El llamado a la puerta era señal de que debía apurarse, apenas había llegado a casa, por suerte cuando entro por la puerta ya era muy tarde como para que Ccino le hiciera preguntas, tenían que abrir el café.
Aventó sus cosas por ahí y se dio un baño que duró bastante. Conforme se desvestía seguía encontrando cosas, la camisa ni siquiera era suya, pero igual la guardó. Pensaría que hacer con ella después.
—Ya voy. —Dijo, todavía no estaba listo, se había quedado pensando mucho mientras el agua le caía encima, aún así, no pudo llegar a ninguna conclusión. Solo sentía vergüenza. Un par de golpes más insistentes lo obligaron a abrir la puerta, no esperaba encontrarse a Error del otro lado. —...
—Hola. — Saludó tranquilo y sonriente como siempre, pero Ink solo bajó la mirada como respuesta.
—...¿Qué haces aquí? — La pregunta hizo que la sonrisa en el rostro del asiático se desvaneciera.
—...No he sabido nada de ti, el otro día saliste corriendo y-
—Me sentía mal, es todo.
— ¿De verdad?
—Sí, pero ya estoy bien...— Por supuesto que Error no le creyó ni una palabra.
— ¿Puedo pasar? — Ink dudó, hasta atrajo la puerta reduciendo el espacio sin querer, pero igual asintió.
—Solo que...ya casi me voy.
—Lo sé, solo quería confirmar que todo estuviera bien.
—Estoy bien. — Insistió a la vez que volvía a su tarea de terminar de arreglarse para partir lo más pronto posible, Error no hizo mucha presencia, solo se quedó de pie al final del pasillo examinando casa esquina.
—Me alegra escucharlo...
—Sí, n-no es nada. — Ink se detenía, daba vueltas por toda la casa tratando de encontrar sus zapatos y sus demás cosas que necesitaba para bajar al trabajo, en ningún momento le dedicó una mirada al asiático y esto lo preocupaba.
—Ink, haz estado muy nervioso estos días-
—N-No, yo...Tengo que ir a trabajar.
— ¿Y si te tomas un descanso?
—No puedo. No puedo. — Sus pies eran agiles, pero torpes, sus movimientos erráticos hacían que chocara con los muebles repetidas veces y, aún así, no se detenía. —No encuentro mis zapatos...— Murmuró. —Se hace tarde...
—Ink-
—No sé dónde los puse...—Error aprovechó que pasó a un lado suyo para poder sujetarlo.
—Oye. — Ink tembló en sus manos aumentando su preocupación, pero la mirada impaciente y frustrada que le dio fue peor.
—Tienes que irte. — Dijo, firme.
— ¿Qué? Pero-
—Vete. — Ordenó apartándolo a empujones. —Sal de aquí.
—...—Error estaba desconcertado, sus pies seguían retrocediendo, pero su cerebro no procesaba la situación a la misma velocidad que estos.
— ¡Fuera de aquí!
—...Espera, cálmate un poco-
— ¡No! ¡Vete! — Finalmente logró sacarlo a empujones y azotó la puerta, recargó su espalda en la madera y se deslizó hasta el suelo.
Por Dios, juraba que Nightmare estaba riendo, podía escucharlo como si estuviera a un lado de él. ¿Cuál era su problema? ¿Por qué estaba tan obsesionado con él? El tipo estaba loco.
Usualmente, cuando cerraban el café subían directamente al apartamento a compartir un rato antes de irse a dormir, pero está vez Ink salió a la calle. —Hola. — Se giró hacia un lado sorprendido.
Cross lo estaba esperando, ¿cómo lo había encontrado? No estaba seguro. —Ah...Hola. ¿Qué pasa? — Cross se acercó tranquilamente y luego de rodar los ojos y quejarse un par de veces respondió:
—Estuve pensando...y, bueno, nadie te avisó de lo de Nightmare así que pensaba que si querías saber más...— Ink jadeó. Se sentía como un ratón frente a un trozo de queso enorme. No podría describir su sentir en ese momento porque estaba tan perplejo que ni siquiera pudo responder. —Pero si no quieres, entonces-
—Dime.
— ¡...! — Se sacudió el cabello antes de sonreír. — ¿Qué quieres saber?
—Todo.
— ¿Hm~? Sé más especifico.
— ¿Es cierto? ¿...Murió?
—...— Cross dio un largo suspiro. —Sí. Es cierto. — La expresión del más pequeño se deformó.
— ¿C-Cuándo?
—Tres meses después de que te fuiste. Creo que el 22, no estoy seguro.
— ¿Cómo...? — Su voz se debilitaba ante cada confesión, su pecho se comprimió tanto que sentía el corazón en los oídos y sus ojos picaban. — ¿Q-Quién lo-? ...No entiendo...¿Por qué-? — ¿Por qué se dejaría matar tan fácilmente? Ese era su dilema, era eso lo que lo estaba atormentando.
— ¿Quieres oír toda la verdad? — Ink lo miró, sus ojos rojos y llenos de lágrimas solo incitaron al otro a continuar. Con una sonrisa traviesa llevó su mano a sostener la nuca del pobre chico y susurró en su oído sin ninguna culpa—: Yo lo apuñale. — A Ink se le detuvo el corazón. —Para ser más precisos, justo aquí. — Sus dedos presionaron el estomago del tembloroso chico incrementando sus nauseas y latidos. —Se desangró muy rápido, fue bastante patético. — Retrocedió.
Ink estaba tan perturbado que no podía moverse y perduró así por un largo rato hasta que reaccionó solo para preguntar—:...¿Dijo algo?
— ¿...?
—Sus últimas palabras...—Exigió sosteniéndole la mirada llena de lágrimas al otro, enfurecido de que el monocromático todavía tuviera el descaro de alzarse de hombros y reír.
—No sé, no lo escuché.
—...No te creo.
— ¿Disculpa?
—No te creo. —Repitió. — ¡No te creo que haya sido así de fácil!
— ¡Fue así de fácil! —Cross lo tomó de la camiseta, agitándolo fuertemente sin dejar de escupirle palabras en la cara. — ¡Nightmare era patético, la única razón por la que estaba ahí era porque se rodeaba de gente más patética y estúpida!
— ¡Si fuera así de fácil como dices yo habría podido deshacerme de él antes!
— ¡Tuviste muchas oportunidades, Ink, pero te gustaba el papel de victima, tengo hasta la sospecha de que ser tratado de así te excitaba!
— ¡Suéltame! — Tomó sus brazos apartándolo con un fuerte movimiento.
— ¿Ves? ¿Qué te costaba usar esa fuerza con él. —Burló. —Fue así de fácil, la diferencia entre tú y yo es que yo sí lo intenté. Me tenía tanto miedo~
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Yo te trataría mejor || ErrorInk
Fanfic❝Te apuesto a que soy diez veces mejor que él.❞ Ink vivió su vida de secundaria atormentando a un pequeño chico asiático, hermano de uno de sus compañeros de clase, Error. El cual era un año menor y era bastante débil físicamente. Pero el día de su...