Ink le había dado mucho para pensar.
Decidieron no salir directamente, había pasado mucho tiempo y ya no eran adolescentes en las mismas condiciones, estaban encaminándose a la vida adulta así que preferían conocerse primero. Por tercera vez.
Su primer encuentro fue prácticamente para ponerse al corriente sobre sus vidas, desde lo más vago hasta lo más relevante, Ink estaba muy emocionado por compartir todas las cosas en las que trabajó y todo lo que aprendió durante su independencia. Sin embargo, Error sabía que omitía algunas partes, no iba a creerse eso de que todo fue viento en popa desde el principio, pero tenía sentido, no contabas tus tragedias en tu primera cita.
Tendría que tragarse la curiosidad.
Hablaron sobre el Ccino y el café, Ink hizo cuentas sobre el tiempo que llevaba en terapia y lo bien que estaba llevando las cosas, eso sí, tampoco dio muchos detalles. Se enfocó más en sus pasatiempos, el club de pintura de los martes y las clases de yoga al aire libre los domingos por la mañana, además de los eventos de adopción de los gatos del café, el conocimiento que adquirió sobre contabilidad y veterinaria leyendo libros y viendo tutoriales de Youtube porque no contaban con suficientes ingresos como para contratar a algún experto que llevara las cuentas o atendiera malestares menores de los felinos.
Cuando terminó de hablar, Error no supo que decir, todo eso lo había tomado por sorpresa, estaba teniendo demasiados sentimientos encontrados y simplemente no podía procesar las palabras correctamente. Aún así, le sonrió.
Estaba orgulloso de él, de sus esfuerzos, de lo rápido que logró recuperarse de aquel infierno.
— ¿Qué hay de ti? — Y ahora le tocaba contarle sobre su vida, pero no creía si fuera lo más apropiado, todo en la vida de Error estaba ligeramente relacionado con el pasado, con Nightmare y todo eso.
¿Estaba bien si hablaba sobre Geno? Los tres estaban en el mismo salón así que...
—Uhm...Bueno, tengo un sobrino ahora...— La sorpresa invadió el rostro de Ink.
— ¿Qué? ¿Quién-? Uh...
—Es de Geno. — Error rio, no pensó que la cara de Ink pudiera estirarse más, pero ahora mismo le estaba demostrando que sí que podía. — ¿Quieres verlo? — No esperó una respuesta, colocó su teléfono sobre la mesa y antes de encenderlo sacó unos lentes de su mochila. No hubo necesidad de abrir su galería, solo tuvo que desbloquear su teléfono para mostrar su fondo de pantalla. La imagen del niño en brazos de Fresh exponiendo de una forma tierna su primer diente en una sonrisa. Ink paseaba sus ojos por la pantalla, escaneando los detalles y de vez en cuando se desviaba hacia el rostro de Error, el asiático se contentaba de solo ver la imagen, posiblemente proyectando el recuerdo en su mente. —Es una copia de Geno, sinceramente. —Rio. —Y ahora que está más grande se nota más.
—Le gusta ponerse mis lentes — se quitó los anteojos y revisó el armazón. —, ya no se los presto porque ya me los rompió, le tuve que poner cinta. — Señaló.
— ¿Cuándo empezaste a usarlos?
—Casi saliendo de la prepa, no miro bien de noche, me encandilan mucho las luces.
—Uh...Te quedan muy bien. — El asiático sonrió coqueto.
— ¿Te los quieres poner?
—No, gracias, no vaya a ser que te los rompa también. —Sacudió la mano en el aire escuchando la mezcla de su risa con la de su acompañante, después de eso hubo un silencio bastante largo en el que solo se miraron, aún así, ninguno se sintió incómodo. — ¿No se está haciendo tarde?
— ¿Me estas corriendo?
— ¿Me crees capaz? —Arqueó una ceja. —No quiero que llegues tarde a clases mañana y digan que fue por fugarte anoche con un extraño. —La expresión de Error se deformó, volviéndose más seria y solitaria con sus palabras.
—...¿tu crees que somos extraños...?
—...¿No te parece...?
—...— No respondió y solo se limitó a hacer una mueca. — ¿Tú quieres que...finjamos que todo eso no-?
—No. — Respondió de inmediato capturando toda la atención del chico. —No, eso...Es imposible, no es a lo que me refería. Todo eso es...mi infancia, Nightmare fue parte de mi vida, por más triste que sea, pero te conocí en mi peor etapa, no puedo solo ignorarlo...Yo pensé que no querrías que habláramos de eso así que intente no traer nada a flote, te metí en muchos problemas en ese entonces...
—No, está bien, en realidad soy yo el que no quería molestar, escuchar lo mucho que has estado trabajando para recuperarte me hace sentir feliz, pero pensé que querrías olvidarte de todo lo demás...
—Hubo muchas cosas buenas de esos días que preferiría mantener conmigo — Error pestañeó, su expresión era igual a la de un cachorro triste luego de ser regañado o algo parecido, pero no es como que Ink pudiera decírselo. Ese tipo de cosas prefería guardárselas para reír consigo mismo. —, todavía hay varias cosas en las que sigo trabajando...
—Y...¿qué necesitas?
— ¿...? — Pestañeó, ligeramente pasmado. Error no lo miraba, le daba vueltas al vaso vacío sobre la mesa, ansioso. — ¿A qué te refieres?
—No...entiendo muy bien el proceso en el que estás, pero si puedo hacer algo...o si solo quieres que te acompañen...—El rostro del asiático tomó un ligero tono rojizo antes de pronunciar su última frase—: Solo no me eches de tu vida de nuevo, esta vez quiero ser capaz de ayudarte un poco más...— El rubor se contagió a Ink extendiéndose de sus mejillas hasta las orejas.
—No haz cambiado nada. — Sonrió.
— ¿Te parece~?
—Uh-hm~
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Yo te trataría mejor || ErrorInk
Hayran Kurgu❝Te apuesto a que soy diez veces mejor que él.❞ Ink vivió su vida de secundaria atormentando a un pequeño chico asiático, hermano de uno de sus compañeros de clase, Error. El cual era un año menor y era bastante débil físicamente. Pero el día de su...