naruto el ultimo shinobi

cap 17

Renuncia de derechos: ni naruto o bleach me pertenecen lo unico mio son las creaciones originales todo lo demas lamentablemente no es mio TT_TT

-mmmmm-hablando
-(mmmmm)- pensando
-mmmmm- invocacion/demonio hablando
-(mmmmm)- invocacion/demonio pensando
-mmmmm- zampacktou hablando
-(mmmmm)- zampacktou pensando

Capitulo 17: Reencuentros

Restu Unohana una de las capitanes de los 13 escuadrones de la sociedad de almas se podía describir como una mujer tranquila, hermosa, de carácter dulce y servicial siempre dispuesta a sanar a quien lo necesitara, pero también se le consideraba como una de las mujeres mas aterradoras entre los ahinigamis, su siempre amigable y dulce sonrisa podía congelar y paralizar a todo ser presente ante ella de alguna manera bastante extraña; a su lado su siempre fiel y tímida teniente Isane una bella mujer bastante alta de cabello gris de buenas proporciones pero por sus inseguridades propias siempre les ocultaba debajo del uniforme shinigami, era una mujer hábil en combate y una gran amiga para la capitana de largo cabello oscuro. El día de hoy caminaban tranquilamente por las calles de la sociedad de almas sin dirección aparente la razón era bastante sencilla el día de hoy disponían de un merecido día libre o lo seria hasta que Kempachi encontrase alguien con quien combatir

-allá esta- grito una voz femenina a su espalda se parecía a la de Yoruichi

No supieron exactamente como pero de pronto estaba vendadas y sometidas siendo llevadas en un secuestro a quien sabe donde por quien sabe quien, este era un giro interesante en los acontecimientos del día de eso no quedaba duda alguna, fue un viaje movido lleno de giros inesperados y múltiples cambios de dirección seguramente su secuestrador no deseaba que lograran ubicarse, al final terminaros ambas sentadas en una sala donde fueron despojadas de sus vendas.

Isane miro con duda a las mueres frente a ella se trataban de aquellas ahinigamis que partieron al mundo de los vivos apoyadas por una chica de lentes esa chica de cabello naranja que vino al rescate de Rukia y 4 mujeres bastante extrañas 3 de ellas usaban ropas blancas y una pequeña de unos 5 años usando una especie de habito verde con un cráneo sobre su cabeza, mas atrás estaban los varones del grupo que fue al rescate de la hermana menor de Byakuya, a su lado varios ahinigamis todos tomando algo de te bastante relajados

-tanto giro para despistarlas solo para terminar en el cuartel de su escuadrón- dijo algo fastidiado el capitan de cabello blanco negando con la cabeza

-eso fue raro- dijo Ichigo antes de darle otro sorbo a su te al final tanta vuelta solo sirvió para perder el tiempo acabaron en los cuarteles del escuadrón especializado en atención medica.

Unohana enfoco a las mujeres frente a ella en especial a las chicas de blanco y a la pequeña de la ropa verde no se necesitaba ser un genio para saber quienes eran –(arrancar)- pensó manteniendo la compostura después de todo ellas no atacaron por lo que probablemente no buscaban combate al menos no por ahora eso hacia a la mujer de ojos azul oscuro mantener calmada y no llamas a la batalla

-puedo saber porque me trajeron aquí de esa manera- pregunto seria y con una amigable expresión en su cara todo mundo tuvo un ligero escalofrío excepto Orihime que solo sonreía ante su amabilidad… esa chica era muy rara.

Tras una rápida explicación sobre la condición de las arrancar traicionadas y su aparente lealtad para con el rubio inmortal la capitana opto por dejarlas permanecer aquí siempre y cuando se comportaran, por su lado su teniente de cabello gris las miraba con ago de desconfianza después de todo se suponía que eran sus enemigos, las dos mujeres entraron al cuarto donde el rubio yacía inconciente y afiebrado, de inmediato al verlo Isane se sonrojo un poco el rubio se movía mucho al estar inconciente por lo que termino con las mantas lejos de su pecho que ahora solo cubría una camisa blanca sin mangas; su capitana sonrío amigable con un tenue sonrojo en su cara, de inmediato ambas comenzaron a revisarlo, entre sus incoherencias el rubio abrió los ojos y miro a las dos mujeres frente a el