39. ❝Victima❞

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—Revisaré esto y te llamaremos. — Ink asintió y agradeció tímidamente antes de salir, Cross estaba esperándolo afuera del local sentado en los escalones dándole vueltas a un encendedor.  

—Al fin, si tardaste tanto significa que se interesaron en ti, ¿no? 

—...No lo creo. 

—Uhm...Oye, invitame a comer. —Ink suspiró y le sacó la vuelta. 

—No tengo dinero. 

— ¿Eh? — Cross caminó detrás de él. —Di un lugar y vamos a comer, yo invito. 

—...Basta. — Murmura. —Lo haces ver como si me estuvieras manteniendo...

—Soy como tu Sugar. — Sonrió. —Llamame Sugar Junior porque no soy tan viejo para ser un Sugar Daddy.

—...Eres extraño. — Susurró lo más bajo posible para no ser escuchado, pero Cross pudo oírlo claramente, aun así, fingió no hacerlo. 

— ¡Vamos por comida china! 

— ¿Para desayunar?

— ¿No te gusta la comida china? Podemos pasar por otra cosa en el camino. Venden empanadas por la-

— ¡¿E-Eh?! No, está bien...Pero no creo que la comida china esté abierta a esta hora...— Cross le sonrió coqueto. 

—Bueno, entonces hay que sentarnos aquí a esperar. — Guio a Ink hacia una banca bajo la sombra y añadió —: Cuéntame algo. 

—...¿Algo cómo qué?

—No sé, ¿cómo qué te gustaría contarme?

— ¿...? — Se encogió de hombros y Cross alzó una ceja.

— ¿De verdad no tienes nada interesante para contar? ¿Y de qué hablabas con el chino, entonces? 

—...Nada relevante...

—De acuerdo, tiene sentido. Ambos son raros así que supongo que está bien. — Ink pestañeó balanceando los pies en el aire con la piel erizada. No dejaba de darle vueltas al asunto de por qué Cross insistiría tanto en ayudarlo. Imposible que fuera por gusto y menos si no tuviera nada que recibir a cambio. 

Cross no era un santo, era un negociante que sabía obtener el mejor trato, incluso si eso significaba perjudicar a otras personas. Él no ayudaba a nadie, era alguien de temer. 

Ink sabía que no era dueño de su propia vida y no veía el día en el que pudiera tener la oportunidad de decidir por sí mismo, sin embargo, Cross no solo era dueño de su vida, si quería, podía tener control sobre la vida de todos a su alrededor, su forma de ser era igual a la de un amigo intimo y de confianza, pero solo vaciará tu mente. Y de paso, tus bolsillos. 

Ink le temía a Nightmare, pero también a Cross. Ambos eran grandes candidatos para el puesto de lideres en una banda criminal, realmente le sorprendía que Cross le cediera el puesto tan rápido e incluso accediera a ese tipo de citas, pero pensándolo bien tenía sentido.

La diferencia entre Nightmare y Cross es que, el primero quería tener control de todo y todos sin importar cómo, quería la cima, la corona, el poder, solo así podía garantizar su satisfacción y garantizarse una vida de lujos y subordinados a su disposición. Sabía cómo ganarse a la gente y a la que no podía ganarse, solo había que amenazarla. 

Pero, a diferencia de Nightmare que lo quería todo, Cross no quería nada. No apoyaba a Nightmare, pero tampoco se oponía a su imperio, tenía las misma habilidades que él, era lo suficientemente encantador para rodearse de gente y lo bastante manipulador para trastornar las mentes hasta de los más puros. Sin embargo, crear un imperio requería de mucho esfuerzo, cuida de las personas, escuchar sus problemas y los de la organización para luego tener que resolverlos era algo que Cross evitaba. Ni siquiera resolvía sus propios problemas, ¿cómo podría hacerse cargo de algo como eso?

Yo te trataría mejor || ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora