Extra

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— ¡Buenos días! — Los golpes constantes en la reja y los gritos desde afuera despertaron a Nightmare, furioso se levantó de la cama dando zancadas y despotricando contra el extraño que interrumpía su sueño. Dos cosas que odiaba era despertar temprano y que lo despertaran, el pobre chico que lo esperaba afuera no se salvaría de su ira. — ¡No soy de Coppel, no vengo a cobrar, solo necesito hacer una entrevista para la escuela! ¡¿Holaaa?! — Tiró de la puerta tan fuerte que dio la impresión de que la arrancaría, con su mirada asesina examinó al joven rubio tras la reja y entre gruñidos se acercó para abrirla. 

— ¿Qué? —Espetó con voz ronca. Stave lo miró de pies a cabeza evaluando su vestimenta, su pantalón suelto y mal acomodado, la camiseta sin mangas que exponía sus musculosos brazos, pero eso era lo de menos; su apariencia sucia y desordenado hizo que se ganara una mirada de asco de parte del más joven. — ¡¿Qué?! —Repitió. 

—Uuh...Estoy haciendo una encuesta. —La expresión del hombre se volvió más ruda y frustrada.

— ¿Para eso hiciste tanto escandalo?

— ¿Qué? ¿Acaso estaba limpiando? — Arqueó una ceja. —...Porque trabajando no creo. 

—Es sábado, niño. — Gruñó, conteniendo las ganas de plantarle el puño en la cara. —Lárgate. 

—Oiga, mire, ya entrevistamos toda la calle, solo falta usted. — Le mostró la hoja de preguntas. —Son solo 6 preguntas, diga sí o no y yo me invento el resto. 

Nightmare pestañeó, por casi diez segundos sostuvieron sus miradas, peleando por ver quien cedía primero a sus amenazantes ojos. El hombre esperaba que el su aura pesada y su rígida postura intimidara al joven chico, pero Stave estaba más concentrado en las cicatrices y los tatuajes que adornaban sus brazos. Su brazo izquierdo estaba cubierto de ellos, diferentes formas y colores, no podía ver un solo espacio de piel que no estuviera coloreado. Contrastaban mucho con ese aire rudo y masculino que desprendía. —Está bien. Qué sea rápido. — Dijo, finalmente, sacando al chico de su ensimismamiento. Se cruzó de brazos y se recargó en la reja, la tensión de sus hombros desapareció y sus ojos estaban más calmados. 

—Oh...Ok. Solo es una encuesta de salud. 

— ¿Eres enfermero? — La pregunta fue simple, pero fue suficiente para ganarse otra mirada de desprecio. 

— ¿Tengo la pinta o qué? 

Nightmare gruñó. — ¿Por qué otro motivo estarías haciendo encuestas de salud?

—Estoy haciendo mi servicio, no es como que me guste hacer estas cosas, ni siquiera me pagan.

—Uh...Estudiante de medicina. —Soltó pensativo. — ¿Estás en la universidad?

—Me graduaré de la prepa este año...Eso si la de química no me manda a extraordinario. — Murmuró. 

— ¿Qué? ¿No te gusta? Necesitas saber de química para inyectar, ¿no? 

— ¿De verdad tengo pinta de ser capaz de soportar el estrés en el área de urgencias? — Nightmare rio a la vez que se encogía de hombros. 

—Dime tú, estas haciendo encuestas sobre salud. —Dijo, con sorna. —El enfermero aquí eres tú.

—...No había cupo en sistemas. — El hombre estalló en carcajadas, sus hombros se sacudían por la risa y echó la cabeza hacia atrás. Eso molestó a Stave. —Ala, ¿y la risa como por qué? 

—No quiero que me atiendas cuando me revienten el brazo con una pistola. — El rubio alzó una ceja. —Prefiero morir. 

—Descuide, no seré médico. — Aclaró, al final se dio por vencido y optó por leer las preguntas. —Bueno...¿Cuántas veces al año se hace un chequeo general?

Yo te trataría mejor || ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora