cap 96

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Capítulo 96: Los rubios son problemas

Un nuevo y flamante día estaba llegando a la sociedad de almas y como siempre en todas partes los Shinigami comenzaban a realizar sus deberes diarios, quizá estaban ante las puertas de una gran guerra que se llevaría a cabo en contra de aquel traidor de nombre Aizen, pero es en realidad no importaba pues pese a todo tenían deberes que cumplir, a veces el grado de compromiso de esos hombres con el protocolo rayaba en lo absurdo pero eso no era lo importante esa mañana pues lo que en verdad que resultaba trascendental se estaba desarrollando en la sede del escuadrón número 14, la noche anterior había sucedido una de sus grandes y hasta cierto punto catastróficas fiestas pues estaban celebrando la adición de sus nuevos miembros liderados por la rubia avatar del biju de las 6 colas, Tsunade Senju y sus dos alumnas Shizune y Sakura, junto con ellas llegó también una nueva arrancar siempre está la hermosa Robin, que en épocas pasadas llegó a ser tan importante para el rubio inmortal como los fuera su esposa, con quién dicho sea de paso ella pareció congeniar de inmediato, la fiesta fue como era de esperarse muy ruidosa y repleta de pleitos entre las mujeres del escuadrón, una cosa era que el grupo que lideraba Naruto fuera casi de puras mujeres y otra muy diferente que todas ellas tuvieron interés romántico en él Namikaze-Uzumaki, de algún modo extraño Shizune entendió a la perfección cómo funcionaba esa extraña familia a diferencia de su maestra y compañera quiénes por un segundo estuvieron a punto de acabar con la inmortalidad de Naruto, y entonces ocurrió lo más aterrador que cualquier persona viva o muerta hubiera podido ver, Tsunade tenía un brillo asesino en sus ojos impulsado por los comentarios insinuantes de Mei, sobre que ella y Naruto tenían sus "secretos" eso causó su ira que como siempre estaba siendo descargada en la víctima más cercana, véase Naruto, el era la causa de esos cometarios por eso, arrinconó al rubio mientras sus ojos brillaban muy molestos y su puño derecho estaba apretado con tanta fuerza que incluso se escuchaba crujir sus nudillos, y ahí apareció, con su dulce y gentil sonrisa Unohana le pedía a Tsunade que no asustara a Naruto, todos los presentes a excepción del rubio claro está sintieron escalofríos cuando la capitana sonrío de ese modo, — ese mocoso es un pervertido y yo voy a ponerlo en su sitio — del modo más inesperado la rubia Senju no se vio afectada por la expresión de la capitana de cabello trenzado, de hecho su sonrisa se volvió más intimidante y el peluche de sus ojos sin duda era escalofriante, pero al verla a ella y Unohana una frente a la otra tratando de intimidarse mutuamente causó que esa horrible visión apareciera… y si se volvían amigas y aliadas?

Todos los presentes sintieron escalofríos ante semejante idea, pero por fortuna eso nunca pasaría pues era obvio que la presencia del rubio sería un factor que no las dejará llegar a un punto común, o eso estaban deseando — oh ya dejen eso y vamos a celebrar, ya mañana pueden pelearse por la atención de Naruto_kun — el otro yo de Hinata, Haruka, apareció en escena deteniendo la batalla mientras extendía una gran botella de sake a la capitana quién te tomó con una sonrisa antes de ofrecerle a la rubia avatar, como dijo Unohana " para qué discutir cuando pueden beber y volverse buenas amigas" Tsunade sólo pudo reír ante eso, de pronto Unohana había comenzado a caerle bastante bien, por un segundo el verdadero terror inundó a los miembros del escuadrón 14 pues por lo visto la alianza mas temible en la historia de la sociedad de almas estaba en vías de ser realidad, después de ese hecho aislado y claro de que Sakura clavara a Naruto en el suelo un par de veces por sus malos chistes de sus días como ninjas de Konoha la fiesta siguió y siguió, hasta quien sabe que hora de la madrugada, al final los clones de Naruto terminaron arropando a las chicas para que pasarán una buena noche, mas de una copia terminó siendo un oso de felpa humano para algunas de las chicas y así fue como se llegó a la mañana siguiente de esa gran celebración, y justo en esos momentos en la amplia sala del cuartel mejorado estaba todo el escuadrón pasando un animado desayuno en familia — aaaaauuuu mi cabeza, lo juro nunca volveré a beber de ese modo — se quejaba la arrancar Anko mientras sujetaba las sienes de su cabeza frotándose con un par de dedos en busca de bajar esa jaqueca, la resaca era un precio tan alto por una noche de fiesta, y no era la única en esas circunstancias, más de la mitad del escuadrón estaba igual, sólo se habían salvado las que no bebían o sabían cuando detenerse, extrañamente Lilineth era de las que más resaca tenía, sin duda para una chica de su edad pasar toda la fiesta compitiendo con Kukaku sobre quien era la "ideal" para el rubio inmortal fue mala idea, Hinata de las pocas sanas esa mañana tomo nota de no dejar sola a Lilineth con la experta en fuegos artificiales o acabaría con algunas de sus costumbres pegadas a su manera de ser, si solo Hinata supiera que ella tenía sus propios asuntos sabría que eso no ayudaría en lo mas mínimo.

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