama, dentro de su sueño escuchaba el crujido de papeles y cosas siendo removidas de lugar, pero pronto se dio cuenta de que eso en realidad estaba pasando. Despertó asustado encontrando a Cross haciendo todo el ruido posible para despertarlo, tenía una hora en las manos y la caja sucia que contenía los pocos medicamentos que había en casa.
—De verdad estás mal. — Ink tardó en despertar y acoplarse a la realidad, pero cuando lo hizo fácilmente pudo notar que lo que estaba sosteniendo eran los estudios de laboratorio.
— ¡Hey! — Brincó de la cama para intentar arrebatárselos, pero no pudo. Cross lo miró fijamente y con un tono ronco dijo:
—Vamos a que te revisen.
— ¿Qué? No...no puedo pagarlo.
—No puedo pagarlo, no puedo pagarlo, siempre dices eso, claro que puedes pagarlo. — Lo sacudió. —Deja de pagar las pendejas de Nightmare y enfocate en tu propia mierda. Vistete, vamos. — Rápidamente se puso lo primero que encontró porque Cross se estaba yendo, lo persiguió cruzando la sala en silencio al ver que su padre dormía en el sillón, pasó por encima de varias botellas de cerveza y cerró la puerta despacio. —Sube, pero sin vomitar, acaban de lavarlo. — Dijo rodeando el auto para subir frente al volante. Ink se acercó tímidamente, iba a abrir la puerta de atrás, pero Cross se estiró para abrir la de enfrente. —Sube aquí. Hay que platicar un rato.
Ink subió tratando de no manchar nada ni tocar mucho para no dejar huellas, cerró la puerta y preguntó
.
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— ¿Qué dijo? — Ink le mostró la receta. —La farmacia está aquí al lado.
—Espera, espera. No sé cuánto vayan a costar, son muchas cosas, ¿qué tal si son caras? Ya gasté-
—Las pago yo.
— ¡¿...?! — Ink lo miró perplejo. —N-No, no puedo dejar que-
—Ink — dijo con un tono fastidiado mientras saca una cajetilla de cigarros del bolsillo. —, si alguien te ofrece algo, sin importar cuan grande o pequeño sea, tú di que sí. ¿Cada cuánto alguien se ofrece a pagar tus cosas? Por algo tu novio se fue. — Balanceó el cigarro entre sus dedos sin prestar atención al rostro decaído del otro chico, encendió un extremo y lo puso entre sus labios. —Ugh, juré que lo dejaría, pero así no se puede. Deja que termine de fumar este y entramos a comprar eso.
Ink apretó la bolsa de medicamentos contra su cuerpo, el auto se zangoloteaba por los baches, eso hacía que Cross se frustrara, no podía evitar tantos hoyos en el camino. Ink lo miró de reojo, había tomado otro cigarro para fumarlo y liberar el estrés del camino. — ¿Por qué me ayudas? —Se atrevió a preguntar.
— ¿No quieres que lo haga? —Cross rio.
—No, ¡sí! Digo, es que nunca-
—Me estoy purificando.
Ink se sorprendió, pero no dijo nada pues Cross parecía muy serio al respecto. —...
—Hace poco fui a resolver unos asuntos, unos tontos querían vender en nuestra zona — se encogió de hombros, a Ink le costaba respirar, el auto se había llenado del olor a cigarro y no podía hacer nada al respecto, las ventanas estaban cerradas por el aire acondicionado y no se sentía capaz de interrumpir a su compañero. —, iba a hablar con ellos, pero terminamos peleándonos y la patrulla nos agarró. Nos encerraron a todos juntos y fue raro porque empezamos a platicar, la verdad es que eran buena gente, me cayeron muy bien y hasta intercambiamos números. — Sonrió. —Eran muy graciosos, uno de ellos era religioso, era un fiel creyente, pero la crisis no perdona a los creyentes ni a los ateos. — Aspiró el cigarro y sopló sonriendo en todo momento. —Hablábamos mucho y salimos varias veces. — Se silenció a sí mismo y se dedicó a morder el cigarro. —Las drogas tampoco perdonan, pero él estaba tan seguro de que Dios le enviaría un milagro.
>> Murió en mis brazos el diciembre pasado.
— ¡...! — Ink agrandó los ojos, mirándolo boquiabierto.
—Lo apuñalaron como 4 veces en el estómago, se estaba desangrando en mis brazos y sus única preocupación era que no iba a llegar a la misa del domingo. — El más pequeño estaba estático, estupefacto ante su confesión, pero muy sumergido en la anécdota. —Nunca fui a una iglesia hasta esa vez, supongo...Fue el domingo siguiente que fui por primera vez a misa, daba vergüenza, era el único que no sabía cuándo pararse ni qué chingados estaban cantando. — Carcajeó. — ¡Pero ya me sé todas las canciones! Creo que soy un buen católico...Me confieso cada semana y siempre me ponen a rezar un buen como penitencia, pero el domingo pasado que me confesé, en vez de decirme que rezara, el padre me dijo que hiciera algo bueno.
>> Qué ayudara a alguien que lo necesitara, según eso podría purificar mi alma y entonces perdería el interés en todas las demás cosas nocivas en las que estoy metido...
—...— Ink pestañeó lento, ni siquiera pensó las palabras que salieron de sus labios sin autorización. — ¿No sabía que eras católico?
— ¡Es broma! — Exclamo y, tras eso, carcajeó dando una fuerte palmada en la espalda a Ink. — ¡¿Me ves a mí en la iglesia o algo?! ¡Claro que es mentira!
—...Ah...
—Jaja, eres fácil de engañar. — Lanzó el cigarro a medio fumar por la ventana. — ¿De verdad me ves a mí confesando mis pecados a un tipo en una toga? ¡Mi único confesionario es el bar de alitas! — Se giró. —No te pongas así, Ink. Escucha a la gente correctamente, solo así sabrás si mienten o no. ¡Oye, hagámoslo un juego! ¡Te daré una moneda cada vez que identifiques mis mentiras, si fallas, tú tendrás que darme una moneda! — Ink dudó.
Esto es como hacer un trato con el diablo, pensó, pero no veía otra salida. —Bueno...
— ¡Jaja, asegurate de no quedar más pobre de lo que ya eres, tonto!
—Sí...¿Puedo-? ¿Puedo bajarme aquí? — Señaló. —Tengo que comprar arroz.
—No ocupas arroz, Ink, revisé toda tu casa antes de que despertaras, si te caigo mal solo dimelo y te meto una putiza gratis.
—...
— ¡Es broma! ¡JAJAJAJA! ¡¿Por qué te pones tan tenso?! ¡Pareces tortilla tiesa!
Ink no respondió, el resto del camino la pasó en silencio escuchando todo lo que Cross parloteaba, no se sentía seguro en ese auto, no dejaba de darle vueltas a la idea de que todo esto podría tratarse de un plan malévolo de Nightmare. ¿Para qué? No lo sabía, pero empezaba a ponerse muy ansioso.
Todo esto era muy extraño.
¡Hello ~☆!
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Yo te trataría mejor || ErrorInk
Hayran Kurgu❝Te apuesto a que soy diez veces mejor que él.❞ Ink vivió su vida de secundaria atormentando a un pequeño chico asiático, hermano de uno de sus compañeros de clase, Error. El cual era un año menor y era bastante débil físicamente. Pero el día de su...