Los golpes acelerados lo hicieron despertar, era tarde, casi media noche, le sorprendía que alguien estuviera tocando la puerta a esta hora. Su colonia era tranquila y el edificio estaba habitado únicamente por compañeros de la universidad así que no pensó mucho al abrir la puerta a pesar de la hora.
— ¿Ink? — Su desaliñada apariencia, sus mejillas rojas y sus ojos llorosos, rojizos de tanto llorar, hicieron que Error entrara en pánico al instante. Salió del apartamento sosteniendo al chico de los hombros. —Ink, ¿qué-? ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? —Su silencio lo ponía nervioso, sus manos se quedaron tiesas en sus hombros.
—...—Ink peleó contra sus nervios y su balbuceo.
— ¿Qué ocurre? Ink, dime algo. — Insistió.
—Perdóname. — Sollozó derrumbándose en brazos del asiático, quien no dudó en apretarlo contra su cuerpo. —Perdón, perdón...— Error pestañeó, confundido por el el agudo llanto y las suplicas de perdón continuas, pero seguía sosteniéndolo firmemente.
—... Cálmate — Dijo. —Ink, tranquilízate.
—Perdóname, fue un accidente...— Lloriqueó.
— ¿De qué-?
—No sé por qué lo hice...No fue a propósito, perdón...— Error trató de recapitular los últimos días, si había algo por lo que tuviera que disculparse sería por escapar del restaurante y cerrarle la puerta en la cara, a pesar de esto, tampoco es que estuviera exigiéndole disculpas. Sin embargo, lo siguiente que salió de su boca lo desconcertó todavía más. —No suelo beber. No lo hago. No me gusta...Ayer fue la primera vez...Creo.
— ¿De qué estás-?
—Me acosté con un chico.
—...— La confesión lo dejó mudo. Quedó inmóvil por varios segundos antes de apretar los hombros del chico contra su pecho y apartarlo, mantuvo su mirada en él esperando encontrar alguna señal que le dijera que era una broma, pero Ink estaba desechó. — ¿Cómo...? ¡¿Qué?! — Exclamó. Frustrado y horrorizado se llevó las manos a la cabeza echando el cabello hacia atrás evitando por completo mirar a Ink, quien se apresuró a hablar.
—Lo siento, no se cómo pasó-
— ¡¿De qué estas hablando?! — Chilló en respuesta. Estaba furioso, se sentía tan dolido, traicionado, acaban de apretarle el corazón hasta reventarlo. — ¡¿Cómo que no sabes cómo pasó?! ¡¿Qué ocurre contigo?! — No pudo quedarse quieto por más tiempo y dio vueltas en el reducido espacio del pasillo.
—Por favor, escúchame, no quise hacerlo-
—Tú. — Señaló, no podía evitar apretar los dientes por el coraje y su frente fruncida hacía que sus cejas casi se tocaran. —Tú. —Repitió e inmediatamente se cubrió la boca con la mano después de entrar en razón por lo que estaba a punto de decir.
Ink solo lloraba en su lugar con las manos en el aire buscando el momento para sujetarse al asiático, pero cada vez que este sentía su tacto se apartaba de un modo brusco, solo le quedaba lloriquear con los pasos acelerados e inquietos del otro. —Error...
—Dios...— Sujetó el barandal cerniéndose sobre este. El coraje se había esfumado, ya no estaba enfadado, solo le quedaba la decepción, la sensación de derrota que le llenaba los ojos de lágrimas. Ahora estaba triste. —Yo...He esperado por ti...He esperado mucho por ti, he ido muy lento contigo, he sido gentil, ¿qué ocurre contigo...? —La voz se le quebró el final obligando a Ink a cubrirse los oídos, no quería escuchar a Error llorar, pero no se podía evitar. La había cagado y estas eran las consecuencias. —Pensé que habías cambiando, te estaba yendo bien...¿por qué me haces esto...?
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Yo te trataría mejor || ErrorInk
Fanfic❝Te apuesto a que soy diez veces mejor que él.❞ Ink vivió su vida de secundaria atormentando a un pequeño chico asiático, hermano de uno de sus compañeros de clase, Error. El cual era un año menor y era bastante débil físicamente. Pero el día de su...